AKTUALITATEA


| 2022-01-11 13:04:00

PNV y PSE han hecho valer su mayoría absoluta en la Mesa del Parlamento para tumbar la solicitud de EH Bildu y Elkarrekin Podemos-IU de que la Cámara habilitara enero para celebrar sesiones y poder debatir así varias proposiciones no de ley para reforzar la Atención Primaria en Osakidetza, planificar la vuelta a las aulas, facilitar la conciliación a las familias y dar ayudas a las empresas y el trabajo autónomo más perjudicado por la sexta ola de la pandemia.

La negativa de PNV y PSE a habilitar el Parlamento, que de esta manera no retomará su actividad ordinaria hasta febrero, resulta incomprensible cuando la situación sanitaria y social es tan delicada y requiere medidas urgentes. En la actual situación empeñarse en que la Cámara esté cerrada hasta febrero es una forma de acallar a una sociedad que ni entiende ni comparte la gestión que el Gobierno vasco está haciendo en relación con la pandemia.

Igualmente incomprensible es que PNV y PSE hayan alegado que no es urgente debatir sobre Sanidad, Educación, conciliación y ayudas a empresas cuando la situación es la que es, con el sistema de salud sobrepasado y máxima incertidumbre en la escuela, las familias y las empresas. La decisión de los socios de gobierno es una más en lo que está siendo una gestión errática de la pandemia y únicamente refleja debilidad, ya que no hay mayor muestra de debilidad política que negarse a debatir propuestas de otros grupos. Cuando la mayoría absoluta pasa a ser el único argumento, señal de que no existen razones válidas para rechazar las iniciativas de la oposición.

A juicio de EH Bildu y Elkarrekin Podemos-IU, en una situación como la actual es imprescindible la implicación de todas las instituciones, agentes políticos, económicos y sociales; el auzolan se practica, no se predica.