A partir de una proposición no de ley de EH Bildu, el Parlamento ha solicitado hoy al Gobierno vasco que trabaje “en la sistematización de las relaciones entre el Sistema Universitario Vasco y las Euskal Etxeak, formando una red de relaciones formal y permanente”.
Así lo ha acordado EH Bildu con PNV y PSE, concretando además las funciones a desempeñar por esa red de relaciones: “Ofrecer información al alumnado participante en el programa de relaciones internacionales, con el fin de facilitar su estancia; reforzar la relación entre ese alumnado y la diáspora vasca, para el desarrollo de su trayectoria personal y colectiva; prestar apoyo y facilitar el acceso a los servicios de información a las Euskal Etxeak participantes en el programa, y facilitar la participación del alumnado en esa red de relaciones y promover incentivos socioculturales, así como proporcionar la información necesaria, impulsando las acciones necesarias para dar a conocer la red”.
La parlamentaria de EH Bildu Edurne Benito, impulsora de la iniciativa, ha explicado que “se trata de una propuesta para fortalecer la colectividad vasca, para reforzar la red de relaciones de la diáspora con esa nueva comunidad que hace allí una estancia temporal. El objetivo es que las y los alumnos que acuden a programas internacionales tengan información, recursos y apoyo de manera que las Euskal Etxeak sean una puerta a la comunidad, que no salten al mundo solos, que dispongan de un soporte fuera de Euskal Herria”. En esta línea, Benito considera fundamental la labor de las Euskal Etxeak, “no sólo como escaparate de nuestra identidad nacional, sino también como espacio de prácticas comunitarias eficaces. La de hoy es una propuesta para potenciar, reconocer, fortalecer y apoyar el papel de las Euskal Etxeak desde las instituciones”.
La parlamentaria independentista ha reivindicado la importancia que la comunidad tiene en este momento histórico y la función que desempeñan las Euskal Etxeak en este sentido. “En una época en la que crecen el individualismo y la división social, en la que, por tanto, es clave construir soportes comunitarios, las Euskal Etxeak son ese soporte para mucha gente”.
A su juicio, además, “Euskal Herria tiene la ventaja de contar con una cultura de trabajo comunitario y militante profundamente arraigada, que forma parte de la supervivencia de nuestra nación, y eso no es una cosa del pasado. Cada día vemos ejemplos de ello; por ejemplo, el ambiente y las reivindicaciones que vivimos con motivo del partido entre Euskal Selekzioa y Palestina son una clara muestra de ello, una fuente de esperanza, ya que el clamor del reconocimiento nacional y la apuesta por un mundo mejor pusieron la dignidad de Euskal Herria bajo los focos de todo el mundo”.