Hemos conocido el caso de las y los vecinos de Gros, de las calles Bermingham, Zabaleta y Segundo Izpizua, una decena de familias con contratos indefinidos que desde hace años viven bajo presiones de una promotora para que dejen sus hogares y dar vía libre a un proyecto inmobiliario totalmente especulativo. Si hay voluntad política se puede adoptar por parte del Gobierno Municipal un papel mediador, implicarse para evitar las consecuencias de estas operaciones, consecuencias que consideramos desde EH Bildu muy graves.