AKTUALITATEA


| 2019-05-19 11:02:00

El 17 de abril Deia publicaba un artículo sobre las intenciones del PNV de Sopela para la próxima legislatura y el PNV presentaba como “nuevo” a su candidato, Josu Landaluze .

¿Nuevo? Josu Landaluze ha gestionado el Ayto de Sopela durante dos legislaturas, teniendo responsabilidades, entre otras, de portavoz del PNV. No es de recibo presentarnos como “nuevo” algo ya de sobra conocido por toda Sopela. No es de recibo que el PNV se presente a sí mismo como alternativa a su actual equipo de gobierno. No es de recibo que el PNV se lave las manos de la gestión realizada durante los últimos 4 años. No es de recibo que el PNV, se haga oposición a sí mismo. Pero hay una evidencia: que el PNV quiera hacer “borrón y cuenta nueva” con esta legislatura es aceptar “de facto” su mala gestión en el Ayuntamiento en estos 4 años.

No vamos a profundizar en lo ocurrido en esta legislatura. Ya presentamos en su día nuestro balance, tanto nuestras críticas, como nuestras propuestas; pero si queremos,  no obstante, hacer un breve repaso a las “nuevas” ideas que presenta la “nueva” candidatura del PNV. Con algunas, incluso podemos estar de acuerdo pero el análisis no empieza de cero.

Muchos proyectos que el PNV defiende ahora en su programa electoral han sido defendidos por EHBildu en las dos últimas legislaturas y son defendidos en nuestro actual programa. Cada cual con sus diferencias, tenemos ante nosotras ciertos espacios para el entendimiento, que si somos capaces de llegar a acuerdos reales y sinceros, podrán florecer como mejoras en la calidad de vida de todas las sopeloztarras. Nosotras tenemos claro cuál es nuestro objetivo y actuaremos en consecuencia y con total coherencia. Por una Sopela mejor. Pero señores del PNV: el partido no empieza de cero. Llevan ya 4 años, 4 años de retraso y los minutos están corriendo en su contra. En contra de su credibilidad.

Hablan de “redacción del programa electoral realizando jornadas de participación en los barrios”, pero olvidan que los procesos participativos que el PNV ha impulsado en esta legislatura han estado totalmente viciados: se desarrollaron en periodo vacacional y coincidiendo con la fiestas Larrabasterra, o con preguntas dirigidas, cerradas y confusas mediante llamadas por teléfono evitando el contacto directo con la ciudadanía y hecha por Gizaker, la empresa de cabecera del PNV. Olvida el “nuevo candidato” que cuando EHBildu hizo presupuestos participativos, él mismo los criticó diciendo que “un presupuesto es algo demasiado complicado como para que la ciudadanía lo entienda”. Ese “nuevo” candidato jeltzale también era parte de la corporación  que quiso imponer la OTA en Sopela, proceso que fue ejemplo de cómo el PNV entiende la participación ciudadana.

Proponen “una fórmula para crear una especie de buzón de sugerencias mediante el cual los vecinos tengan al menos una respuesta en 24 horas”. ¿Porque no lo ha hecho ya si ha estado gobernando 4 años? Obvian que en esta legislatura se ha hecho lo contrario: se ha evitado el contacto directo; se ha convertido el edificio del ayuntamiento es un bunker con acceso restringido y no se ha respondido adecuadamente a las quejas y sugerencias de los y las vecinas a pesar de las críticas que planteamos en las comisiones los diferentes grupos de la oposición.

En relación a los problemas de masificación de la escuela de Zipiriñe, el PNV nos viene con una nueva propuesta: “una ampliación in situ del centro con la construcción de un edificio sobre el patio de juegos que a su vez permita cubrir esta área infantil para que se pueda usar también cuando llueva”. Podemos debatirla, pero ¿si esta es la solución... porqué el PNV no la ha desarrollado en estos cuatro años, antes de que se instalen dos barracones?. La única propuesta oficial que está ahora mismo sobre la mesa es que el actual instituto de Iberre sea remodelado para impartir educación infantil y primaria, y construir un nuevo instituto en la única zona verde que nos queda en nuestra costa, las campas de San Andrés.

