AKTUALITATEA


| 2020-02-10 01:15:00
Una nueva oleada de nuevos hoteles está abordando nuestra ciudad. No hay semana que no se dé cuenta de un nuevo proyecto, de una nueva licencia o de una nueva apertura. Y todo indica que los próximos meses esta tendencia se va a recrudecer, ya que Donostia es la ciudad del estado donde más rentable resulta abrir un hotel (+7% en 2019 según recientes datos del propio sector). Es decir, Donostia está emitiendo a todo volumen un “efecto llamada” a las grandes operadoras del sector que solo se rigen por la ley del máximo beneficio al mínimo coste. Sin embargo, vemos al Gobierno de Eneko Goia cómo asiste pasmado a esta nueva oleada, dejando a la ciudad y a sus habitantes totalmente desprotegidos. Esta actitud relajada de Eneko Goia, que es bien conocida en el sector, contribuye a incrementar el mencionado “efecto llamada”.

Medidas insuficientes

Cabe recordar que en su día el Gobierno adoptó dos medidas relativas a la apertura de hoteles. Se trataba de dos medidas insuficientes y demasiado timoratas, pero que, complementadas con otras, podrían comenzar a poner coto a la proliferación de hoteles y enviar un mensaje claro al sector.

Por un lado, se anunció la declaración de zona saturada de actividad comercial (hoteles, pensiones, albergues, etc) a la Parte Vieja. Como ya dijimos en su día, esta medida llegó tarde porque, a pesar de ser anunciada muchos meses antes por Goia, se demoró tanto en el tiempo que permitió otorgar la licencia al nuevo hotel del número 31 de la Calle Mayor, que ahora se encuentra en obras. Pues bien, queremos alertar de que la suspensión de licencias que el Gobierno declaró en su día finalizará el próximo 7 de junio. La declaración de zona saturada requería de un cambio en el Plan General, y la suspensión de licencias era una consecuencia asociada a la tramitación de este cambio. Pero este trámite lleva parado desde enero de 2019 y, en el caso de que no se concluya en la próximas semanas, el 8 de junio se podrían volver a conceder licencias a nuevos hoteles. Recordamos, en ese sentido, la reciente adquisición del edificio de La Cueva por un grupo empresarial. No quisiéramos asistir a nuevas demoras que solo beneficiarían a unos intereses privados muy concretos.

Por otro lado, el Gobierno municipal, anunció en precampaña que quería limitar la transformación de edificios residenciales enteros en hoteles. Dijeron textualmente que el objetivo era que “el centro de la ciudad se mantenga como un ámbito esencialmente residencial y no se despueble de vecinos por la presión inmobiliaria que ejerce el turismo”. Lo que hicieron, realmente, fue aprobar en febrero de 2019 una modificación del PGOU que introducía un nuevo trámite por el que las licencias a nuevos hoteles en edificios residenciales requerían un Plan Especial. Es decir, el pleno iba a tener la última palabra a la hora de otorgar estas licencias. Ya dijimos en su día que esta medida no iba a impedir que nuevos hoteles se instalaran en parcelas no residenciales, como así está ocurriendo. Aunque es verdad que la medida se aprobó inicialmente en febrero de 2019, la realidad es que no ha avanzado en su tramitación (se requiere aún su aprobación provisional, su posterior envío al Gobierno Vasco y, por fin, ya se aprobaría definitivamente).

Situación que empeora

El caso es que cada vez hay más hoteles en Donostia y que se están abriendo cada vez más. Y la zona de Gros parece estar en el punto de mira de las cadenas hoteleras. Se está hablando de nuevos proyectos hoteleros, como por ejemplo un hotel de gran capacidad en Ulia, en la parroquia de San Pío X (Ategorrieta), en Claret (Sagues).

Pero es que como reconocía el propio gobierno en precampaña, la proliferación de hoteles no es inocua para la ciudad. Tienen consecuencias en el derecho a la vivienda, en el modelo comercial y en el día a día de los barrios que se llenan de hoteles. A lo que hay que sumar el problema añadido que tenemos en esas mismas zonas con otras formas de alojamiento vacacional, como los pisos turísticos. Según los último datos censales publicados por el INE, en diez años Gros ha perdido 1.144 habitantes (6 %) ; el Centro 639 (7%) la Parte Vieja 313 (5%), mientras la ciudad ganaba un 1%.

Propuestas de EH Bildu

Desde EH Bildu creemos que el Gobierno de Eneko Goia tiene que reaccionar, y poner en marcha nuevas medidas que, por un lado, sean más eficaces que las planteadas hasta ahora y, por otro, mandar un mensaje claro a las grandes cadenas hoteleras.

En EH Bildu tenemos vocación de Gobierno y no vamos a quedarnos en la mera denuncia de una nefasta gestión. Presentamos tres medidas perfectamente realizables cuyo objetivo es blindar a nuestra ciudadanía ante la avalancha hotelera que padecemos.

  1. Proponemos al Gobierno que declare zona saturada de usos hoteleros, entendidos éstos como los de hospedaje de personas, ejercido con fines lucrativos, en cualquiera de sus modalidades (hoteles, pensiones, albergues, etc.) incluida las de viviendas que se destinan a usos de alojamiento turístico, o alquiler de habitaciones de uso turístico en vivienda habitual a los barrios más afectados: Gros-Ulia y Centro.

  2. Proponemos que el cambio de una actividad residencial a hotelera requiera modificación del PGOU. En la propuesta del Gobierno se requiere solamente la tramitación de un Plan Especial. Un cambio del PGOU es sólo de iniciativa municipal, si no no se inicia.

  3. Exigimos que, con carácter inmediato, se finalice ya el cambio del PGOU relativo a la Parte Vieja para que no se abran más hoteles en la Parte Vieja. La amenaza del 7 de junio está a la vuelta de la esquina y el expediente sigue parado. Llevaremos esta exigencia a las comisiones de la próxima semana.