AKTUALITATEA


| 2022-10-07 17:35:00

Las viejas políticas, las recetas de siempre y las inercias no sirven para afrontar los retos a los que nos enfrentamos ahora. El mundo ha cambiado y si queremos garantizar un futuro digno a las próximas generaciones tendremos que tomar medidas paliativas, pero también estructurales. Ese será nuestra hoja de ruta para los próximos meses: adoptar medidas urgentes para hacer frente a la situación que ha generado la crisis actual y, asimismo, sentar unas bases sólidas para la transformación del modelo socioeconómico.

Pero no podemos obviar que está a punto de finalizar la legislatura y que es momento de hacer balance. Ha sido una legislatura especial, dura y  agotadora. Comenzamos con una pandemia y hemos acabado en medio de una crisis y, en ese camino, han quedado más visibles que nunca las carencias y retos de nuestro territorio.

Iniciamos la legislatura haciendo una reflexión. En Araba hay una mayoría abertzale y hay otra mayoría progresista. Esas dos mayorías que tarde o temprano deberán articularse darán pie a avanzar y en ambas es imprescindible la participación de EH Bildu. Sin embargo, tras las elecciones, prevaleció el acuerdo PNV-PSE y se constituyó un Gobierno que ni era abertzale ni era progresista. Advertimos de que ese Gobierno llevaba al país a la parálisis y así ha ocurrido.

Durante esta legislatura se ha puesto de manifiesto que este modelo lleva al país al bloqueo. En estos tiempos de cambio y transición, en los que es necesaria una visión estratégica y unas propuestas audaces, los gobiernos basados en la inercia no sirven.

En septiembre de 2020 EH Bildu Araba realizó una profunda reflexión. Estábamos en el inicio de un cambio de ciclo. Los signos de desgaste del tejido económico alavés eran evidentes, la degradación acumulada de años en los servicios públicos estaba teniendo graves consecuencias en la garantía de los derechos fundamentales de los ciudadanos y la lucha contra la emergencia climática y energética exigía cambios profundos. Había llegado el momento de reflexionar y hacer propuestas estratégicas sobre el futuro del territorio. Había que repensar Álava para garantizar a las siguientes generaciones una calidad de vida digna. Y para ello era imprescindible abrir un diálogo político-social en torno a los principales retos de país.

EH Bildu ha aprovechado la legislatura para profundizar en esa reflexión y reforzar su oferta programática. Y ese trabajo ha dado sus frutos. Son muchas las propuestas que ha hecho EH Bildu en este sentido. Entre ellos, el plan Ernaberri para reactivar la situación socioeconómica de Ayala, el plan Bizi ON para garantizar la atención de calidad de las personas mayores en el área de cuidados o el proyecto Araba Zero Carbono para lograr la descarbonización total del país para 2050. El plan Abagune para la revitalización de los pequeños pueblos o la Estrategia agroalimentaria Uztaraba son otros ejemplos de ese trabajo.

Con todo ello hemos entrado en el último curso político de la legislatura. En un contexto muy complejo, con precios disparados de la energía, una inflación que supera el 9%, una concentración cada vez más acusada de la riqueza, en plena emergencia climática y energética, con tensiones internacionales cada vez más pronunciadas y con una guerra a las puertas de Europa.

Además, nuestro territorio tiene otros problemas que se han ido acumulando como consecuencia de las decisiones políticas tomadas en las últimas décadas: la enorme dependencia de los combustibles fósiles y transnacionales en el ámbito industrial, las dificultades del sector primario, la progresiva precarización de los servicios públicos o el cada vez más difícil acceso a la vivienda y a otros derechos fundamentales.

Hace dos años comenzamos a reforzar nuestra oferta programática para dar respuesta a todos estos retos. Es evidente que un Gobierno instalado en la inercia, sin un rumbo ideológico claro y sin liderazgo, no puede abordar adecuadamente estos retos. Nuevos liderazgos y nuevas mayorías serán necesarios para ofrecer soluciones innovadoras a los retos alaveses. Ahora toca seguir trabajando, socializar las propuestas y completarlas para ir creando un proyecto de país integral.

En cualquier caso, el principal reto del momento para EH Bildu es dar respuestas a la cada vez más grave situación generada por la crisis económica. Defenderemos tanto los servicios públicos como los derechos fundamentales e impulsaremos las medidas necesarias para garantizar vidas dignas. Ante la profundización de las desigualdades sociales que supone el encarecimiento de la vida, urge conformar un gran pacto social para sostener a la sociedad vasca, sin rupturas sociales, y abordar así el futuro con las máximas garantías.

Ante la desesperación, levantaremos la bandera de la esperanza. La solución existe y nosotros tenemos nuevas soluciones.

¡Tenemos el proyecto, tenemos el liderazgo y tenemos la fuerza suficiente para llevarlo a cabo!