AKTUALITATEA

| 2020-06-30

Maddalen Iriarte, junto con Jasone Agirre, Nerea Kortajarena y Julen Arzuaga y el viudo de Rosa Zarra, ha tenido esta mañana en Donostia un recuerdo para esta última, "la mujer solidaria con las víctimas de terrorismo de Estado que hoy hace 25 años murió tras haber recibido el pelotazo de un ertzaina en las protestas por la repatriación de los restos de Lasa y Zabala de la fosa en que se les quiso hacer desaparecer en cal viva”. Tal y como ha denunciado la candidata a lehendakari de EH Bildu, el de Rosa Zarra es “un caso más que permanece en la impunidad, sin verdad y sin justicia, un escándalo y una tragedia que EH Bildu quiere reparar, una familia destrozada que EH Bildu quiere honrar”. En este sentido, Iriarte se ha comprometido a “sacar a la luz todos los casos que, como el de Zarra, se mantienen en la oscuridad; haremos lo que esté en nuestra mano para dignificar a Rosa Zarra y a las demás víctimas de gravísimas vulneraciones de derechos humanos perpetradas por el Estado. Verdad, justicia y reparación para todas las víctimas. Ese es nuestro compromiso”.

Al hilo de estas consideraciones, la candidata de EH Bildu ha reprochado “a quienes un día sí y otro también dan lecciones de ética que guarden silencio ante los hechos que directamente les señalan”, un doble rasero del que, a su juicio, Urkullu es un buen exponente. “Está preocupadísimo por una supuesta agresión a quienes nos traen un discurso fascista, pero no puede asumir la responsabilidad de su partido por la muerte de una persona que solo quería mostrar su solidaridad con las víctimas de la violencia del Estado. Urkullu nos habla de la doble vara de medir sobre los derechos humanos. Efectivamente, señor Urkullu, usted sí tiene una doble vara de medir las conculcaciones de los derechos humanos. Hoy es el día en que dos semanas después no se ha pronunciado sobre la guerra sucia del GAL ni la ha denunciado. El viernes, Día Internacional de la Tortura, que usted debía conmemorar por mandato del Parlamento, tuvo una gran oportunidad para recordar a las víctimas de la tortura, pero no lo hizo, sigue en silencio. Hoy es el día en que todavía no ha dicho nada sobre las víctimas de la violencia policial, también de la Policía autonómica, como es el caso de Rosa Zarra. Señor Urkullu, está usted perdiendo una gran oportunidad para denunciar todas estas vulneraciones de derechos humanos. Seguimos esperando y mientras esperamos, no venga a lanzar soflamas de moralina a nadie, y menos a nosotras”.

En esta línea, el caso de Rosa Zarra es, para Iriarte, una prueba más del “doble rasero” que las instituciones aplican a la hora de reconocer y reparar a las víctimas de la violencia. “Para algunas, total reconocimiento y reparación; para otras, absoluto abandono y desprecio”, que es lo que ha recibido la familia de Rosa Zarra, “que se ve obligada a seguir luchando para recibir un tratamiento de respeto por parte de las instituciones, un caso por el que nadie ha asumido responsabilidades, ni penales, ni disciplinarias, ni tampoco políticas”.