El reloj ha corrido hasta el final. Este Gobierno Municipal ha estirado los plazos hasta el extremo para aprobar la modificación puntual del Plan General, un requisito sine qua non para implantar la nueva regulación de los usos de hospedaje turístico en todas sus modalidades. Parece que será en marzo. O eso dicen los medios. Desde EH Bildu queremos insistir en la responsabilidad y la altura de miras que la situación exige.
Casualidad o no, un día después de convocar a los medios de comunicación para esta comparecencia de hoy, en la que denunciamos la dejadez de este Gobierno Municipal y los riesgos que implicaba no llegar a tiempo, se nos requiere a una reunión el próximo día 21 de febrero. Por cierto, una reunión que llevamos esperando desde octubre. Desde marzo del pasado año solo nos hemos reunido una vez. ¿Y ahora sí?
Con aquel anuncio de marzo, el Gobierno municipal suspendió las licencias y las autorizaciones, lo que supone enmendar o cuestionar, al menos por un tiempo, su propio proceder, aquel con el que este alcalde permitió implantar y legalizar cientos de pisos turísticos en la ciudad.
¿Y en qué han estado el PNV y el PSE durante todo este año? Poco o nada sabemos. Con el resto de formaciones apenas ha existido una reunión en este tiempo y, pese a emplazarnos a un segundo encuentro para enero, será la semana que viene, prácticamente en el tiempo de descuento. Criticamos esta opacidad, más aún cuando existía por parte del equipo de Gobierno un supuesto compromiso por mantener una comunicación de mínimos.
Con el calendario en la mano, la moratoria, para que sea aprobada en plazo, deberá llevarse al Pleno de marzo, convocado para el día 21. Por tanto, y como tarde, debería aprobarse en la Junta de Gobierno Local del 27 de febrero. Esto es: quedan dos semanas. Y en cualquier caso, para que entre en vigor, ha de publicarse en el Boletín Oficial de Gipuzkoa (BOG) antes del 18 de abril.
Este Gobierno municipal va a tener que tomar una decisión: si aprueba o no esta modificación puntual. En caso afirmativo, se prolongaría por dos años más la moratoria.
Propuestas para mejorar la vida en los barrios
Sin conocer el contenido final de la propuesta que podría aprobarse, desde EH Bildu insistimos en implantar ciertas medidas que devuelvan el equilibrio a los barrios y ayuden a reducir a saturación que sufren algunas zonas de la ciudad, sobre todo. Por ello, abogamos por extender a más barrios la protección frente a las viviendas de uso turístico y hoteles, prevalenciendo siempre y por encima de todo, el uso residencial de las viviendas.
Las intenciones hasta ahora conocidas se quedan cortas por varios motivos. Por ejemplo, no es suficiente declarar como zonas saturadas Gros, Antiguo y Centro, incluyendo la Parte Vieja. Es fundamental prever que las zonas colindantes se verán afectadas también, porque el efecto de la ‘mancha de aceite’ existe. Hablamos de Amara, Egia, Arriola, Ategorrieta e Intxaurrondo.
También resulta necesario rectificar y eliminar cualquier excepción que suponga la posibilidad de abrir nuevos hoteles en zonas saturadas bajo el pretexto, más bien
eufemismo, de «conservar patrimonio», como pueden ser iglesias, conventos o villas históricas. Habría que prestar atención a la zona de Ategorrieta, por ejemplo. ¿Es una salvedad ad hoc? También podríamos citar los casos de Mariaren Bihotza o Pío X, ambos en Gros. Y si tenemos en cuenta la posible implantación en colegios religiosos, conventos, pueden ser varias.
Para EH Bildu, es difícil creer que pueda solucionar la situación actual quienes nos han traído hasta aquí. Como muestra un botón: el bloque de viviendas de Zubieta 3, que actualmente está destinado por completo al alquiler turístico de lujo.
Este caso se remonta al 2019, cuando a un promotor se le suspendió de forma cautelar la licencia para convertir todo el inmueble en hotel, también en contexto preelectoral. Estaba en marcha el procedimiento para limitar la posibilidad de cambiar el uso de todo un edificio, de residencial a terciario. El Gobierno Municipal vendió esta medida como una herramienta eficaz para «proteger los suelos residenciales para blindar el Centro como lugar de residencia y evitar que la presión turística vacie de vecinos la zona». A día de hoy, el bloque completo funciona como hospedaje turístico. ¿Alguién va a dar explicaciones? Desde EH Bildu las pediremos.
Y conviene recordar que la propia moratoria, incluso el borrador de la modificación del Plan General, ya habla de la proporción en Donostia entre la población flotante (turistas) y la residente. Aunque en números globales se sitúa en 10 por cada 100 (máximo recomendado para no romper el equilibrio entre residentes y visitantes), hay barrios en los que se supera el 25%, un número a todas luces insostenible porque rompe el equilibrio natural. Queremos saber: ¿Qué va a hacer el Gobierno de Eneko Goia a este respecto?
Proponemos se elimine totalmente la previsión de que puedan implantarse nuevas actividades de hospedaje en barrios en los que ya se superan los umbrales recomendados e incluso se encuentran en niveles de gentrificación. A la vista está que los problemas generados por estas viviendas son considerables: cabría admitir que fue un error liberalizar la norma de la primera planta, responsabilidad del anterior y actual Gobierno. Los objetivos que se ha marcado este equipo de Gobierno no son asumibles con las medidas que ha anunciado. Por eso insistimos en la necesidad de un acuerdo porque tenemos propuestas que sí hacen viables estos objetivos.