AKTUALITATEA


| 2021-09-27 12:10:00

Transcurridos dos años y tres meses desde el inicio de las obras del polideportivo, las obras de construcción se han visto incrementadas en 3,5 millones de euros (+28%). Con los cambios introducidos en tres modificaciones, el coste ha alcanzado los 15.918.070,70 € y prácticamente iguala el primer precio del concurso de adjudicación. El encarecimiento se ha producido porque el Gobierno municipal ha aceptado las propuestas de modificación realizadas por los propios proyectistas que diseñaron el proyecto inicial del polideportivo. Algunos de estos cambios han sido caros y significativos, como la decisión de comprar en el mercado la estructura de la cubierta en lugar de construirla en el propio solar; el dar a las paredes exteriores un acabado estético diferente al proyectado; o la incorporación de nuevas provisiones a las inicialmente contratadas.

En este sentido, está claro que el Gobierno municipal ha tomado con demasiada precipitación las decisiones de modificar, encarecer y retrasar las obras de construcción del polideportivo de Altza, entre otras cosas, porque no ha compartido la decisión con los usuarios y las usuarias, y en general con los y las altzatarras; porque no ha permitido a los grupos municipales ni a la Junta del Distrito Este hacer un seguimiento directo de dichas decisiones; y en definitiva, porque no se ha justificado suficientemente la necesidad de estos cambios y no se ha teniendo en cuenta, además, el contexto de la pandemia que estamos padeciendo.

Aun sabiendo que suelen producirse cambios en la construcción de infraestructuras públicas, nos parece sorprendente que los constructores del polideportivo de Altza hayan recuperado casi en su totalidad la rebaja ofrecida por ellos en el concurso de adjudicación. Por ello, nos parece comprensible que se despierten sospechas e inquietudes entre la ciudadanía.

El promotor de la obra del polideportivo es el Ayuntamiento de Donostia, y previó una partida significativa para la construcción de esta infraestructura. Es por ello que no consideramos justo actuar así con el erario público. Las y los representantes locales debemos ser responsables en la defensa de los intereses de la comunidad y no depender de otros intereses.

Hemos preguntado al Gobierno municipal si el primer proyecto del polideportivo no ha resultado adecuado. Nos ha respondido que ha hecho modificaciones con el fin de mejorar el proyecto inicial. Por tanto, entendemos que no eran necesarias. Entonces,

¿Es lícito aprobar un primer encarecimiento de 600.000€, sabiendo que las constructoras en la misma época debían sueldos y dietas de varios meses a los trabajadores que construían el polideportivo (dos cuadrillas no llegaron a cobrar)?

Más aún, ¿es lícito aprobar un encarecimiento de 1,6 millones en la segunda modificación, sabiendo que, en la misma época, en el contexto de Covid19, el Gobierno municipal decidió bloquear el presupuesto de 2,5 millones de euros del Distrito Este (cubrir el parque de Larratxo, mejorar el bidegorri de Txaparrene, hacer el bidegorri de Bidebieta…) y realizar diferentes recortes?

¿Y es justo el incremento del pasado mes de junio de 1,3 millones de euros en la construcción del polideportivo, cuando a la par el Gobierno municipal recortaba la línea 31 de DBUS (Altza-Hospitales) o decidía que la línea 38 no tendrá parada el centro de salud de Bidebieta, con la excusa de falta de recursos?

Por ello, de cara al pleno del próximo jueves, EH Bildu ha registrado una moción en la que pide al Gobierno Municipal que convoque una reunión pública en Altza para explicar a las personas usuarias del polideportivo y al vecindario en general qué está pasando con las obras, sobre todo en lo relativo a la modificación de la estructura de la cubierta del polideportivo. Asimismo, instaremos al Gobierno Municipal a que incorpore un instrumento jurídico-administrativo en las licitaciones de obras públicas para que en aquellos casos en los que el plazo de ejecución de las obras tenga un retraso igual o superior al 20%, sea necesario dar explicaciones a la ciudadanía afectada.

En definitiva, pediremos que se acabe con el oscurantismo que caracteriza la gestión de las obras públicas por parte del Gobierno de Eneko Goia, y para que se empiece a actuar con mayor transparencia y rigor en las contrataciones.