AKTUALITATEA


| 2022-09-21 12:08:00

Desde EH Bildu venimos alertando los últimos años sobre las consecuencias negativas del incremento sin control de hoteles, pisos de uso turístico y resto de alojamientos turísticos en la ciudad. Durante todo este tiempo hemos visto cómo cada vez más voces de donostiarras se iban sumando a estas denuncias hasta que, por fin, entre todos y todas, hemos conseguido que estas posiciones se hayan vuelto hegemónicas entre la sociedad donostiarra.

Y es que incluso el Gobierno de Goia ha tenido que anunciar que están estudiando una nueva fórmula para limitar la apertura de nuevos hoteles. Y no solo eso, esta misma semana en Comisión, la concejala de Urbanismo ha confirmado que también están estudiando cómo suspender la emisión de nuevas autorizaciones para pisos de uso turístico. Se trata de anuncios con poca concreción, que llegan tarde porque las consecuencias de las políticas desarrolladas hasta ahora son ya considerables. En cualquier caso, cada vez queda más a las claras que el Gobierno de PNV-PSE sabe que la sociedad donostiarra ha dicho basta ante tanta manga ancha.

En opinión de EH Bildu, hace falta dar un paso adelante y consensuar entre todos los actores implicados (instituciones, asociaciones de vecinos/as, sector hotelero…) la declaración de zonas saturadas de actividad turística de, al menos, Gros, el Centro y el Antiguo. Y, mientras tanto, es necesario aplicar una moratoria para nuevos alojamientos turísticos en toda Donostia.

En este sentido, nadie entiende que la concejala de Turismo siga hablando de que la ciudad aún no está saturada. Asegura que tenemos un ratio de saturación del 8%, pero se autoengaña, porque toma a toda a la ciudad como referencia, cuando la práctica totalidad de hoteles, pensiones, pisos turísticos, hostels, etc. se concentran en el Centro, Gros, Parte Vieja y Antiguo. Es decir, donde viven escasamente un tercio de los y las donostiarras. Por eso, la afluencia de turistas alojados en estos barrios supone un 20-25% de la población censada allí, lo cual supone una exageración. Y subiendo.

Y en cuanto a los pisos de uso turístico, no solo es necesaria la moratoria y la declaración de zonas saturadas, sino que debemos empezar ya a pensar cómo comenzamos a actuar sobre las ya autorizadas. Una de las vías posibles es activar la «caducidad de autorizaciones». Hasta ahora, un piso turístico obtenía la autorización para siempre, pero creemos que es tal el impacto de estas actividades en la ciudad que se debe empezar a retirar las autorizaciones que no estén en uso.

Y es que ya vamos tarde y cada día que pasa sin tomar decisiones empeora los problemas. Este Gobierno lleva años negando que la proliferación de los pisos de uso turístico tuviera influencia sobre el mercado de las viviendas de alquiler y sobre el precio de las mismas, y tampoco ha tenido en cuenta las molestias que genera en las comunidades de vecinos/as. Este Gobierno ha legalizado cientos de pisos de uso turístico, inicialmente mediante una Ordenanza que fue invalidada por el Tribunal Superior de Justicia por incumplir la regulación establecida en el Plan General de Ordenación Urbana y, posteriormente, mediante la modificación «ad hoc» del citado PGOU. Siempre con un mismo propósito: permitir la actividad de cientos de pisos de uso turístico situados por encima de la primera planta.