AKTUALITATEA

| 2019-11-28

EH Bildu hizo llegar el martes al Gobierno de Lakua su propuesta para corregir el proyecto presupuestario de 2020 y el mismo martes recibió, a través de los medios de comunicación, la respuesta del Ejecutivo. Tal y como hoy ha indicado Iker Casanova, “el Gobierno y el PNV han cerrado la puerta no ya a la posibilidad de llegar a un acuerdo, sino a entablar un diálogo sobre los presupuestos, y lo han hecho además en un tono despectivo y hasta insultante” y con “descalificaciones que no se basan en la realidad”.
Casanova ha explicado que la propuesta de la coalición “es realista, legal y tiene encaje en el marco competencial del Ejecutivo y, en términos económicos, también en el presupuestario”. Tras recordar que el año pasado el consejero de Hacienda alegó inicialmente que las peticiones de EH Bildu excedían de sus competencias y luego acabó ofreciendo hasta 140 millones de euros para, entre otras cosas, complementar las pensiones, el parlamentario independentista ha insistido en los efectos positivos que aceptar la propuesta de EH Bildu tendría en especial para mejorar la atención a las personas pensionistas y para promover empleo de calidad.
Según ha explicado, “lo que reclamamos es que se cumpla la Ley de Garantía de Ingresos en vigor desde 2008 y que, por lo tanto, se complementen las pensiones más bajas a través de la RGI hasta el 100% del SMI; hoy la RGI complementa las pensiones hasta 765 euros al mes y con nuestra propuesta, cumpliendo la ley de 2008, se llegaría a 1.050 euros. El Gobierno tiene capacidad económica de sobra para afrontar esa medida, cuyo coste rondaría los 50 millones”.
Asimismo, Casanova ha reiterado la necesidad de que Lakua haga uso de sus competencias para fijar un salario mínimo de 1.200 euros en las contrataciones públicas y en los contratos promovidos con dinero público para fomentar así la creación de empleo de calidad. Se trata de una medida –ha destacado– sin impacto presupuestario y que solo depende de la voluntad política del Ejecutivo. “Nos han acusado de reírnos de la gente, pero luchar por un salario mínimo de 1.200 euros no es reírse de la gente. Reírse de la gente es decirles a quienes cobran 700 u 800 euros que el Gobierno no va a hacer nada; reírse de la gente es decirles a los pensionistas que, según la ley, deberían cobrar 1.050 euros que el Gobierno no quiere cumplir una ley en vigor, reírse de la gente es decir que el TAV es una inversión ecológica”.
En esta línea, el parlamentario de EH Bildu ha advertido de que el debate presupuestario “no es una subasta a ver quién pide menos” al Ejecutivo, “sino una oportunidad para poner la atención en las políticas públicas que necesitan ser reforzadas”, pero “el Gobierno no quiere hablar de estos temas porque tiene atados los presupuestos con alguien que está dispuesto a aprobarlos casi gratis”, en alusión a Podemos. “Hay un PNV y un gobierno de derechas; lo que es muy difícil de entender es qué hacen dos partidos supuestamente de izquierdas respaldando un presupuesto de derechas”.
En esta situación, Casanova ha anunciado la disposición de EH Bildu a presentar una enmienda de totalidad si el Gabinete Urkullu no cambia su actitud.
El engaño de los 100 millones de la Ley de Sostenibilidad
El presupuesto de 2020 ha sido también objeto de debate en el Pleno del Parlamento, donde Mikel Otero ha reclamado la inclusión en el mismo de los 100 millones de euros contemplados en la Ley de Sostenibilidad Energética aprobada en febrero. A pesar de que dicha ley es clara al respecto y obliga al Gobierno a incluir esa cantidad en las cuentas para financiar las actuaciones de los ayuntamientos contra el cambio climático, PNV y PSE, al igual que Podemos, se han negado a respaldar la iniciativa de EH Bildu. Otero ha acusado a los socios de gobierno de “timar y engañar” a la hora de desarrollar la Ley de Sostenibilidad y ha reprochado a Podemos que dé “carta de naturaleza verde” a los presupuestos de Lakua.