Estoy en política porque creo en ella, y estoy de manera sincera y honesta. Desde luego, no estoy exento de equivocarme, y de hecho me equivoco, pero sí sé que la honradez es en lo que se debe basar la política, y trato de que siempre sea así. Creo que la palabra es lo más importante que tiene un político y una persona.
Lamentablemente los hay que gustan de cambiar el significado a las palabras, transitar de eufemismo en eufemismo para proteger un salario que de otra forma ni soñarían. Los hay que confunden la actividad política con un juego de poder, donde lo importante es ganar y no construir. Los hay que no han entendido lo que es trabajar en favor de la gente y pervierten la política en una batalla de relatos falsos y fariseos. Y es lamentable, absolutamente triste, que también la política municipal se ensucie en lodazales vacuos de egos hiperdesarrollados.
PNV y PSE nos pidieron negociar los presupuestos y encaramos el proceso con mucha desconfianza, pero con sinceridad. Les dijimos que si tenían un pacto con el PP era lícito y legítimo, que no lo compartíamos, pero que no queríamos trabajar en balde. Nuestro tiempo, como el de ellos, cuesta esfuerzo y dinero. La diferencia es que su tiempo lo pagamos entre todos y todas y el nuestro, en mayor medida sale de nuestro trabajo privado. Encaramos la negociación con seriedad y respeto, y presentamos una batería de propuestas, trabajadas, cuantificadas y sobre algunas de las cuales, no todas, se podrían comenzar a construir puentes para una relación beneficiosa para Getxo. Después de “perseguirles” para una reunión cuyo objetivo era conocer su posición sobre nuestras propuestas, el anuncio de un nada sorprendente pacto PNV-PSE-PP nos ha dado su respuesta, pero PNV y PSE no nos han respondido.
Ni PNV ni PSE han tenido la dignidad de reunirse con nosotros y nosotras para decir: “el acuerdo no es posible”, ni enviar un email, ni un mensaje. A EH Bildu, y posiblemente a Elkarrekin Podemos, nos han utilizado, con premeditación y alevosía, para construir un relato falso e insostenible. Yo no lo voy a negar, me lo tomo como una falta de respeto. La falta de acuerdo es un factor posible en política, no es ese el motivo de mi enfado-frustración, es la falta de honestidad, de sinceridad, de dignidad y de respeto lo que me enerva.
Me atrevería a apostar que en el Batzoki de Algorta ha asomado alguna risita mezquina, porque tal vez piensan que nos han engañado, que han construido su relato. Lo que pueda haber pasado en la Casa del Pueblo me parece irrelevante, de todos es conocido, y más en Romo, la consistencia de la palabra del PSE de Getxo, la sinceridad de sus líneas rojas.
No niego mi desilusión momentánea, porque soy un iluso, porque siempre creo en la buena voluntad de la gente, y no todo el mundo es honesto. Una pena. Pero creo en la política, en la política bien hecha, con discrepancia, con proyectos dispares, pero honrada, respetuosa y sincera. Y por eso, porque en EH Bildu no estamos en política por conseguir esos salarios que PNV-PSE-PP es siempre lo primero que acuerdan, sé que cuando la mezquindad de las risitas se agote, y se agotará, nuestra sonrisa permanecerá más firme, más alegre y más convencida.
El modelo del PP no es bueno para Getxo, pero no se diferencia mucho del modelo del PNV, y seamos realistas, el PSE no tiene modelo, ni fuerza, ni credibilidad. Este acuerdo es maquillaje, y cuando el desmaquillante del tiempo aflore las miserias de los incumplimientos, las gentes de EH Bildu, por encima de frustraciones momentáneas, seguiremos sonriendo, trabajando y construyendo un Getxo mejor.