El pasado 28 de noviembre asistimos a la aprobación de los presupuestos municipales de Zumarraga en segunda votación, haciendo valer el voto de calidad del alcalde. Este año también, desde EH Bildu de Zumarraga, seguimos defendiendo que los presupuestos de cualquier administración pública son la herramienta necesaria para bajar a la realidad un proyecto político determinado. Por tanto, como paso previo a la negociación de estos presupuestos desde EH Bildu solicitamos al equipo de gobierno que se nos realizara a los grupos de la oposición una presentación de los presupuestos. Algo que consideramos lógico, nada extraordinario. De hecho, era una manera de hacer habitual en el pasado en este ayuntamiento. Propusimos también un nuevo calendario para la negociación, que tuviera como fin detectar las áreas de acuerdo para poder desarrollarlas posteriormente. Áreas de acuerdo que si fuera posible se incorporaran a los presupuestos del año que viene o se plasmaran en un documento de compromisos para irlos trabajando durante el próximo año.
Sin embargo, el proceso de elaboración de estos presupuestos ha seguido el mismo patrón que el de las ordenanzas de tasas e impuestos. Propuesta que nos llega por correo, realizamos nuestras aportaciones y por último, se desechan las mismas. Proceso legítimo por supuesto pero que no está muy orientado a la búsqueda del acuerdo. Difícil de entender más aún cuando el equipo de gobierno no tiene mayoría absoluta.
Las propuestas remitidas por EH Bildu se han basado en varias líneas de trabajo: Propuestas para la mejora de la justicia social, propuestas para el desarrollo de las redes comunitarias, propuestas para el desarrollo de nuestro entorno y propuestas de inversiones comunitarias y puntos de encuentro que pedíamos se diseñaran junto con la ciudadanía. 27 propuestas que se han basado en los encuentros tenidos en los barrios, propuestas basadas en nuestro programa electoral y propuestas presentadas conjuntamente con nuestro grupo municipal de Urretxu. Propuestas que en su mayoría se podrían consensuar si hubiera voluntad política. Propuestas sin embargo, que necesitarían procesos de negociación y de desarrollo que no se pueden abarcar únicamente en este proceso presupuestario. Por tanto, solicitábamos la firma de un acuerdo donde se plasmaran las posibles áreas de negociación a desarrollar durante la legislatura. Pero ha sido imposible ni siquiera dar los primeros pasos. Hemos recibido una rotunda negativa por parte del equipo de gobierno.
No sólo eso. Durante el pleno el equipo de gobierno que no tiene mayoría absoluta se dedicó a menospreciar y ridiculizar las propuestas de la oposición sin ni siquiera haber tenido la oportunidad de explicarlas en el foro correspondiente. El alcalde, demostró especialmente una actitud beligerante hacia las propuestas realizadas. Y los grupos de la oposición se dedicaron a ofrecer diálogo para poder llegar a acuerdos. El mundo al revés. La realidad es que como todo el mundo sabe, por las circunstancias por todos conocidas, el PSE sabía que iba a sacar adelante estos presupuestos sin tener la necesidad de negociar absolutamente nada con ningún otro grupo municipal. Y conociendo esta realidad, la actitud que hemos mostrado los diferentes grupos municipales nos ha retratado.
Por tanto, esperemos que el año que viene se den las condiciones para que podamos negociar tanto las ordenanzas de tasas e impuestos, como el presupuesto municipal. Entendemos que un posible acuerdo necesitará de un intenso trabajo previo. Por nosotros no será. Queremos que nuestras propuestas puedan enriquecer los planteamientos del equipo de gobierno. Mientras tanto, viendo que este año no se han dado ni siquiera los condicionantes previos que consideramos imprescindibles para un proceso de negociación, nuestro grupo municipal votó en contra de estos presupuestos. Ojalá el año que viene podamos cambiar el sentido de nuestro voto. Sería una excelente señal.