En una primera valoración, la portavoz del grupo municipal de EH Bildu, María del Río, ha señalado que la ordenanza reguladora de la zona de bajas emisiones de Bilbao presentada hoy por la concejala de Movilidad, Nora Abete, se ha realizado “sin ganas ni ambición” y ha mostrado su preocupación por el hecho de que esta ordenanza vaya a trasladar el problema de intensificación de tráfico, empeorando la calidad del aire, a los barrios colindantes, ya que la ZBE corresponde al distrito de Abando-Indautxu.
“Nos preocupa sobremanera las zonas frontera como los barrios de Zabalburu, San francisco, Basurtu o Deustu”, ha añadido. Asimismo, ha mostrado su preocupación por los barrios de Rekalde, Larraskitu y Uretamendi que siempre han pedido soluciones, así como por los accesos a Bilbao, como Irala, Bolueta o Basurto que son los que más tráfico soportan y no tienen respuesta en esta ordenanza.
“El Bilbao a dos velocidades se hace una vez más evidente con esta ordenanza”, ha señalado Del Río, para añadir que “una vez más se ha apostado por una visión conservardora, que, por lo general, se circunscribe a los requerimientos mínimos”.
La portavoz de EH Bildu también ha preguntado si en la superficies de ZBE se ha considerado establecer zonas de especial sensibilidad por ejemplo en los entornos de los centros escolares, renaturalizándolos, estableciendo caminos seguros y; si no se adoptan medidas para adaptarnos al cambio climático a través de operaciones urbanísticas que recuperen el espacio público.
También le ha sorprendido a María del Río que la Ordenanza no haga referencia al Plan de Movilidad Urbana Sostenible cuando la ZBE se deber enmarcar en el PMUS, al tiempo que ha advertido de que en la memoria del proyecto solo hay dos estaciones de medición de la calidad del aire en Mazarredo y María Díaz de Haro. “Debería tener impacto en todo Bilbao, no limitarnos a medir en Indautxu, también en los barrios colindantes para tener constancia de la futura afección”, ha añadido.
María del Río también ha lamentado que una propuesta de tal importancia y alcance tendría que ser fruto del consenso y de un proceso participativo entre movimientos que apuestan por una movilidad sostenible, asociaciones vecinales, y AMPAS.
Por último, ha señalado que se trata de una ordenanza que llega tarde, y presenta una tremenda falta de concreción, y parece trasladar la idea de no dejes el coche en casa, compra uno nuevo, cuando lo que queremos es disminuir el uso del vehículo privado. “La única garantía para que esta ordenanza sea eficaz es complementarla con otras medidas vinculadas al urbanismo y transporte público”, ha concluido.