AKTUALITATEA


| 2021-04-27 14:05:00

Esta modificación puntual engloba una serie de medidas urbanísticas de muy diversa índole, pero que se deberán votar todas juntas. Entre ellas, hay que recordar que se incorporó a última hora una medida pensada para esquivar la declaración como nula de pleno derecho de la Ordenanza de pisos turísticos de Donostia.

La ordenanza de pisos turísticos se aprobó en marzo de 2018 entre grandes dudas sobre su legalidad. De hecho, EH Bildu dijo entonces que esta Ordenanza sería conocida como “la breve”, ya que chocaba directamente con lo especificado en el PGOU, una norma jerárquica superior. Y es que la Ordenanza modificaba y flexibilizada el criterio legal para poder ubicar pisos turísticos en Donostia: la norma de la primera planta. Pero, a pesar de las advertencias, PNV y PSE decidieron seguir adelante, consiguiendo que de la noche a la mañana entre 500 y 600 pisos turísticos que hasta entonces eran ilegales pasaran a ser legales.

Fue en febrero de 2019 cuando PNV-PSE plantearon esta modificación puntual del PGOU. En aquella rueda de prensa afirmaron, entre otras cosas, que el objetivo de la modificación era poder segregar los pisos grandes del centro. Pero no plantearon nada sobre la regulación de los pisos turísticos. Sin embargo, cuando en diciembre de 2019 comenzaron a llegar las primeras sentencias contra la Ordenanza en el Juzgado Número 3 Contencioso Administrativo de Donostia, Eneko Goia planteó la introducción de este punto en el trámite en marcha.

Cuando el 16 enero de 2020 el TSJPV declara nula de pleno derecho la Ordenanza, Goia toma dos decisiones: 1) interponer doble recurso ante el TSJPV y ante el TS con un único objetivo: que la sentencia no sea firme y que los pisos turísticos ubicados por encima de la primera planta puedan seguir ejerciendo su actividad. Y 2) el Gobierno anuncia que contempla la regulación de las viviendas turísticas a través de las normas urbanísticas del PGOU que están siendo revisadas y que pueden estar aprobadas definitivamente antes de que el fallo final del TSPJV sobre la ordenanza sea conocido.

Es decir, PNV y PSE ponen en marcha sendas maniobras de ingeniera jurídica con la única intención de que los al rededor de 550 pisos situados por encima de la primera planta puedan seguir abiertos. Estamos ante una medida encaminada a satisfacer los intereses de una serie de personas con nombre y apellido. En ningún caso es una medida que se pueda justificar en el interés general de la ciudadanía, más bien todo lo contrario. Y es que la incidencia de la proliferación de pisos turísticos en el auge de los precios de la vivienda es evidente.

Por otra parte, entre las otras medidas que contempla esta modificación parcial del PGOU, hay varias cuestiones con las que EH Bildu está de acuerdo, como la posibilidad de facilitar la segregación viviendas grandes o la posibilidad de abrir balcones en las viviendas que no los tengan. Tampoco vemos con malos ojos que se pida una nueva tramitación (un Plan Especial) para poder convertir un edificio residencial en hotel, aunque pensamos que se podría haber restringido aún más.

Por último, en lo que se refiere a las ordenación de grandes superficies comerciales que tanto daño hacen al pequeño comercio, llama poderosamente la atención que no se haga una mención específica sobre la necesidad de cumplir lo dispuesto en la Ley 10/2019, aprobada por unanimidad por el Parlamento Vasco. Y es que en esta modificación parcial del PGOU el Gobierno municipal plantea suprimir las limitaciones para el establecimiento de grandes centros comerciales, amparándose en que en 2015 el PTS de Donostialdea fue tumbado por los tribunales. Sin embargo, es el propio informe de la COPU del Gobierno Vasco el que recuerda al Ayuntamiento que con posterioridad a quedar invalidado el PTS se ha aprobado una nueva legislación en el Parlamento Vasco que limita la implantación de nuevos centros comerciales de más de 2500 m² de superficie de venta. Y advierte de que con esta modificación el Ayuntamiento de Donostia suprime estas limitaciones.