Pernando Barrena:
Que el euskera sea considerado como lengua oficial de la UE tiene una gran importancia porque el estatus oficial a nivel europeo supondría un espaldarazo a la labor de recuperación de la lengua vasca, que, junto al gallego y el catalán, no olvidemos, son lenguas que se encuentran en una situación de desventaja de sus respectivos territorios y por lo tanto, no tienen asegurada su supervivencia. Por lo tanto, esa oficialidad supondría asegurar la presencia del euskera en las instituciones europeas y, además, en otros espacios públicos en condiciones de igualdad con las otras 24 lenguas oficiales. El impacto de esa decisión sería muy bienvenido en términos de normalización lingüística.
Ceo que a pesar de las maniobras que se están realizando en los últimos momentos por parte del PP, la posición a favor de la oficialidad es muy sólida. El euskera, el gallego y el catalán son lenguas cooficiales, recogidas en la propia Constitución española, antes incluso de la entrada del Estado español en la UE. Estas tresn lenguas se utilizan en el Congreso y el Senado y, por si fuera poco, la petición de oficialidades se realiza en estos momentos por parte de un Gobierno europeo. En el Estado español en estos momentos no hay ninguna otra lengua en Europa aparte de estas 3 que tenga este estatus y pueda acreditar esa situación de de estatus legal y reconocimiento en su territorio.
Las gestiones del Gobierno español se han dilatado demasiado demasiado en el tiempo, y nosotros confiábamos en que esta gestión se hubiese realizado. Suponemos el poder diplomático de un Estado, de un Gobierno de la UE que es el Gobierno español, que creo que ha utilizado demasiado tiempo para perseguir los objetivos que se habían marcado. En cualquier caso, en estos momentos están surgiendo informaciones que dicen, también, y en otras ocasiones, ha ocurrido algo parecido, que algunas fuerzas políticas están realizando una labor maliciosa, totalmente contraria a que el catalán, gallego, sean reconocidas como lenguas oficiales de la UE.
El PP no cree la diversidad, en una pluralidad lingüística. Hay un modelo de Europa en su cabeza que consiste en un club de Estados donde sólo las lenguas mayoritarias de esos Estados tienen derecho a existir, y esa es una posición que es contraria a los derechos fundacionales de la UE, al derecho a la diversidad y a la identidad cultural lingüística de los pueblos europeos. Se diría que, en definitiva, es una posición profundamente antieuropea.