El Ayuntamiento de Donostia puso en vigor en 2019 la dinámica de las placas en recuerdo de las víctimas de diferentes violencias. El objetivo de EH Bildu ha sido y es crear nuevas condiciones políticas y sociales, avanzar y profundizar en la construcción de la paz y la convivencia democrática. Así, queremos manifestar que seguiremos dando pasos a favor de la memoria, el reconocimiento y la reparación de todas las víctimas, avanzando, por lo tanto, en el camino recorrido.
Recientemente, en apenas una semana, se han colocado dos placas en nuestra ciudad. Una, en memoria de Santi Oleaga, víctima de ETA; la otra, en memoria de Mikel Zabalza, muerto a manos de la Guardia Civil. En este contexto, reafirmamos nuestro compromiso con la memoria inclusiva y la convivencia. No solo de palabra, también con hechos.
Conviene recordar que se cumplen 50 años desde que el joven Mikel Salegi muriera tras ser tiroteado por la Guardia Civil en un control. Y al igual que ocurriera con Zabalza, también en este caso se ha mantenido viva su memoria gracias a la labor y el compromiso de la familia y parte de la sociedad civil. Sin embargo, no se han dado pasos desde las instituciones. Ni reconocimiento, ni memoria. Con motivo de la conmemoración del 50º aniversario este sábado en el Kursaal, acto que organizan la familia y amistades, caben destacar las dificultades que han afrontado sus allegados, añadiendo más dolor a su sufrimiento. En este caso particular, no ha sido posible un entendimiento con el Ayuntamiento de Donostia, lo que demuestra que hay aspectos que trabajar y mejorar. Desde EH Bildu nos comprometemos a ello, objetivo que desarrollaremos en el seno de la comisión no permanente de Derechos Humanos.
Reiteramos la reflexión que desde EH Bildu venimos realizando desde los inicios de esta dinámica, porque creemos que el planteamiento un análisis. No es un instrumento integrador y no cumple con los principios básicos de igualdad e inclusión para que todas las víctimas y sensibilidades políticas sean respetadas y reconocidas.
Hay cuestiones que mejorar, pero para ello será imprescindible profundizar en la colaboración y el diálogo en el foro correspondiente, la Comisión de Derechos Humanos no permanente del Ayuntamiento. Por un lado, proponemos profundizar en la labor previa a la organización de cada iniciativa pública haciendo un acompañamiento al dolor de las familias, cubriendo así un vacío existente en la actualidad. De hecho, este vacío ha provocado que a lo largo de estos años se hayan creado situaciones delicadas y difíciles con los familiares.
A la hora de avanzar en la construcción de la convivencia democrática en Donostia, es necesario consensuar mecanismos adecuados de reparación institucional para crear espacios de encuentro entre diferentes y promover adecuadamente la reparación institucional. En Donostia hay que hacer una labor previa que no se ha abordado hasta el momento. Las experiencias que se han llevado a cabo en nuestro entorno han demostrado que para que estos procesos tengan éxito es imprescindible fomentar el diálogo entre diferentes y crear puntos de encuentro privados y cómodos antes de cualquier acción pública.