AKTUALITATEA


| 2020-05-08 12:01:00

Hace unos días escuchábamos a Mertxe Aizpurua recitar desde la tribuna del Congreso de los Diputados un maravilloso poema de Xabier Euzkitze. Una reflexión tan bonita como contundente que deberíamos tener presente cuando llegue esa normalidad que tanto ansiamos. "No somos necesarios; el aire, la tierra, el agua y el cielo están bien sin nosotros. Cuando regresemos, no olvidemos que somos sus invitados y no sus dueños."

Son muchos los hábitos, las políticas que debemos cambiar para que esta idea sea la base de nuestras vidas, y esta crisis puede llegar a ser una oportunidad. Una oportunidad para construir una sociedad más justa, más empática, y más amable, también con el medio ambiente.

Este tiempo de reflexión tiene que tener como resultado el impulso de políticas valientes y responsables en muchos ámbitos, y uno de ellos es, sin duda, el de la movilidad. Empieza a haber movimiento; ya hay municipios que se están comprometiendo con una movilidad basada en la bicicleta como transporte principal.

Para EH Bildu es fundamental la apuesta por una movilidad sostenible y segura, cuyos pilares sean, la recuperación de los espacios que desde hace años hemos ido cediendo a los vehículos, siempre en favor de peatones y ciclistas, y el impulso para un mayor uso del transporte público.

La Red de Ciudades por la Bicicleta propone la implementación de ciudades 30 como forma de reducir conductas temerarias en el tráfico, y también como mecanismo para favorecer la movilidad activa; nuestra ciudad hace tiempo que lo es, pero la realidad nos ha enseñado que esta medida, por sí sola, no es suficiente:

Una movilidad segura y sostenible en Irun sólo será posible si potenciamos el uso de la bicicleta y para ello debemos cambiar el actual diseño de nuestra ciudad, dotándola de más espacios seguros para ciclistas, sin que ello suponga un perjuicio a los peatones. Esto implica que será esencial trabajar en Irun la coexistencia de las bicicletas con otros vehículos; priorizar la seguridad de los ciclistas cediendo, por ejemplo, un carril completo al transporte público y bicicletas, o incluso cerrando ciertas calles al tráfico habitual de vehículos supondría un gran avance en este camino. Más allá de nuestra histórica petición para implementación de un servicio púbico de alquiler de bicicletas, se debe mejorar y ampliar la Red de Bidegorris y acompañarla con la peatonalización de algunas calles, asegurar la capacidad de todas las familias a poder tener una bicicleta mediante el diseño de ayudas complementarias para su compra (tanto mecánicas como eléctricas), así como construir aparcamientos seguros, e incluso impulsar desde el Ayuntamiento servicios de ciclologística tanto en el comercio de proximidad como en los propios servicios municipales, son algunas propuestas para poder avanzar hacia un Irun más amable.

Pero no podemos olvidarnos del siguiente concepto: pedagogía. Sin duda alguna, es fundamental sumar a proyectos como Bide Heziketa, iniciativas que, además de enseñarnos a circular en bicicleta por nuestra ciudad, se extiendan también a los conductores, a fin de disminuir las conductas que, sin duda, generan inseguridad en la ciudadanía a la hora de compartir espacios, y por tanto disminuye el potencial uso de la bicicleta.

No vamos a conseguir un Irun sostenible solo con medidas de movilidad. Hablamos de movilidad, sí, pero también de medio ambiente, de desarrollo sostenible... Son muchos los ámbitos y las instancias desde las que hay que trabajar para que interioricemos una cultura que gire en torno a otro tipo de sociedad. Desde EH Bildu trabajaremos por el impulso de estas medidas, no solo en nuestro Ayuntamiento, también desde todas las instituciones en las que tenemos representación.

Volviendo a Euzkitze, el comienzo de su poema decía "Nos acostamos en un mundo y despertamos en uno diferente". Hagamos que ese nuevo mundo sea, al menos, mejor que aquel en el que nos acostamos.