AKTUALITATEA


| 2024-06-12 13:17:00

El compromiso de EH Bildu por unas políticas municipales que cambien el rumbo de este modelo turístico es ineqúívoco. Sin embargo, estamos a las puertas del verano, y el contexto nos apremia a traer nuevas propuestas. Es hora de gobernar y gestionar de otra manera el turismo.

El número de turistas y visitantes sigue aumentando en Donostia. Esta afirmación la refleja un simple dato: respecto a hace diez años, en 2023 las entradas de viajeros urbanos se han multiplicado por 1,7 y ya hemos superado el crecimiento de los principales destinos turísticos, como Las Palmas de Gran Canaria.

E insistimos, la afirmación de que el turismo ha tocado techo no es una sensación, sino una constatación que diversas investigaciones han corroborado con cifras. Y, curiosamente o no, es uno de los temas que mayor consenso genera en la calle entre donostiarras.

«Pese a que el Gobierno Municipal de PNV-PSE ha dado un giro en el discurso, lo que dicen y lo que hacen no coincide". Así lo ha manifestado el concejal Markel Ormazabal en la comparecencia que ha ofrecido junto a Garbiñe Alkiza. Y ha añadido: «Las medidas llegan tarde en la mayoría de los casos, y además no coinciden los objetivos marcados con las medidas aplicadas, como ha ocurrido con la limitación de alojamientos turísticos».

Pérdida de vecinas y vecinos

A nivel mundial la tendencia está cambiando y estamos viendo decisiones por regular el turismo. Las protestas ciudadanas se han intensificado por todo el mundo, notablemente en Europa, y cada vez son más las ciudades que están tomando medidas contra los efectos nocivos del turismo. «Hay que decir que debido a la presión turística que soportaba la ciudad y, sobre todo, a la movilización ciudadana, las autoridades donostiarras tuvieron que moverse antes que en las ciudades vecinas». Entre otras cosas, la nuestra es “la primera ciudad vasca en regular la contaminación acústica por la actividad turística”, según recoge San Sebastián Turismo. En cualquier caso, estas medidas no han sido eficaces para los objetivos que se perseguían.

En Donostia estamos viviendo muchos cambios irreversibles en los últimos años y que guarda relación con el modelo turístico. Una de ellas, de las más graves, es la pérdida de población que se está dando en determinados barrios, concretamente en los barrios con mayor presión turística: Parte Vieja, Gros y Antiguo.

Según el último estudio demográfico de Donostia (2022), la ciudad cuenta con 188.743 habitantes. Hace 7 años, en 2015, tenía 186.093 habitantes. Es decir, en este tiempo la ciudad ha ganado 2.650 habitantes, por lo que la pérdida de población no es una tendencia generalizada en la ciudad sino un fenómeno que se da en algunos barrios concretos. Precisamente en los barrios castigados por la turistificación.

Otro ejemplo que refleja bien la situación es la movilidad y las decisiones que se han tomado a este respecto. Según los datos facilitados por Garbiñe Alkiza, el uso del coche privado ha aumentado considerablemente entre los visitantes y turistas que llegan a Donostia y es, a día de hoy, el principal medio de transporte para llegar a la ciudad.

El uso del coche particular ha subido notablemente como medio de transporte de los visitantes y turistas que llegan a la ciudad. Según los estudios realizados para la redacción del Plan Director de Turismo 2023-2027:

• En 2019 el uso del coche particular representaba el 46,6% del total de desplazamientos a la ciudad y en 2021 el 68,1% (+48%).
• En 2019 el uso del transporte público suponía el 33,8% del total de desplazamientos a las ciudad y en 2021 el 9,7%.

Es decir, la llegada de visitantes mediante transporte público pasó de un tercio del total a menos del 10% en ese periodo de tiempo.

Y con el aumento del vehículo privado aumentan los problemas de tráfico y aumenta el malestar ciudadano. «Tenemos propuestas concretas y la mano tendida para buscar soluciones. Hemos diseñado y hecho público un plan respecto a los aparcamientos disuasorios además de otros proyectos como transformar el uso de los aparcamientos subterráneos de la zona centro. Abordemos de una vez la situación. La solución llegará de la promoción del transporte público y de la reducción del uso del coche privado», ha defendido Alkiza.

Capacidad de carga de cada barrio y campaña de verano

Tenemos claro que el punto de partida es poner a los y las donostiarras en el centro de las políticas-turísticas, y desde EH Bildu planteamos: ¿Cómo podemos hacerlo? «Nuestra prioridad es que Donostia y los barrios que la componen, todos, sean habitables. Para ello, en primer lugar, hay que definir qué es lo que hace habitable la ciudad o el barrio: un espacio público de calidad, servicios de proximidad (sanidad, comercio, equipamientos...), cercanía al lugar de residencia y al trabajo, movilidad sostenible... Esta definición deberá ser lo más consensuada posible y, sobre todo, deberá guiar las políticas municipales», propone Ormazabal.

Las medidas para conseguir un turismo sostenible y equilibrado, y por tanto ciudades y barrios habitables, están relacionadas con la capacidad de carga. De hecho, los «lugares turísticos» tienen determinadas limitaciones de volumen e intensidad, y la capacidad de carga, en este sentido, ofrece un medio para que la actividad turística se desarrolle sin menoscabo del medio físico, económico y social.

EH Bildu lleva años haciendo propuestas, pero hoy por hoy Donostia no cuenta con este tipo de herramientas. Así las cosas, hay que establecer la capacidad de carga del turismo, tanto para el conjunto de la ciudad como para cada barrio.

El turismo es una actividad muy localizada y no tiene el mismo impacto en todo el territorio. En Donostia también tenemos realidades diferentes y es necesario diseñar y aplicar una herramienta de análisis específica que diferencie a los barrios en función del grado de turistificación que soportan. Para ello, proponemos la creación de un índice de indicadores georreferenciados: ‘Índice de turistificación de los barrios de Donostia’. Este índice servirá para medir el grado de saturación o capacidad de carga de cada barrio, pero sobre todo para medir el grado de vulnerabilidad o resiliencia de la población residente, un elemento clave para introducir siempre que sea necesario medidas de mejora con el bienestar del vecino y la vecina en el eje.

Es urgente reflexionar sobre la capacidad de carga turística y queremos aportar y proponer al respecto. En ese sentido, hemos puesto en marcha una campaña específica para este verano: ‘Donostiarrak erdigunean jarriko dituen turismo eredu baten alde. Donostia tiene un límite’.