AKTUALITATEA


| 2021-12-08 09:29:00

Las últimas semanas han corrido, y están corriendo, ríos de tinta en torno al conflicto abierto entre la DOCa Rioja y el sector vitivinícola alavés. Mucho ruido para tratar de ocultar las razones de fondo que empujan a los y las bodegueras y viticultoras a buscar mecanismos para poder salvaguardar y legar a las próximas generaciones un modo de vida digno y con futuro. Grandes titulares para tratar de ocultar que la batalla por la diferenciación y por el derecho a tomar sus propias decisiones no es otra cosa que la batalla por la supervivencia de un sector y una comarca.

¿Quién, en su sano juicio, estaría dispuesto a creer que el sector vitivinícola alavés está dispuesto a emprender este camino plagado de dificultades si no considerará que se juega su modo de vida y el futuro de la comarca? ¿Quién en su sano juicio pensaría que las empresas de Rioja Alavesa están dispuestas a enfrentarse a la DOCa Rioja, a los grandes grupos empresariales, a la Comunidad de La Rioja y hasta al Gobierno del Estado, si no lo considerarán estrictamente necesario para su supervivencia? 

La realidad es mucho más prosaica y sencilla de entender.

Rioja Alavesa es la comarca situada más al sur en la CAV, viven allí unas 11.000 personas y su situación y el excepcional microclima que ofrece la protección de Sierra Cantabria lo convierte en un lugar excepcional para el cultivo de calidad de la uva. Se estima que actualmente viven directamente de la comercialización de vino embotellado unas 300 familias y que otras 700 familias viven directamente ligadas a la venta de vino a granel o bien a la venta de uvas. Es, por tanto, Rioja Alavesa una comarca profundamente marcada por el monocultivo que hoy en día representa la uva. Un monocultivo que prácticamente colmata la capacidad productiva y que, por la propia orografía de la comarca, se desarrolla sobre todo en pequeñas parcelas y terrazas que dificulta y encarece la recogida de la uva.

Como bien es sabido Rioja Alavesa es una de las 3 subzonas de la DOCa Rioja, es por tanto imprescindible ver cuál es el papel de Rioja Alavesa en el consejo y observar también, qué es el consejo regulador. El consejo regulador de Rioja es ahora mismo una entidad gobernada por las grandes operadoras industriales vinícolas, y por tanto, todas las decisiones estratégicas que se han tomado allí en los últimos años (plantaciones, normas de vendimia, promoción etcétera) van siempre siguiendo exclusivamente los intereses que estos operadores marcan. Para entender cuál es este reparto en Rioja, baste decir que tan solo 14 bodegas venden el 50% de las botellas y si sumamos las siguientes 26 bodegas, estas venden el 80% de las botellas. El otro 20% lo venden otras 400 pequeñas bodegas. Partiendo de la base que la representatividad en el consejo regulador se basa en los litros vendidos, podemos imaginarnos sin posibilidad de equivocarnos cual es el papel de las pequeñas bodegas en DOCa Rioja.

Hace tiempo que las grandes operadoras industriales que controlan el consejo Regulador hicieron una apuesta clara por aumentar el volumen de producción y abaratar tanto el producto final como bajar el precio de la uva. Y hace tiempo también que quedó en evidencia que Rioja Alavesa no puede competir en ese ámbito. Los suelos de Rioja alavesa no pueden producir más uva y por su propia orografía, el precio de la uva de rioja Alavesa no puede competir con las grandes plantaciones en terreno llano del otro lado del Ebro. Rioja alavesa solo tiene una opción de supervivencia: apostar por producir vinos de gran calidad y diferenciarse de la estrategia de la DOCa Rioja y los grandes operadores que le llevan al abismo.

Mientras tanto, cada año, el número de bodegas familiares que echan el cierre es mayor y el cupo en número de botellas de la gran industria vinícola es cada vez mayor, la historia de siempre, cada día que pasa, las uvas, los vinos y los viñedos de nuestra comarca están en manos de cada vez menos operadores. Esto, evidentemente alimenta la despoblación y la pérdida de tejido social que es, hoy el verdadero drama de Rioja Alavesa.

La necesidad de diferenciarse es clara y necesaria. En este punto hay un amplio consenso en la propia comarca. Primero por las características propias de Rioja Alavesa, al norte del Ebro y a los pies de Sierra Cantabria, suelos claramente identificables como particularmente aptos para el cultivo de calidad de vid, punto este, en el que coinciden numerosas publicaciones a lo largo del mundo. Segundo por una cuestión sociocultural. Tenemos que proteger el tejido social de pequeñas bodegas de la comarca, sus elaboraciones tradicionales, como la maceración carbónica, sus gentes, sus costumbres, su modo de trabajar la tierra, en definitiva, Rioja Alavesa es un pequeño reservorio cultural que hay que preservar y diferenciar si queremos que sobreviva.

Sobre la vía para lograr dicha diferenciación, desde EH Bildu, creemos que cualquier camino que ponga en valor el tejido socioeconómico de Rioja Alavesa y sus gentes es positivo y estaremos allí para apoyarlo. Somos conscientes de que seguramente la vía más deseada en la comarca es la diferenciación mediante acuerdo con la DOCa Rioja e incluso la subdenominación dentro de la propia DOCa. Ahora bien, hace tiempo que es evidente que la vía del acuerdo con DOCa Rioja lleva a una situación de bloqueo que no hace sino mantener el statu quo y seguir empobreciendo la comarca de Rioja Alavesa. El último episodio entorno a la propuesta del PNV para modificar la ley de denominaciones de origen supraautonómico no ha hecho más que evidenciar algo que era un secreto a voces. La DOCa Rioja y el gobierno de la Rioja responden, y responderán siempre, con tambores de guerra ante cualquier iniciativa que pretenda defender los intereses de las bodegas de Rioja Alavesa. No hay dialogo sosegado posible, no existe posibilidad de acuerdo posible. La DOCa Rioja percibe como amenaza las necesidades vitales de Rioja Alavesa.

Pero la asunción de esta realidad no debe ser paralizante. Por el contrario, debe ser un activo para seguir avanzando. Si se cierra una puerta, Rioja Alavesa deberá seguir abriendo otras para garantizar su futuro. Y en este caso, futuro es sinónimo de diferenciación y soberanía pata tomar sus propias decisiones.