Aprovechando la comparecencia del consejero de Hacienda y Finanzas del Gobierno vasco en el Parlamento, Pello Otxandiano ha adelantado hoy los criterios generales con los que EH Bildu va a abordar el debate de los presupuestos de 2025. Tras recordar que el Ejecutivo tiene previsto aprobar el proyecto presupuestario el próximo 29 de octubre, el jefe de la oposición ha subrayado que las cuentas deberían servir para combatir la desafección política, que, según ha indicado, se está acentuando porque “el contrato social ha fallado”; es decir, porque las políticas públicas no dan la debida respuesta a las necesidades de la ciudadanía. Por lo tanto, ha subrayado, “hay que identificar las fuentes de esa desafección y poner ahí las prioridades presupuestarias”.
Para el dirigente de EH Bildu, “son cuatro las principales fuentes de esta desafección”, las áreas a priorizar, por consiguiente, en los presupuestos. En primer lugar, el sistema de salud y la necesidad de consensuar las bases para regenerar Osakidetza; en segundo lugar, “la imposibilidad de la juventud para emanciparse, que está directamente relacionada con las condiciones que encuentran en el mercado laboral y con la imposibilidad de acceder a una vivienda a precios razonables”; como tercera prioridad, “la crisis de los cuidados, que exige inversiones y transformaciones en los servicios sociales”, y en cuarto lugar, la importancia de poner en el centro las políticas climáticas, lo cual “requiere una apuesta decidida por el transporte público, políticas valientes en favor de la rehabilitación energética de las viviendas y el impulso a las energías renovables”.
Asimismo, Otxandiano ha reclamado “un cambio de paradigma, con visión de país”, en los presupuestos de las principales instituciones vascas: “Los retos de época a los que nos enfrentamos nos obligan a cohesionar las diferentes escalas institucionales para aprovechar con eficacia los recursos económicos y financieros y superar las desigualdades, la falta de equidad, entre los tres herrialdes de la CAV. No se pueden plantear políticas de vivienda, climáticas, de cuidados, industrial... eficaces si no se actúa con perspectiva de país”.
El jefe de la oposición también se ha referido a la reforma fiscal porque “la realidad sociodemográfica y la crisis de los cuidados nos empujan a una mayor inversión en los servicios públicos para garantizar derechos y salvaguardar la cohesión social, lo cual apunta la necesidad de una reforma fiscal que nos lleve a un aumento de la recaudación”. En este sentido, Otxandiano ha recordado que en Gipuzkoa EH Bildu, PNV y PSE han acordado las bases de la reforma fiscal y ha propuesto extenderlas a toda la CAV. “A partir de esas bases tenemos que acordar el diseño de la reforma fiscal. Es el momento de una reforma fiscal profunda, igual de profunda que la de 2007 pero que nos ponga en la dirección contraria. La de entonces fue una reforma regresiva impregnada por una ideología neoliberal hegemónica. Ahora, en cambio, el objetivo principal de la reforma debe ser aumentar la capacidad recaudatoria del sistema tributario, lo que permitirá disponer de los recursos que el sector público necesita para hacer frente a los retos sociales que vamos a tener en los próximos años”.