AKTUALITATEA


| 2024-02-06 14:43:00

El parlamentario de EH Bildu Mikel Otero ha vuelto a registrar una batería de preguntas a la consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia, en relación con el envío de 5.000 toneladas de residuos de la incineradora de Zubieta a una planta de tratamiento de Artaxoa, ya que las respuestas que Tapia remitió al respecto ayer al Parlamento (https://labur.eus/3KcdJ), “lejos de aclarar dudas, agravan los hechos denunciados por el Gobierno navarro”, que ha cerrado la planta de Artaxoa tras detectar que en 2022 y 2023 estuvo recibiendo residuos líquidos con códigos de identificación incorrectos provenientes de la incineradora.

Otero constata, en primer lugar, que las respuestas de la consejera “son un desmentido en toda regla” de lo que el lehendakari afirmó el viernes en el Parlamento, donde contestando al propio Otero aseguró que los residuos trasladados a Artaxoa estaban correctamente codificados. “En cambio, ahora Tapia admite que, en contra de lo que dijo Urkullu, su departamento no dispone de información sobre una posible caracterización de los lixiviados enviados a Nafarroa, y eso es muy importante porque, según la normativa, a falta de esa caracterización, esos residuos de Zubieta debían haber sido clasificados como peligrosos y nunca debieron enviarse a la planta de Artaxoa por no estar legalmente autorizada a tratar lixiviados de instalaciones como la de Zubieta. Es decir, el Gobierno vasco no controló qué tipo de residuos eran y permitió que fueran trasladados indebidamente a Nafarroa”.

La información remitida por Tapia al Parlamento va, no obstante, más allá porque “viene a reconocer el funcionamiento anómalo de la incineradora durante muchos meses”. En concreto, explica el parlamentario de EH Bildu, “la consejera afirma que Zubieta tiene autorización para producir los lixiviados enviados a Artaxoa porque así lo contempla su autorización ambiental integrada; lo que se le olvida añadir es que esa autorización prevé la posible producción de ese tipo de residuos solo en caso de funcionamiento anómalo de la incineradora, y que en caso de vertido accidental de esos lixiviados, el vertido se debe detener inmediatamente. Sin embargo, y solo gracias a la denuncia del Gobierno navarro, sabemos que Zubieta ha estado generando lixiviados durante casi dos años; es decir, sabemos que su funcionamiento ha sido anómalo, incorrecto, durante todo ese tiempo sin que haya resuelto el problema”.

En definitiva, concluye Otero, “estamos ante un caso flagrante de mala gestión y dejación de sus responsabilidades de control por parte del Gobierno vasco, ante un caso que deja en evidencia que al menos durante 2022 y 2023 la incineradora de Zubieta ha venido funcionando incorrectamente de modo habitual, generando residuos que debían haberse clasificado como peligrosos y que a pesar de ello han sido enviados una planta, la de Artaxoa, que no estaba autorizada para tratarlos”.

Por ello, añade, “vamos a seguir solicitando aclaraciones a la consejera Arantxa Tapia porque la gravedad del caso requiere actuar con transparencia absoluta”.