AKTUALITATEA

| 2021-09-28

EH Bildu ha solicitado en sus alegaciones la suspensión de la tramitación de la nueva Ley de Aportaciones porque el proyecto acordado entre el Gobierno y las diputaciones forales no resuelve las discrepancias que durante los últimos 14 años se han venido dando entre los tres territorios en relación con el reparto de los recursos económicos y tampoco les garantiza a los ayuntamientos una financiación adecuada, suficiente y estable. Para EH Bildu, lo más adecuado es suspender la tramitación de la ley para posibilitar la participación de las diferentes instituciones y agentes políticos en el proceso de cara a la consecución del consenso más amplio posible tanto entre los diferentes niveles institucionales como entre las diferentes sensibilidades políticas.

La federación soberanista critica en este sentido que la Ley de Aportaciones que el Gobierno ha pactado con las diputaciones y luego ha remitido al Parlamento no cuente con el consenso de todos los niveles institucionales, ya que los ayuntamientos han quedado al margen del proceso negociador sin que se haya buscado un acuerdo con ellos. Han sido tratados como si fueran entidades de segunda a pesar de que esta ley regula un tema tan importante para ellos como es la financiación municipal. De esa desconsideración se deriva que el proyecto de ley no les garantice a los municipios la financiación necesaria para poder ofrecer a la ciudadanía los servicios de su competencia.

Y al igual que los ayuntamientos, los partidos de la oposición también han sido excluidos del proceso. Ni Lakua ni las diputaciones han hecho ningún intento de ampliar los consensos políticos en el Parlamento o en las Juntas Generales. Después de 14 años sin renovar la Ley de Aportaciones habría que tomarse el tiempo necesario para lograr un acuerdo amplio entre las diferentes instituciones y entre las diferentes sensibilidades políticas.

En cuanto al contenido del proyecto de ley remitido por el Gabinete Urkullu, EH Bildu advierte de que no sirve para solucionar los problemas de los últimos 14 años. Por un lado, porque no hay cambios significativos en el reparto de recursos entre Lakua y las diputaciones. De hecho, el coeficiente vertical apenas varía (pasa del 70,04% al 70,81%) y no hay ningún cambio en los horizontales. Es decir, esta nueva Ley de Aportaciones no soluciona el desequilibrio de financiación entre las diputaciones y es cuestión de tiempo que vuelvan a aflorar los mismos problemas que hasta ahora, porque a eso no se le da una solución válida.

Tampoco hay modificaciones sustanciales respecto al Fondo General de Ajuste, ya que el proyecto de ley mantiene el mismo procedimiento que se venía aplicando desde 2019. En consecuencia, se han silenciado los problemas registrados durante tantos años, pero se ha perdido la oportunidad de alcanzar un verdadero equilibrio financiero entre los herrialdes; no se da una solución de fondo porque no se aborda adecuadamente el núcleo del problema.