AKTUALITATEA


| 2023-11-21 12:06:00

EH Bildu ha denunciado hoy que la Ley de Educación que finalmente han pactado PNV y PSE se aleja de los contenidos del Acuerdo Educativo y lo rompe en cuestiones clave. “Entre el PNV y el PSE, los unos por los otros, si la ley queda así será una ley de suma cero: el PNV acepta la línea roja del PSE abriendo la puerta a la degradación del aprendizaje del euskara, y, a cambio, el PSE acepta la concertación universal, la financiación sin límites ni control de la escuela concertada”, tal y como ha explicado Ikoitz Arrese.

EH Bildu, no obstante, no quiere arrojar la toalla y en la reunión de hoy de la ponencia ha puesto encima de la mesa “una última propuesta de mínimos” que permitiría desbloquear la situación en lo relativo a los dos puntos fundamentales de la ley: la regulación del Servicio Vasco de Educación y el aprendizaje de las lenguas. “El último día para cambiar el texto es este viernes y la pelota está en el tejado del PNV y el PSE. Son ellos quienes tienen que resolver esta situación. Llamamos a la responsabilidad y el compromiso con lo acordado en el Acuerdo Educativo”. Si los socios de gobierno rechazan también esa propuesta, ha añadido Arrese, la Mesa Política de EH Bildu propondrá a las y los bilkides votar en contra de la ley cuando se lleve al Pleno del Parlamento, ya que la última decisión la tomará la militancia en una asamblea nacional extraordinaria.

El parlamentario independentista ha alertado de las graves consecuencias del acuerdo entre PNV y PSE. En primer lugar, si la ley queda tal y como la han pactado, “se abre la puerta a la equiparación de la escuela concertada con la escuela pública en cuanto a financiación sin que haya ningún mecanismo legal para hacer cumplir los principios del Acuerdo Educativo; es decir, se renuncia a regular el Servicio Público Vasco de Educación, lo cual se aleja del espíritu y la letra del Acuerdo Educativo”, que establecía que la financiación pública de los centros concertados debe estar sujeta al cumplimiento de una serie de condiciones. “Derechos por obligaciones, eso es el Acuerdo Educativo, pero esta ley no establece obligaciones, sino principios rectores, y eso, en un contexto de bajada de natalidad, genera un riesgo enorme de fractura en la comunidad educativa”. Para Arrese, “la gran paradoja de este proceso es que el PSE, el que reivindica la Ley de la Escuela Pública, termina aceptando la concertación universal y el aumento de la financiación a la escuela concertada sin ningún tipo de control”.

En segundo lugar, los socios de gobierno “abren la puerta a la instauración de un modelo D-, un modelo D devaluado, al equiparar las tres lenguas en cuanto a su carácter vehicular y anteponer el derecho a elegir la lengua vehicular frente a los objetivos lingüísticos. Ese era el deseo del PSE, pero es algo que se aleja de los parámetros del Acuerdo Educativo, que hablaba de implementar los criterios pedagógicos necesarios para alcanzar los objetivos lingüísticos acordados”.