AKTUALITATEA


| 2021-06-22 12:36:00

El último pacto presupuestario entre el Gobierno del Estado y el EAJ-PNV recoge la siguiente enmienda: “El Gobierno procederá, durante el ejercicio 2021, a enajenar al Ayuntamiento de Donostia los terrenos que en la actualidad ocupa el acuartelamiento de Loyola”. En febrero de 2021, el Ayuntamiento de San Sebastián y el Ministerio de Defensa constituyeron una comisión técnica encargada de “realizar una valoración exhaustiva de los posibles aprovechamientos urbanísticos en la parcela de los acuartelamientos”, así como para “analizar cuestiones relacionadas con el planeamiento urbanístico futuro de la zona”.

El Ministerio de Defensa, por su parte, ha manifestado que quisiera construir un nuevo cuartel a 150 metros, al otro lado del Urumea.

Ante esta situación, diversos agentes de San Sebastián y de los alrededores han creado la plataforma Kuartel Berririk Ez, ya que consideran que “el mundo no necesita más cuarteles”. De momento, forman parte de la plataforma los siguientes agentes: Bake Ekintza Antimilitarista, Asamblea Feminista de San Sebastián, Ehun Ehuntzen, Ernai, Eguzki, Ikama, Jaizkibel Militarrik Gabe, Comité Internacionalista, Ongi Etorri Errefuxiatuak, Satorralaia, SETEM, CGT, CNT, ELA, ESK, LAB, STEILAS, Alternatiba, Antikapitalistak, EH Bildu, EPK, Ezker Anitza, Plazandreok, Ahal Dugu, Sortu, Cartel de Derechos Sociales de Donostia eta Piztu Donostia.

En la Comisión de Servicios a las Personas del 14 de junio de 2021, el alcalde, Eneko Goia Laso, señaló que el Ayuntamiento de San Sebastián ha concluido los primeros trabajos que debe presentar en la citada comisión técnica, por lo que están a punto de fijar el cara a cara con el Ministerio de Defensa para tratar los aspectos técnicos.

En este contexto, trasladamos al Pleno de hoy la presente moción, presentada por la plataforma Kuartel Berririk Ez.

San Sebastián fue, durante siglos, una plaza militar y, a lo largo de todos esos años, sufrió las consecuencias de varias guerras. La población donostiarra, dedicada a la pesca, al comercio, a la ganadería y a la agricultura, fue víctima de decenas de ataques, masacres y quemas, de entre las cuales la más recordada es la de 1813. Tras cada destrucción, esta hermosa ciudad fue reconstruida entre todos y todas las donostiarras.

Cuando, por decisión municipal, se derribaron las murallas y se renunció al estatus de plaza militar, se apostó decididamente por una ciudad abierta, civil y respetuosa. Sin embargo, en el último gran conflicto, en 1936, esta ciudad sufrió terribles escenas de represión y asesinato por parte de las fuerzas golpistas.

En las últimas décadas, la ciudadanía donostiarra ha manifestado su solidaridad con los pueblos que han sufrido y sufren guerras. La ciudad, en el referéndum de 1986, se pronunció en contra de la OTAN, y miles de insumisos donostiarras se negaron a cumplir con el servicio militar obligatorio.

Hoy, en 2021, Donostia debe reforzar y ratificar su apuesta de ciudad por la paz y la resolución de conflictos. Esta apuesta exige también la adopción de compromisos por parte las instituciones municipales.

En este sentido, San Sebastián está exenta de pago por los terrenos en los que se ubica el actual cuartel del ejército en el barrio de Loiola: La cantidad abonada por el Ministerio de Defensa a un particular en 1920 por los terrenos en los que se construyó el actual cuartel es inseparable de los procesos históricos de acaparamiento militar y de las sucesivas ventas especulativas de espacios públicos que sufrió San Sebastián en siglos anteriores: la ciudad tuvo que pagar importantes cantidades para poder recuperar, para usos civiles, espacios como Urgull, Alderdieder y Ondarreta. Es hora de suspender los continuos procesos de pago por la declaración de San Sebastián como "plaza militar".

El pago de estos terrenos de Loiola no es un simple acuerdo económico entre el Ayuntamiento y la Administración del Estado: Tras 30 años de bloqueo especulativo, los militares pondrán precio a este terreno y, por lo tanto, condicionarán lo que se vaya a construir en dicho emplazamiento. Será un pago directo a las arcas del Ministerio de Defensa, que alimentará una política basada en una defensa armada estéril que no impide ni resuelve el origen de los conflictos.

Sin embargo, tal y como hemos señalado, inmerso en esta inercia militarista, el Ministerio de Defensa ha expresado su deseo de construir un nuevo cuartel al otro lado del Urumea.

No necesitamos cuarteles antiguos ni nuevos, ni en San Sebastián ni en ningún otro lugar del mundo: el gasto militar debe destinarse a inversiones y alternativas sociales, sanitarias, culturales, medioambientales... con el objetivo de mejorar la seguridad humana y no perpetuar modelos securitarios militarizados que han fracasado.

En consecuencia, entendemos que la desaparición del actual cuartel de Loiola no implica necesariamente la construcción de un nuevo cuartel. Es más, creemos que hay que apostar por procesos generales de desmilitarización de las sociedades, como políticas económicas internacionales más justas, resolución no violenta de conflictos, industria armamentística orientada a la producción civil...

Por todo ello, el concejal y la concejala abajo firmantes, a petición de los agentes integrantes de la plataforma Kuartel Berririk Ez, presentan la siguiente

MOCIÓN DE CONTROL:

1.- El Pleno del Ayuntamiento de San Sebastián insta al Gobierno municipal a que solicite al Ministerio de Defensa la entrega gratuita a la ciudad de los terrenos en los que se encuentran los actuales cuarteles de Loiola, así como los de la hípica y Lore Toki.

2.- El Pleno del Ayuntamiento de San Sebastián insta al Gobierno municipal a que, atendiendo al compromiso de esta ciudad por la paz y por la desmilitarización, se comprometa a impedir la construcción de otro cuartel que sustituya al actual, entendiendo que en los terrenos de la hípica se pueden construir equipamientos sociales, sanitarios, culturales, etc., más útiles para la ciudadanía.

Donostian, 2021eko ekainaren 18an