AKTUALITATEA


| 2022-10-31 09:27:00

El 27 de octubre, al término del pleno, el alcalde pidió a uno de los padres de la AMPA de Zipiriñe que diera las explicaciones en castellano. De hecho, entre los concejales hay quienes no entienden euskera, por lo que, con la excusa de entenderlo todos, el euskera perdió su espacio, primando el castellano. Desde EH Bildu de Sopela denunciamos que el alcalde impidiera a este ciudadano realizar sus declaraciones íntegramente en euskera, solicitando que las hiciera en castellano y, por tanto, eliminando su opción por el uso del euskera y vulnerando sus derechos lingüísticos. 

Para que el euskera se normalice y los euskaldunes podamos vivir en euskera debemos mostrar una firme actitud euskaltzale. El conocimiento de la lengua no es un problema, sino un compromiso con nuestra lengua, porque hay posibilidades y medios para que todos y todas entendamos el euskera (antes de la COVID se traducían los plenos simultáneamente). Vulnerando los derechos lingüísticos de la ciudadanía euskaldun, estas actitudes consiguen que el euskera sea un complemento no imprescindible de nuestras instituciones, una lengua de segunda.

No queremos una presencia simbólica del euskera en nuestro ayuntamiento: los temas más importantes en castellano y los otros, los menosimportantes, en euskera. El Ayuntamiento debe asumir un compromiso firme de normalización del euskera. Sopela es un pueblo bilingüe y estas dos lenguas tienen que ser convivientes, por lo que debiera ser el propio Ayuntamiento el que tenga que poner los medios para que los que no sepan euskera también lo puedan entender.

En la foto: El Euskaraldi del 2019. Arrina, a la izquierda, el alcalde del Ayuntamiento de Sopela, el señor Josu Landaluze.