AKTUALITATEA


| 2022-01-24 12:05:00

Hace unos días ciudadanos/as y voluntarios/as de colectivos sociales de la ciudad presentaron peticiones por escrito y de forma telemática en el Ayuntamiento solicitando que el Gobierno municipal habilitase albergues para acoger a las decenas de personas sin hogar que duermen en las calles de Donostia. Y es que, cada vez es más evidente, y los estudios y la encuesta de pobreza del Gobierno Vasco así lo confirman, que el número de personas sin hogar en las calles de la ciudad va en aumento. El propio gobierno municipal ha reconocido en varios informes el incremento progresivo del número de personas sin hogar en la ciudad y el cierre o reducción de plazas en los comedores sociales privados.

El Ayuntamiento de Donostia, dispone de los siguientes recursos para las personas sin hogar, víctimas de violencia de género, familias en riesgo o personas en situación de vulnerabilidad.

54 plazas en el centro de acogida permanente.

22 plazas en el recurso de noche Gauekoa.

21 plazas en pisos tutelados.

84 plazas en pisos de acogida.

La realidad es que todos esos recursos no son suficientes. Además, no son aptos para personas sin empadronamiento o con situación administrativa irregular. Así, en Donostia vemos a personas sobreviviendo en cualquier txoko o en pabellones abandonamos que se encuentran en la ciudad. Sitios de los que, por cierto, son desalojados continuamente (fábrica del Infierno, Mundaiz...).

Además de ello, el Ayuntamiento dispone de un recurso para las noches de frio que se activa cuando las temperaturas bajan de cero grados o cuando hay riesgo de heladas en la costa: el albergue La Sirena (Ondarreta).

El 14 de enero, este recurso con capacidad para acoger a 100 personas se abrió tras las numerosas denuncias de ciudadanos/as y colectivos sociales, aunque no se daban las condiciones extremas de frio que requiere el protocolo de apertura. A dicho recurso acudieron hasta 57 personas las noches del 14-15-16 y 17. El día 18 el Gobierno municipal cerró La Sirena, viéndose todas esas personas en situación de calle otra vez. Posteriormente, se ha abierto el recurso el 20 de enero, para volver a cerrarlo el 23, pese al frio extremo.

Desde EH Bildu valoramos la apertura puntual de dicho recurso, pero no compartimos que se abra o cierre de manera tan arbitraria, y es que estos días que ha estado cerrado (hoy por la noche, sin ir más lejos) también ha hecho mucho frio. Se trata de un recurso municipal que podría mantenerse abierto hasta finales de marzo si hubiera voluntad política.

Insistimos en que dormir en la calle no es una decisión privada y personal, y que las instituciones tenemos el deber de dar respuesta integral a estas situaciones, no siendo suficiente parchear estas realidades con un albergue en algunas noches puntuales. Además, insistimos en la necesidad de que estos recursos tengan perspectiva de género, ya que para las mujeres es complicado pasar la noche en estos espacios que no están adaptados para ellas, pero tienen que compartirlo, exponiéndose a situaciones de vulnerabilidad.

De esta manera, hacemos nuestras las peticiones de numerosos colectivos sociales y de la Red de Acogida Ciudadana solicitando al gobierno municipal que dote del personal adecuado al albergue La Sirena para poder mantener el recurso abierto hasta finales de marzo y realizar un trabajo integral con las personas que acudan a él.

Recordemos que se ha demostrado que el Ayuntamiento es capaz de realizar esa tarea, ya que en la época del confinamiento se realizó este trabajo acogiendo a más de 100 personas sin hogar. Y que el propio Ararteko recomendó seguir con esta tarea una vez pasado el confinamiento, argumentando el bien que este servicio generó en el recorrido vital de estas personas y en la sociedad.