A finales de junio el Parlamento de Vitoria designó a Imanol Pradales lehendakari con los votos de PNV y PSE. En esta misma sesión, el actual presidente se comprometió a convertir al de Foronda en un aeropuerto de referencia para recibir vuelos transoceánicos. Han pasado ya 5 meses y durante todo este tiempo se han dado diferentes cuestiones. Durante todos estos meses no hemos visto en Foronda ningún impulso para recibir viajes transoceánicos. Durante todos estos meses, hemos visto que se destina dinero público para atraer compañías y que estas últimas se aprovechan de ello para realizar prácticas abusivas. Durante todos estos meses hemos leído que habrá vuelos que unirán Bilbao con New-York el próximo verano. Durante todos estos meses, nos han dicho que no tiene sentido plantearse negociar los presupuestos de las cuatro principales instituciones vascas de manera global. Es decir, durante todos estos meses se ha puesto de manifiesto que no existe ninguna estrategia de país en materia de infraestructuras.
La cuestión se agrava en una situación en la que, tras 45 largos años, todavía no tenemos competencias para decidir sobre esta cuestión. En el Estatuto de Gernika se establece que la Comunidad Autónoma del País Vasco tiene competencia exclusiva en materia aeroportuaria, pero hoy es el día en el que esta competencia aún no está transferida y el Estado español gestiona estas infraestructuras en nuestro territorio.
Nos encontramos, por tanto, sin competencias y sin visión de país en una materia que es fundamental. Desde EH Bildu defendemos la visión de país y la soberanía plena a la hora de organizar nuestros aeropuertos. Por eso, además de exigir el cumplimiento de una vez por todas del Estatuto de Gernika, creemos que debemos plantear una política integral en materia aeroportuaria. En este sentido, en estos tres territorios históricos, con tres aeropuertos (Loiu, Foronda y Hondarribia) y una extensión muy reducida, defendemos una estrategia acorde con el principio de "un aeropuerto, tres terminales".
No tiene lógica estar inmersos en una pugna entre diferentes territorios. Comenzamos el curso con el lamentable espectáculo dado con el Tren de Alta Velocidad y después, hemos continuado con el aeropuertario. En opinión de EH Bildu, en lugar de competir, nuestra seña de identidad debe ser la cooperación. Definiendo con claridad los retos de país y con el objetivo de responder adecuadamente a las necesidades y deseos de la ciudadanía, debemos funcionar como pueblo.
En el caso de los aeropuertos, como hemos dicho, a poca distancia en la CAPV tenemos tres, cada uno con sus propias características. Esta realidad debería empujarnos a la colaboración, creando ofertas complementarias y mejorando notablemente las conexiones entre los tres aeródromos. Porque va en contra del interés general seguir incentivando a las empresas privadas si es para competir entre ellas.
Por eso, teniendo en cuenta las características de cada aeropuerto, los tipos de vuelo y el número de habitantes que atienden, EH Bildu apuesta claramente por que Foronda sea un aeropuerto de referencia para carga y descarga, vuelos transoceánicos de pasajeros y vuelos chárter.
Parece que la situación no ha cambiado en todos estos meses, pero se puede apreciar que desde que EH Bildu ha tomado la iniciativa se han modificado varias posiciones. Sólo así podemos entender lo que escuchamos a Ramiro González, a mediados de Octubre, cuando se preguntaba “¿Somos un país o somos tres territorios donde cada uno busca lo mejor para sí mismo?”. Sólo así podemos entender que lo que no se podía conseguir el 18 de Octubre en el Ayuntamiento de Gasteiz, se haya conseguido hoy en las Juntas Generales. Es decir, escuchar un clamor común entre las diferentes fuerzas políticas por la recuperación de competencias y la planificación y coordinación de las actividades de infraestructuras aeroportuarias. Somos una nación, ¿no? Pues empecemos a actuar así.