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Elecciones | 2024-04-08

La senadora de EH Bildu Idurre Bideguren ha afirmado hoy que la política cultural «necesita una sacudida» y ha subrayado «el carácter estratégico que la cultura tiene» para la coalición independentista, ya que «la cultura es la manera que las y los vascos tenemos para ubicarnos en un mundo globalizado que es cada vez más homogéneo. La cultura y desde la cultura también se construye un punto de encuentro para la ciudadanía, además de desarrollar colectivamente nuestra identidad». Bideguren ha hecho estas declaraciones en un acto de campaña en Orereta-Errenteria, donde ha participado con la alcaldesa de la localidad, Aizpea Otaegi.

Según ha indicado la senadora, la política institucional en lo relativo a la cultura «necesita una sacudida» porque «también en este ámbito la realidad ha cambiado muchísimo en los últimos años y el Gobierno de Lakua sigue haciendo las mismas políticas que hace una década, sin novedades y sin apuestas estratégicas». Por ello, para revertir esta situación, «la política cultural necesita una sacudida, porque la madurez, la riqueza y el nivel profesional que hay en la cultura vasca y entre las y los creadores vascos no se corresponden con el bajo nivel de la política que se hace desde las instituciones». A diferencia de lo ocurrido durante los mandatos de Urkullu, «necesitamos una cultura compartida, una política cultural que reconozca a los agentes que están trabajando en la cultura, que prestigie la propia creación, que cree puestos de trabajo y que ayude a mantener los existentes, que sea llave para fortalecer y revitalizar la cultura vasca y el euskera».

En esta línea, tras recordar que, «salvo excepciones, el mundo de la cultura soporta malas condiciones y se encuentra en una situación muy vulnerable», Bideguren ha manifestado el compromiso de EH Bildu de «desarrollar el Estatuto Vasco de las Personas Artistas, Creadoras y Profesionales de la Cultura» para revertir la situación actual. «Mediante ese Estatuto pretendemos exprimir al máximo las herramientas y competencias que tenemos para reforzar y proteger las expresiones culturales desde la base, porque son las que sostienen el sistema, frente a un modelo de megaproyectos y macroeventos que se mide solo en términos monetarios. El Estatuto será además un instrumento clave para garantizar condiciones vitales y laborales dignas a las y los profesionales de la cultura».
 


Más allá del citado Estatuto, la senadora ha puesto sobre la mesa una batería de propuestas para dar un vuelco a la política cultural, como crear el Centro de la Cultura Vasca, el epicentro desde el que diseñar políticas culturales con la participación de los agentes del sector; redefinir el plan estratégico de cultura para pasar a un modelo renovado de política cultural de la mano de los agentes del ecosistema; aprobar la Ley de Derechos Culturales para hacer que la cultura sea un derecho básico; destinar el 1% del presupuesto del Gobierno para obras públicas al fomento de la cultura y la protección del patrimonio; aprobar la Ley de Mecenazgo, para regular los beneficios fiscales y el micromecenazgo; desarrollar la Ley Vasca del Cine que, entre otras cosas, garantizará un mínimo de proyecciones en euskera, tanto dobladas como subtituladas; mejorar la financiación del programa Zinema Euskaraz; promover una investigación sobre la situación de las mujeres artistas, que durante 40 años apenas han sido tomadas en consideración por el Gobierno, para dar a conocer su trabajo, e impulsar el carácter público y gratuito de los equipamientos artísticos y culturales.
 


Como Bideguren, también la alcaldesa de Orereta-Errenteria, Aizpea Otaegi, ha destacado el carácter estratégico de la Cultura, entre otras razones, «por su capacidad para garantizar el bienestar integral de la ciudadanía e influir en el desarrollo socio-económico de un pueblo». Según ha explicado, las políticas que en los últimos años EH Bildu está llevando a cabo en este ámbito en Orereta-Errenteria son fruto de esas reflexiones y «están relacionadas con el fortalecimiento del ecosistema y la red de agentes culturales que tenemos en el municipio, reconociendo su labor, fomentando el conocimiento de su trabajo, mejorando sus condiciones materiales y promoviendo la cooperación entre ellos». En este sentido, Otaegi ha destacado especialmente dos proyectos que son resultado de esa forma de hacer política: la Fábrica Lekuona y el proyecto Agustinas en el ámbito de la Industria Cultural y Creativa.