El grupo municipal EH Bildu ha solicitado al Gobierno Municipal de Gasteiz incluir en los convenios de financiación o cofinanciación pública de obras o rehabilitaciones una cláusula específica que regule los usos culturales venideros en el espacio a reformar. EH Bildu ha insistido también en la «necesidad de garantizar» a futuro que en el patrimonio y los espacios donde se invierta financiación pública exista un compromiso claro de que dicha inversión revertirá nuevamente en la ciudadanía, entre otros aspectos de interés general, a través de su uso cultural.
Desde el grupo político han querido poner en valor la historia larga y rica con la que cuenta Gasteiz y todo el patrimonio en el que se ve reflejada dicha historia. Así pues, a pesar de que también han valorado el «reto» que supone su gestión, consideran que a día de hoy existe un consenso generalizado en torno a una política de conservación que preserve y destaque la importancia de todo el patrimonio, ya que entienden que «su defensa es de ámbito de interés general».
Tal y como Aitziber Salazar, edil del grupo EH Bildu, ha indicado: «Araba y Gasteiz están incentivando el uso cultural de nuestro territorio a través de una importante inversión de dinero pública. Ante este esfuerzo por parte de las instituciones, no hay cabida para veto, chantaje o censura de ningún tipo. El dinero de la ciudadanía se tiene que ver revertido en la ciudadanía nuevamente, y la única opción de asegurarlo, es mediante una cláusula en los proyectos de rehabilitación con financiación pública».
Entre todos estos bienes, destacan los templos de culto religioso, tanto por su valor histórico y arquitectónico como por ser los principales espacios en percibir financiación pública para detener el deterioro y materializar su rehabilitación. Uno de los ejemplos más claros es la Catedral de Santa Maria: su proyecto de rehabilitación, iniciado en el año 1999 y con un plazo inicial de 10 años, se ha prolongado ya hasta los 25 años y ha percibido entorno a los 50 millones de euros de financiación pública. A pesar de ello, recientemente hemos conocido la negativa del Obispado a la grabación de la película Sacamantecas en la catedral, lo que evidencia aún más la necesidad de especificar las futuras opciones de uso cultural de los espacios rehabilitados con dinero público.