Soledad no elegida, carencia de actividades de ocio, sentimiento de falta de una red familiar, dificultades para los cuidados diarios. El reto no es baladí. La sociedad navarra envejece y aumenta notablemente el porcentaje de personas mayores que viven solas. Según el último estudio de Cruz Roja, una de cada cinco personas mayores de 65 años vive sola en Navarra. Así, no es de extrañar que desde lo local hayan surgido proyectos transformadores para responder al reto de los cuidados. Hoy han analizado tres de ellos en una sesión organizada por el grupo de derechos sociales de EH Bildu en Nafarroa: Teknoadina Landalab de Sakana, el comedor comunitario permanente de Antsoain y el proyecto comunitario Zaindu Leitzaldea.
“El modelo socioeconómico actual está provocando una sociedad cada vez más individualizada, en la que para muchas personas son inaccesibles los derechos de cuidar y ser cuidada o cuidado. Sin embargo, estas tres experiencias demuestran que sí, que sí se puede hacer de otra manera y que el esfuerzo merece la pena”, ha explicado el parlamentario Jabier Arza. Por ello, para garantizar su continuidad EH Bildu ha incluido sendas aportaciones económicas en el anteproyecto de los presupuestos del próximo año.
Los ayuntamientos de Sakana y los tres Servicios Sociales de Base pusieron en marcha en abril del año pasado Teknoadina Landalab, una red público-comunitaria que pretende hacer frente a la soledad no deseada de las personas mayores en comunidad. «Es una forma de trabajo innovadora porque combina el cuidado tradicional con las tecnologías», explica Silbia Sesma, concejala de Etxarri y presidenta de los servicios sociales. Por un lado, se dotaron a los servicios sociales de Sistemas Integrales de Información, para facilitar el acceso a las personas mayores e identificar situaciones de riesgo. Con la puesta en marcha del sistema, en tres meses han contactado con 160 personas que viven solas, para valorar su situación e identificar sus necesidades.
El siguiente paso ha sido completar una red de cuidados. Se ha priorizado que quien entre en el proyecto tenga colaboradores cercanos; pero para quienes no tengan, garantizan 'auzozainak'. Ya que, la comarca comprende pueblos de unos cien habitantes o de siete mil. Así, al proyecto se han sumado personas que tienen contacto directo con las personas mayores, que pueden realizar labores de apoyo y que se han comprometido a comunicar a los Servicios Sociales sobre situaciones preocupantes: profesionales (personal sanitario, servicio de atención domiciliaria, etc.), de servicios y comercios (hostelería, alimentación, farmacia, etc.) y el vecindario en general. Para el futuro les gustaría crear espacios para escuchar a las personas mayores y ofrecer dinámicas de cuidado y compañerismo.
Zaindu Leitzaldea también es una iniciativa público-comunitaria. Ante las dificultades que tiene mucha gente para cubrir por sí misma sus necesidades básicas, varias personas de Leitzaldea pusieron en marcha una asociación homónima sin ánimo de lucro. El proyecto contó desde el principio con el apoyo de Cederna Garalur, LAGA y el Ayuntamiento de Leitza, que lo presentaron conjuntamente al programa Innova. «Se trata de un gran proyecto creado por un pequeño grupo de vecinas y vecinos, por lo que desde el principio el Ayuntamiento de Leitza decidió sumarse a el», explica Maider Amantegi, concejala de Leitza y presidenta de los servicios sociales.
Han formado una red que fomenta la colaboración y el apoyo en Leitza y Areso, y no son pocos los servicios que se están ofreciendo: comida diaria, ayuda para la compra, limpieza domiciliaria, cuidados, desplazamientos a Iruñea, gestiones con las nuevas tecnologías, pequeños arreglos domésticos y formación. Quien quiera utilizar los servicios debe ser socio de la asociación, que este año deberá abonar un euro. “Es una aportación simbólica que no obliga a nadie a utilizar los servicios. Cada quien decide libremente qué y cuándo quiere o necesita y pagará en función del servicio utilizado”, explican.
El comedor comunitario saludable y sostenible de Antsoain, sin embargo, es fruto del diagnóstico sobre personas mayores desarrollado hace dos años por el Ayuntamiento. En este municipio de Iruñerria viven más de 1700 personas mayores de 65 años, y este fue uno de los servicios más demandados por estas personas. “Llegaron ha recoger firmas”, reconoce la concejala Elena Ugarte. Para dar respuesta a la necesidad ciudadana, el proyecto piloto, pionero en Navarra, fue diseñado y puesto en marcha a principios de octubre, dentro del programa ‘Antsoain, Zaintzen duen Herria’.
El Centro de Día de Ostoki ha sido acondicionado para ofrecer comidas y actualmente está prestando servicio de lunes a viernes. “Estamos muy contentas con la acogida que ha tenido. Se recibieron 114 solicitudes y se seleccionaron 51 personas garantizando criterios de selección equitativos. En Ostoki comen 40 y a otras once personas les llevamos la comida a casa”, han explicado en la sesión de trabajo. La iniciativa, además de garantizar una alimentación saludable y sostenible, busca facilitar la socialización de las personas solas. Por ello, tras lo aprendido con la primera experiencia, y añadiendo mejoras, el ayuntamiento tiene la intención de estabilizar el servicio.
Aportaciones para ampliar el derecho
Convencido de que la única opción para avanzar es reforzar el sistema público, este año el grupo parlamentario de EH Bildu ha aportado más de dos millones en derechos sociales en los presupuestos de Navarra para 2025. Además del impulso a los proyectos analizador hoy en la sesión, la coalición soberanista también ha contribuido a ampliar el plan del servicio de atención domiciliaria en toda Navarra y a ampliar la oferta de centros de día. “Defendemos que las administraciones públicas deben asumir la responsabilidad de diseñar las políticas públicas necesarias para crear e implantar servicios y redes que nos garanticen el derecho a los cuidados en igualdad de condiciones”, explica el parlamentario Arza.
El acuerdo presupuestario firmado a finales de octubre incluye también algunos compromisos adquiridos por el gobierno. En 2025 realizará un mapeo de los servicios o programas de atención directa a menores, personas mayores y/o dependientes, entre otros. Esto permitirá identificar zonas sin servicio y corregir desequilibrios. Además, el gobierno diseñará el próximo año un plan para cambiar el actual modelo residencial y dignificar la atención, y se ha comprometido a aumentar su implicación en los procesos de negociación de los convenios colectivos de residencias, intervención social y discapacidad.