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Elecciones | 2024-04-17

 

EH Bildu ha llevado hoy la campaña electoral al Parque Tecnológico de Zamudio, a las puertas de la sede de Euskaltel, uno de los ejemplos paradigmáticos de lo que ha supuesto «la ausencia de política industrial, de visión estratégica y de capacidad de liderazgo económico» por parte de los gobiernos de Urkullu, tal y como ha indicado el diputado y candidato por Bizkaia Oskar Matute.

Euskaltel, ha recordado Matute, fue creada en los años 90 del pasado siglo con el dinero y el impulso públicos en un sector estratégico como el de las telecomunicaciones, pero, «ante la pasividad cuando no complicidad del Gobierno vasco y con la voluntad de su equipo directivo, que buscó la privatización absoluta y su lucro particular», abrió sus puertas a fondos especulativos y, finalmente, ha acabado en manos de un gigante del sector. «El resultado es que Euskaltel ha dejado de existir como empresa independiente y hoy no es más que una marca comercial».

El candidato de EH Bildu ha recordado que «en situaciones similares a la de Euskaltel hemos visto cómo otros gobiernos de nuestro entorno responden, se activan y vetan esas operaciones o entran en el capital de las empresas para evitar la pérdida de control y garantizar su arraigo, pero aquí, sin embargo, el Gobierno vasco ha sido cómplice de ese proceso de pérdida de una empresa tan importante y tan simbólica para nuestro país». Además, «el de Euskaltel no es el único caso de deslocalización de la actividad productiva o de los centros de decisión, ya que también son emblemáticos los casos de Gamesa e Ibermática y hay otras empresas punteras en sus sectores que ven que no hay capacidad para mantenerlas arraigadas al país y vienen siendo compradas por fondos o por empresas extranjeras».

En contraposición a esa falta de política económica e industrial, Matute ha vuelto a reivindicar «una política industrial activa que disponga de instrumentos financieros que permitan la inversión y participación pública o semipública en las empresas industriales estratégicas».
 


En este sentido, el diputado de EH Bildu ha apostado por «crear un fondo público de inversión que tenga capacidad y músculo financiero, que tenga visión y planificación estratégica para realizar las inversiones adecuadas, que es lo que estamos solicitando desde 2012». A este respecto ha recordado que el Gobierno vasco dispone del fondo Finkatuz, que teóricamente debería afrontar esa tarea, pero la realidad ha demostrado que no ha sido un instrumento eficaz porque «tiene una dotación financiera escasa e insuficiente, solo ha activado un tercio de sus recursos disponibles desde que se creó y solo ha realizado tres operaciones, dos de las cuales, las de Kaiku y CAF, no tenían como función mantener el arraigo de empresas en peligro, sino cubrir el hueco dejado por las desinversiones de Kutxabank».

En el marco de esa defensa de una política industrial emprendedora con instrumentos financieros potentes, Matute ha abogado por «convertir el Instituto Vasco de Finanzas en un banco público que permita tener más capacidad financiera tanto para las empresas como para las instituciones»; en la misma línea ha adelantado la intención de EH Bildu de «reabrir el debate sobre Kutxabank, sobre su aportación a la economía y la industria vascas, sobre su capacidad de inversión en el país y también sobre su control público», y también ha destacado la importancia de «movilizar el capital privado generando medidas de estímulo para que inversores privados y también, por ejemplo, las entidades de previsión social voluntaria se puedan enfocar hacia la inversión productiva en el tejido industrial del país».

Asimismo, tras recordar que fue EH Bildu la que promovió la Ley contra las Deslocalizaciones «para obligar a las empresas que se deslocalizaran a devolver todas las subvenciones que hubieran recibido», el candidato vizcaino ha subrayado a ese respecto que es fundamental «consolidar un ecosistema industrial fuerte que dé a las empresas razones para el arraigo, un ecosistema que les ofrezca oportunidades con una apuesta firme por la Investigación, el Desarrollo y la Innovación (I+D+I), que debe subir al menos al 3% del PIB, con una planificación estratégica y con una planificación formativa, es decir, fortaleciendo la Red Vasca de Ciencia y Tecnología».