No puede extrañar que con el paso de los años se difumine la imagen de los policías de negro, armados hasta los dientes, arrastrando por el suelo a personas mayores, golpeando a jóvenes, deteniendo a los y las que protestaban pacíficamente contra la brutalidad policial y la prepotencia de quienes, desde sus despachos, ordenaban el derribo.
El paso del tiempo hará que solo las personas mayores recuerden las palabras de la concejala del PSE-EE pocos días antes de las elecciones municipales, aquellas en las que hablaba de una línea roja ante el derribo de los edificios históricos y la clausura de la Nagusien Etxea; palabras de la representante socialista de Romo que quedaron en humo de paja y se convirtieron en traición al poco de tocar la moqueta del poder.
Pasarán los años y el tiempo habrá borrado el recuerdo del llanto de nuestras personas mayores al ver que en unos minutos se desvanecían sus recuerdos y los sueños encerrados entre las cuatro paredes de su querida Nagusien Etxea; se habrán olvidado quizá de los nombres y los rostros de los que tanto daño han hecho al pueblo de Romo.
El tiempo sepulta el recuerdo pero quedará para siempre una herida abierta y profunda en Romo; quedará el orgullo de un pueblo que supo luchar hasta el ultimo momento por defender su patrimonio y a sus personas mayores y permanecerá la imagen de unión entre generaciones en la barricada de la dignidad y el coraje.
EUTSI ROMO!