La portavoz de EH Bildu en el Congreso, Mertxe Aizpurua, ha reclamado al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, medidas urgentes para hacer frente al "duro golpe" que sufrirá la industria vasca por culpa del acuerdo comercial entre la Unión Europea y los Estados Unidos. En la sesión de control del Congreso, Aizpurua ha denunciado que el acuerdo “entierra definitivamente el camino hacia la necesaria autonomía estratégica europea” y certifica la debilidad y sumisión absoluta de la Unión Europea a los mandatos de Estados Unidos. "Un muy mal acuerdo en el que Europa solo pierde, y Trump solo gana”.
EH Bildu considera que Europa haya asumido la imposición de aranceles estadounidenses es "un negocio redondo para Trump, y una ruina para Europa", que enfrentará las nefastas consecuencias económicas y políticas de este acuerdo. "Lo pagarán, como siempre, los trabajadores y trabajadoras. Consecuencias que nos preocupan profundamente", ha advertido Aizpurua.
Golpe a la industria vasca
Tras la pregunta de EH Bildu sobre si comparte el acuerdo y que hará para enfrentar sus consecuencias, Sánchez ha asegurado que el Gobierno "apoyó con poco entusiasmo" dicho acuerdo, "mostrando una cierta discrepancia": "España no es uno de los países más expuestos a esta guerra comercial abierta por EEUU de manera unilateral, injustificada e injusta. Hemos sido el primer Gobierno en reaccionar a este acuerdo comercial, aprobando un Real Decreto ley. Somos consciente de que en Euskadi puede afectar de manera más intensa", ha reconocido. Sánchez ha añadido que "la clave es diversificarnos hacia fuera con otras relaciones comerciales".
Aizpurua ha echado en falta "más contundencia" del Gobierno al trasladar una posición contraria en el seno de las instituciones europeas, como han hecho otros países y entidades que han alzado la voz contra este acuerdo de "subordinación política y económica". La semana pasada, el Gobierno vasco tasó en más de 700 millones las pérdidas que este acuerdo generará en la industria vasca debido a los aranceles, que alcanzan hasta el 27,5% en algunos sectores clave como el automovilístico. "Un golpe a uno de los principales pilares de nuestro tejido productivo y laboral que puede poner en riesgo cientos de puestos de trabajo".