Pero el giro del PNV va más allá. El instituto de Iberre no tiene espacio para ofertar bachillerato, y obliga a nuestros jóvenes a “emigrar” a otros municipios. El PNV tiene ahora un “nuevo plan”: “desarrollar el convenio urbanístico del sector de Abaro para poder hacer la ampliación del centro en las actuales instalaciones”. Esa es la opción que EHBildu ha propuesto en esta legislatura, pero el PNV la ha bloqueado: el primer año de legislatura al PNV le parecía bien y nos decía que estaban negociando con los propietarios. El tercer año nos dicen que, a pesar del informe jurídico positivo aportado por EH Bildu Sopela, esa opción no era posible por lo que iban a vender patrimonio municipal para comprar unos terrenos que permitan construir un nuevo instituto. El último año se saca de la chistera utilizar los terrenos en las campas de San Andrés ¿Que credibilidad tiene esta “nueva” propuesta del PNV? Lo que dura la campaña electoral.

En cuanto al Urbanismo se refiere, dicen que quieren “dar un impulso a esta área” y que es una área “que conocen bien” y en la que les gustaría “hacer cambios”. No nos cabe la menor duda, fue el “nuevo” candidato del PNV quien dijo que Sopela tenía que crecer hasta los 20.000 habitantes” no habiendo sido capaz de reservar terrenos para infraestructuras tan básicas como colegios o institutos. EHBildu trató de impulsar en la anterior legislatura un nuevo Plan General de Ordenación Urbana bajo criterios de sostenibilidad social y medioambiental. En esta legislatura se ha paralizado ese proceso. Y seguimos igual. Con un pueblo mal organizado, herencia de las políticas urbanísticas del PNV. Por cierto... Josu estaba de concejal cuando el PNV aprobó el Plan Territorial Parcial que definía nuestra comarca como "Continuo Urbano".

Nos dice: “Queremos desarrollar la vivienda pública protegida”, pero historicamente el PNV ha impulsado viviendas unifamiliares en zona costera. Hablan de las zonas de Asu y Loiola. Bien. Nos vamos acercando en criterios sociales y de politica de vivienda. Ojo. No citan el sector Abaro.

En relación a compartir la calle con el peatón, el PNV plantea ahora “la semipeatonalización de Doctor Landa, Eleizalde y Akilino Arriola hasta Trokabide, para enlazar con el proyecto de Zipiriñe”.  La semipeatonalización estaba licitada y adjudicada en la legislatura de EHBildu y cuando el PNV llegó a la alcaldía la canceló “porque no lo veía”, y tuvo que indemnizar a la empresa adjudicataria. Es mas... EHBildu lo propuso para el pacto presupuestario del 2017 y el PNV no lo cumplió (punto nº 6)

En cuanto a la conexión del hospital, más de los mismo. “Es un proyecto que está a falta de un informe... nuestro objetivo es darle prioridad y hacerlo rápidamente porque tenía que estar ya desarrollado”. Lo que sí sabemos es que existe un informe de la secretaria municipal del Ayuntamiento de Sopela la pasada legislatura diciendo que ese vial como acceso al hospital es ilegal, que el PNV retiro el recurso interpuesto por EHBildu... y en cuatro años no ha finalizado el vial ¿porque?. EH Bildu presentó un proyecto que contenía diferentes alternativas para la circunvalación del tráfico rodado... el PNV lo ha “metido en el cajón”.

“La industria de Sopela está en la costa. Tenemos que regular y potenciar el sector del surf”. Como lo que el PNV ha hecho en esta legislatura, vendiendo la parcela en la que estaba prevista edificar el albergue municipal. Se vende patrimonio municipal, incentivando la iniciativa privada.

Pero la carta a los Reyes Magos suma y sigue. “Es imprescindible mejorar la tasa de reciclaje y el servicio de recogida”. Claro. En el acuerdo presupuestario del 2017, incumplido por el PNV, EHBildu propuso: “Contenedor Cerrado de Residuos Orgánicos y Resto con control de tarjeta electrónica” (Punto 10 del acuerdo). Tomen nota. “Una nueva red de contenedores más grandes” no es la solución. Llevamos 4 años de retraso y tenemos una tasa de reciclaje del 18%.

“Un laboratorio cultural”. La nueva biblioteca y las aulas de estudio/multifuncionales ya fueron presentadas en el 2017 por EH Bildu (puntos 1 y 2). ¿Se refieren a este proyecto o a otro “nuevo”?. Como el lector puede adivinar, no se ha hecho nada en estos 4 años en relación a esa “nueva” edificación. Ni tampoco en el tema de la oferta cultural. Ni en Kurtzio, ni en Larrabasterra. Y eso que nuestros técnicos de cultura están a tope.

En definitiva, el PNV de Sopela cree que el Ayuntamiento “necesita un empujón importante”, que se tienen que “mejorar muchas cosas”. Sin nada de autocrítica, eso sí. Parece que para el PNV el partido empieza ahora, en el minuto cero. Hay un dicho en euskara. “Zaharrak berri”. Presentar como nuevo lo viejo.

Fuente: sopela.net.