AKTUALITATEA


| 2019-05-09 19:00:00

Donostia está inmersa en un proceso de transformación en todos los ámbitos de la sociedad, con nuevos movimientos sociales que ganan el espacio a los viejos valores, abriendo de par en par las puertas de la ciudad al futuro y a la modernidad:

  • El movimiento feminista ha asaltado la ciudad durante los últimos dos años, poniendo en jaque al patriarcado imperante.

  • El movimiento de pensionistas ha roto los esquemas de aquellos que hasta haca unos meses pensaban que una ciudad envejecida es una ciudad conservadora, y se frotaban las manos.

Pero no solo hay un cambio en el sistema de valores, la ciudad también esta padeciendo transformaciones económicas estructurales:

  • El proceso de tursitificación está poniendo patas arriba el equilibrio que se había conocido hasta hace unos años entre esta actividad económica y la vida en la ciudad. La industria prácticamente ha desaparecido, y qué decir de la pesca y la agricultura, y cada vez somos más una ciudad de servicios.

Y las consecuencias de que los actuales gobernantes de la ciudad apuesten por el monocultivo turístico ya están aquí:

  • El precio de la vivienda en alquiler se ha disparado un 30% durante el Gobierno del tándem Goia-Gasco, y los precios de compra ya están otra vez a niveles de burbuja inmobiliaria. Muchas personas se ven expulsadas de sus barrios de toda la vida porque, simplemente, no se lo pueden permitir.

  • Los desequilibrios económicos y territoriales en la ciudad se están acentuando, poniendo en peligro una de las señas de identidad de nuestra ciudad: la cohesión social. Y es que la renta de los barrios más ricos (Miramon) ya triplica la de los barrios con menos renta, cuando hasta hace bien poco éramos por mucho la ciudad vasca con menos desigualdad.

  • Y la precariedad laboral asociada al proceso de turistificación, aunque no es un lacra exclusiva de Donostia, dificulta aún más la vida en la ciudad.

Ante esta situación, las mujeres y hombres que formamos EH Bildu manifestamos que ha llegado la hora de un cambio de rumbo. Nuestro objetivo es claro: Que cada cual pueda desarrollar su proyecto de vida en Donostia.

  • Una ciudad en el que todos y todas podamos disponer de una vivienda desde donde poder construir nuestro proyecto de vida, sin que nuestros hijos/as, hermanas/as, amigas/as se tengan que ir a vivir fuera del barrio.

  • Una ciudad en la que las mujeres podamos andar por la calle sin miedo a las agresiones machistas

  • Una ciudad que apueste por crear trabajos dignos y de calidad

  • Una ciudad donde podamos vivir y convivir en euskera

  • Una ciudad con memoria, sin presos y en donde no se niegue el sufrimiento de nadie

  • Una ciudad donde cada cual pueda elegir su opción sexual en libertad

  • Que nuestras hijas e hijos puedan jugar y divertirse en unas calles amables

  • Que nuestras personas mayores puedan seguir desarrollando su proyecto de vida después de la jubilación porque se lo han ganado y nadie tiene derecho a robarles el futuro.

  • Una ciudad en la que haya comercios y no se fomenten nuevos grandes centros comerciales

  • Una ciudad acogedora y de acogida.

  • Y que las aceras y los jardines de nuestros barrios luzcan tan espléndidos como los de la Concha

Pero nada de esto va a poder llevarse a cabo si seguimos por el camino de los últimos años. Nuestra ciudad tiene que dejar de mirar a los modelos de ciudad turística y sin industria que imperan en muchos puntos del Estado y volver a mirar a Europa, a la modernidad.

Y para ello desde EH Bildu proponemos a todas los agentes sociales, sindicales, económicos, políticos e institucionales de Donostia que trabajemos juntos y juntas por un nuevo Pacto de Ciudad. Los viejos valores ya no valen y el sistema económico imperante es una máquina de desigualdaes. La ciudad necesita un nuevo contrato firmado entre todos y todas las que la habitamos, sin excluir a nadie, para mirar al futuro sin resignación y con esperanza.

Este es nuestro compromiso para los próximos años. Cuanto más votos de EH Bildu en las urnas de Donostia este próximo 26 de mayo, mayor impulso estaremos dando a este Pacto de Ciudad. La alternativa es quedarnos estancados, mirando como crecen las desigualdades, mirando como los y las donostiarras vamos perdiendo espacios en favor de intereses ajenos a la ciudad. Lo hemos visto en otras bellas ciudades del mundo. Estamos a tiempo de ser dueños de nuestro futuro.