El próximo fin de semana se celebrará la 17ª edición de Ardoaraba en Gasteiz. Muchos y muchas aprovecharán el fin de semana para pasear por el centro de la ciudad disfrutando de los vinos producidos en Rioja Alavesa y, creemos, puede ser un buen momento para reflexionar sobre la difícil situación que vive la comarca más meridional de Araba.
Mucho se ha escrito y hablado últimamente sobre la crisis del vino. Crisis que afecta en especial a la producción y venta del vino tinto y en particular a la Denominación de Origen Calificada (DOC) Rioja, como consecuencia de las desafortunadas decisiones tomadas por su Consejo Regulador a lo largo de las últimas décadas. Decisiones que han orientado a la DOC Rioja hacia una estrategia de gran producción sin prestar demasiada atención a la calidad del producto. Fruto de ello, y de otra serie de factores que resultaría extenso analizar, se está produciendo una caída sostenida en el tiempo del precio de la uva y del vino. Y también, fruto de ello se ha llegado a un punto en el que resulta imposible comercializar la totalidad del vino producido.
Hace más de una década que una serie de bodegas de Rioja Alavesa llegaron a la conclusión de que la estrategia implementada por la DOC Rioja llevaba a la comarca alavesa al abismo. Su orografía, su tejido socioeconómico y su modelo de producción no tenían encaje en esa estrategia. Una comarca que, recordemos, se caracteriza por ser, prácticamente, un monocultivo de uva y por tener una economía soportada, en gran medida, en el sector vitivinícola. La apuesta era clara. Había que recorrer el camino de la calidad y la diferenciación para poder sobrevivir. Tras constatar, en repetidas ocasiones, que la DOC Rioja no iba a permitir recorrer ese camino, tomaron una decisión arriesgada, responsable y comprometida con la comarca. Iniciaron el camino para la creación de una denominación de origen propia: Arabako Mahastiak/Viñedos de Álava.
A la defensa del legítimo derecho a definir y defender un modelo de producción y comercialización propio, desde el otro lado del Ebro, lo bautizaron como “La guerra del vino”. Nombre que tan solo definía las ansias bélicas de la DOC Rioja y los grandes grupos bodegueros por tumbar la iniciativa. El camino ha sido y está siendo difícil. Grandes poderes en contra y escasas alianzas. El apoyo por parte de Gobierno Vasco y Diputación Foral de Álava, inexistente. Aun así, los y las impulsoras persisten conscientes de que en ello se puede estar jugando el futuro de Rioja Alavesa. El último capítulo, el recurso de casación interpuesto ante el Tribunal Supremo y en el que, a día de hoy, siguen sin saber si contarán con el acompañamiento del Gobierno Vasco.
Mientras tanto, los temores previstos por aquel grupo de bodegueros y bodegueras hace más de una década se van haciendo realidad. Millones de litros se almacenan en las bodegas de Rioja Alavesa sin poder ser vendidos, las dificultades para poder vivir dignamente de la agricultura son cada vez mayores, lo cual supone perdida de empleo, cierre de bodegas y falta de relevo generacional. Los terrenos pierden valor, lo que es aprovechado por las grandes bodegas para acaparar cada vez más hectáreas en cada vez menos manos. Mientras, esas grandes bodegas pasan, en demasiadas ocasiones, a ser propiedad de grandes fondos de inversión transnacionales.
Pero la situación del sector vitivinícola no es el único problema que acecha a Rioja Alavesa. Las desigualdades sociales son cada vez más evidentes. Siendo la comarca con el mayor PIB per cápita de la Comunidad Autónoma vasca es a la vez la que menor renta personal disponible tiene del conjunto de los tres territorios históricos. Los datos de empleo tampoco son positivos, Rioja Alavesa está en posiciones de cabeza entre las comarcas con mayor índice de paro.
Siendo una comarca fronteriza, separada del resto del herrialde por la sierra de Toloño/Cantabria y sin la población suficiente como para entrar en los ratios establecidos por el Gobierno Vasco, la carencia de servicios se hace también palpable. En materias como sanidad, educación, cuidados o acceso a la vivienda la ciudadanía riojanoalavesa debe decidir en demasiadas ocasiones entre desplazarse hasta Gasteiz o a la Comunidad Autónoma de La Rioja.
Toda esta situación está teniendo consecuencias claras a la hora de fijar población en los municipios. Y, si bien es cierto que los municipios con mayor población están logrando atraer a nuevos habitantes, la gran mayoría de los pequeños municipios vienen perdiendo población, de manera sostenida, durante las últimas dos décadas con el riesgo de despoblamiento que ello supone.
Consciente de esta situación EH Bildu hizo público en marzo de 2023 el documento titulado “Plan Integral para Rioja Alavesa”. Hoy son cada vez más las voces que reclaman la necesidad de un plan estratégico propio para Rioja Alavesa. Un plan estratégico que analice en profundidad las dificultades y también las, grandes y muchas, oportunidades que ofrece la comarca para establecer las líneas de trabajo que contribuyan a revitalizarla y a construir un futuro que garantice una vida digna a sus habitantes. EH Bildu seguirá trabajando para que, más pronto que tarde, se inicien los trabajos para la elaboración de un Plan Estratégico para Rioja Alavesa. El futuro de la comarca y sus habitantes depende de ello.