En los últimos treinta años hemos visto cómo se ha ido privatizando el ámbito de las residencias. En la década de los 90, cerca del 9% de las residencias de Hego Euskal Herria estaban en manos de empresas privadas, mientras que en la actualidad sólo el 9% de las residencias son totalmente públicas. De hecho, la publicidad se traduce en la subcontratación de diversos servicios de las residencias: cocina, limpieza, etc. Buscaron negocio en el ámbito que hasta entonces gestionaba la administración y tanto si lo encontraron.
La privatización no es sólo una etiqueta, sino que supone un empeoramiento de las condiciones laborales de las trabajadoras, una disminución de la calidad del servicio que se presta a los usuarios y usuarias. Y por eso durante años hemos visto pelear a las trabajadoras de las residencias; siendo un sector feminizado, a muchas mujeres. Huelgas, movilizaciones… Pidiendo el mismo salario por hacer el mismo trabajo, pidiendo que las residencias sean de carácter público.
La situación en Getxo no es distinta: en nuestro municipio de 75.629 habitantes, donde el número de personas mayores de 65 años es del 26,80%, contamos con una única Residencia Pública Municipal y no del todo pública, como hemos señalado anteriormente. Sabemos que tenemos una población cada vez más envejecida y la tendencia es que en pocos años aumente el porcentaje de personas mayores de 65 años. Debemos estar preparadas para afrontar el reto que nos viene, poniendo a las personas en el centro y teniendo como base un sistema público de cuidados.
ETS acaba de finalizar las obras de renovación de la estación de Neguri y pronto licitará su servicio. Desde EH Bildu creemos que las vecinas y vecinos del barrio deberían decidir el uso de edificio, por lo que exigiremos que se tenga en cuenta la opinión de quienes viven en la zona. En cualquier caso, nos alegramos de que finalmente la estación se haya protegido y renovado, después de años de presión.
Lamentablemente, otros edificios históricos de Getxo no han corrido la misma suerte: Ollarretxe, los edificios de la bajada de Arrigunaga, Maidagan... Y en las próximos meses se sumarán Villa Amparo y Villa Fernanda (el antiguo Haurtegi en Algorta, en contra de la opinión del Gobierno Vasco, por cierto) y los edificios de Lope de Vega en Romo.
Lo que está ocurriendo en Romo resulta especialmente doloroso, puesto que la Nagusien Etxea es todo un ejemplo de envejecimiento activo, compromiso, autogestión e impulso a la comunidad. Quizá sea eso mismo lo que molesta a PNV y PSE, que no quieren nada ni nadie que escape a su control. Recordemos, además, que el PSE dijo en campaña electoral que estaban en contra del derribo, que sería una línea roja. Pero es sentarse en el sillón, y donde dije digo....
El 22 de junio a las 20:00 participaremos en la protesta organizada en contra del derribo de los edificios de Lope de Vega. Al igual que la estación de Neguri, estos edificios históricos de Romo también merecen ser preservados y renovados, más aún si están llenos de vida como lo es el caso de la Nagusien Etxea.