En noviembre, EH Bildu presentó un acuerdo integral que iba más allá de simples enmiendas presupuestarias. Este acuerdo incluía compromisos claros, como el desarrollo del Auzogune de San Fausto, medidas para movilizar viviendas vacías hacia el alquiler protegido, y avances en políticas de cuidado y medio ambiente. También contemplaba un plan de trabajo con plazos concretos y reuniones periódicas de seguimiento. Este acuerdo era incompatible con un pacto simultáneo con el PP, algo que comunicamos expresamente al gobierno. A cambio, EH Bildu facilitaría la aprobación de los presupuestos mediante su abstención.
Cabe recordar que el PNV y el PSE gobiernan en minoría, por lo que necesitaban al menos una abstención para aprobar los presupuestos. Ante esta situación, tenían dos opciones:
Ambas opciones eran contrarias e incompatibles. No tiene sentido aceptar nuestras enmiendas en una dirección y, al mismo tiempo, buscar el apoyo del PP para mantener un rumbo opuesto.
Desde EH Bildu considerábamos que la negociación avanzaba en buena dirección. El gobierno veía con buenos ojos nuestras propuestas, y nosotros estábamos dispuestos a iniciar un camino conjunto para imprimir un enfoque progresista a la legislatura. Sin embargo, en el último momento, el gobierno decidió pactar con el PP, manteniendo su dependencia del único concejal de este partido.
Desconocemos los términos del acuerdo alcanzado con el PP, pero, según nos lo dijeron durante las negociaciones, "El PP nos lo deja más facil que EH Bildu”.
Por lo tanto, este gobierno ha perdido una nueva oportunidad de cambiar la dirección política y responder a las necesidades reales de la ciudadanía. Ante esta decisión del PNV y el PSE de pactar nuevamente con el PP, desde EH Bildu votaremos en contra de estos presupuestos.
A pesar de ello, seguiremos presentando propuestas constructivas desde la oposición, con el objetivo de mejorar la vida de las y los durangarras.