AKTUALITATEA


| 2021-09-22 12:36:00

El vecindario del muelle está enfadado porque, como ocurrió en 2020, el Gobierno Vasco ha vuelto a cerrar la rampa este año. Desde hace mucho tiempo, esta zona ha sido de uso público y comunitario y ha sido utilizada para el ocio, tanto por los vecinos del muelle como por el resto de los donostiarras, así como por los visitantes. Ahora solo se puede utilizar para impartir cursos y por otros tipos de embarcaciones.

A pesar de que la gestión del muelle no es competencia del Ayuntamiento de Donostia, presentamos una interpelación, en la Comisión de Servicios a las Personas de julio de 2021, para que el Gobierno Municipal aclarase su postura ante las medidas de restricción del uso del muelle. En dicha comisión, el concejal Delegado de Deportes, Seguridad Ciudadana y Protección Civil manifestó que, durante las semanas previas, habían mantenido diversos contactos con la Dirección de Puertos y Asuntos Marítimos del Gobierno Vasco, en los que se había tratado, entre otros, el tema que ahora nos ocupa. En palabras del concejal delegado, el Gobierno Vasco ha adoptado la medida de cerrar la rampa, no solo para garantizar la seguridad de las actividades náuticas, sino también para evitar la expansión del COVID-19, en la misma lógica que el año pasado.

Pero la preocupación de los vecinos de la Parte Vieja y del muelle, y, en general de los usuarios y usuarias de este último, viene de mucho antes de la crisis sanitaria provocada por el virus COVID-19. De hecho, antes de que se adoptara la decisión final de cerrar la rampa, el uso del espacio del muelle ha sufrido varias limitaciones en los últimos años.

Además de estas decisiones, que corresponden al Gobierno Vasco, los vecinos y vecinas del muelle han mostrado también su malestar ante otras decisiones adoptadas por el Ayuntamiento donostiarra. Con el fin de garantizar las medidas sanitarias durante regatas de la Kontxa, el Gobierno municipal ha restringido los accesos al muelle. Concretamente, en las regatas de clasificación de los días 1 y 2, y en la primera jornada se instalaron cierres en el muelle. Esto ha incrementado el enfado de los vecinos y vecinas y ha generado momentos de tensión en los días citados. Y es que el verano ha sido “duro” y “largo” para los vecinos y vecinas, tal y como se puede leer en el reportaje que ha publicado Irutxuloko Hitza. Entre otras cosas, porque el ruido y la suciedad provocados por los botellones están siendo “excesivos”.

El muelle donostiarra ha cambiado mucho en las últimas décadas. Pero las cosas no han sucedido porque sí. La transformación del espacio del muelle no se ha producido pro causan naturales. Responde a una estrategia pensada. Y es precisamente a esto a lo que se asocia una de las principales quejas de los vecinos/as del muelle, al hecho de que no les tienen en cuenta en absoluto a la hora de tomar decisiones que afectan a la zona en que viven. Sin embargo, los vecinos/as han manifestado reiteradamente, como ha quedado claro en los últimos dos años, que están dispuestos a mantener tantas reuniones como sean necesarias con las instituciones públicas, para que el espacio del muelle siga siendo de uso y disfrute de todos y todas. El caso de la rampa es clarificador, en este sentido, ya que los vecinos/as han destacado que la rampa es un espacio público, en el que se debe garantizar la convivencia entre la utilización para impartir cursos y el uso de la ciudadanía.

EH Bildu considera necesario que el Ayuntamiento cree y canalice los medios necesarios para que los vecinos y vecinas del muelle puedan participar en las decisiones que las instituciones públicas toman sobre su lugar de residencia, facilitando las relaciones entre el Gobierno Vasco, que tiene la competencia en la gestión de la zona, y los vecinos/as.

Por ello, EH Bildu propone la creación de una comisión no permanente para la gestión de la zona del muelle, con el siguiente contenido:

- Objetivo: Que los vecinos y vecinas del muelle puedan participar en las decisiones que las instituciones públicas toman sobre su lugar de residencia, facilitando las relaciones entre el Gobierno Vasco, que tiene la competencia en la gestión de la zona, el propio Ayuntamiento y los vecinos/as.

- Composición: un miembro por cada grupo municipal (con voto ponderado), el concejal adscrito a Presidencia y Gobernanza, un técnico/a municipal de Participación y, como invitados/as, cinco representantes de los vecinos del muelle y una persona en representación de la Dirección de Puertos y Asuntos Marítimos del Gobierno Vasco, y otra persona en representación de Puertos Deportivos de Euskadi.

- Duración: 12 meses.

- Régimen de reuniones: una vez al mes.