AKTUALITATEA


| 2024-12-12 12:07:00

En un contexto de crisis habitacional, y con el acceso a la vivienda como principal problema de la ciudadanía donostiarra, desde EH Bildu asistimos con preocupación al aumento en los últimos años de promociones de viviendas denominadas exclusivas y de lujo en varios puntos de la ciudad. Llevamos años arrastrando esta crisis, a la que se le suman en la actualidad situaciones extremas: el número creciente de personas en situación de calle y el riesgo por desahucio que amenaza el futuro de 83 familias en nuestra ciudad.

Los precios de venta por metro cuadrado siguen batiendo todos los récords. Un dato: la Parte Vieja de  Donostia es el barrio de toda la Comunidad Autónoma Vasca donde más ha subido el precio en noviembre, según se desprende del último informe de un conocido portal inmobiliario.

En opinión de EH Bildu, nada de lo que está sucediendo es casual, más bien es la consecuencia de un modelo de ciudad que favorece los intereses externos, priorizando sectores como el inmobiliario y el turístico. La vivienda se ha tratado y se trata como mercancía, no como un bien básico y fundamental. Deberíamos reflexionar sobre cuánta vivienda pública y cuánta vivienda denominada de lujo o exclusiva se está construyendo actualmente en Donostia.

Sin duda, estas promociones alimentan y presionan un mercado ya tensionado, acarreando graves consecuencias que se pueden constatar: a la mayoría de la ciudadanía no le alcanza para alquilar ni comprar una vivienda, la edad de emancipación es de las más tardías de toda Europa, los barrios más tensionados han perdido población (sobre todo joven) y deja de darse el relevo generacional, un flujo tan natural como fundamental para mantener los barrios vivos.

En una comparecencia ofrecida esta mañana por los concejales Markel Ormazabal y Ricardo Burutaran, ambos han alertado sobre la mutación de ciertos proyectos turísticos que pretendían afincarse en edificios enteros en bloques para ser viviendas de lujo cuyos precios de venta rondan, incluso superan, el millón de euros. En su mayoría, se trata de promociones que iban destinadas a alimentar la industria turística y que han visto alteradas sus previsiones. A causa de regulaciones y sucesivas moratorias, han encontrado la puerta de salida en este otro sector, el de las élites. Por ejemplo, es el caso de los bloques situados en la plaza Bilbao, la plaza Cataluña y la calle Zubieta número 3, cuya ilegalidad ya denunciamos en marzo de este año. De hecho, a raíz de la denuncia de EH Bildu, algunas viviendas se han puesto a la venta por valor de 1,8 millones de euros. En lugar de hoteles serán viviendas que no ayudarán, sino todo lo contrario, a ser parte de la solución. Es echar gasolina al fuego.

Pero, más allá de estas reconversiones, existen bloques de viviendas que han sido vaciados de vecinos y también de los negocios que existían tanto en las  entreplantas como en los bajos. Vaciados con métodos de presión en muchos casos cuestionables, cabe decir. ¿Qué tipo de negocios se pueden implantar en estos nuevos espacios? No parecen estar al alcance del comercio local y de proximidad, más bien de franquicias que alteran la identidad de un barrio.

¿Quién puede acceder a este mercado? ¿Qué uso se les pretende dar? Son preguntas que cabe poner en el debate público. Desde EH Bildu apremiamos a hacerlo. La reconversión de lo que pretendían ser hoteles en pleno centro urbano o cerca de la línea de costa en viviendas de lujo es un hecho, y ante esto cabe preguntarse qué políticas públicas se promueven y qué medidas se dejan de tomar. En otras palabras: se deja hacer. Y esto, advierte Ormazabal, también es cuestión de voluntad política.

Las promociones urbanísticas pensadas para las élites y no para la ciudadanía nos preocupan. Porque la vivienda exclusiva es también excluyente. En este momento están en marcha: San Marcial 29, con precios a partir de los 940.000 euros; Residencial Rodil, promoción que consta de 36 viviendas a partir de los 740.000 euros por dos habitaciones; Aldamar 1, diez viviendas de 3 dormitorios por encima de los 790.000 euros; Harribitxi Donostia en la plaza Gipuzkoa con Elkano, con precios que superan el millón de euros; e Ijentea 2, con licencia para 26 viviendas exclusivas de 2 y 3 dormitorios.

Competencias municipales

Desde EH Bildu volvemos a incidir en la urgencia de activar políticas públicas para crear vivienda protegida, y especialmente en zonas o barrios en los que no es posible construir por falta de suelo, como Parte Vieja, Centro, Gros o Egia, donde se ha constatado el mayor éxodo de población joven. En cuanto a estas promociones pensadas para las élites, recordamos la propuesta de EH Bildu: la calificación (lo propusimos instertar en el Plan de Vivienda Municipal que acompañaba a la solicitud para la declaración de mercado tensionado de vivienda). Una herramienta que se aplica en Barcelona y que permite conjugar en un mismo bloque ya construído vivienda libre con vivienda protegida. «Las competencias de Urbanismo y su regulación son competencia de los Ayuntamietos, y pueden establecer porcentaje de las viviendas calificadas, y dentro de estas, fijar que el precio de algunas de ellas sea el de las Vivienda de Protección Plúbica», ha explicado Burutaran.

En opinión del edil, se contraponen dos modelos: insertar de alguna forma intervenciones en el parque construido de viviendas limitando su precio o permitir que todas sean de lujo. «Además -ha añadido-, sin cumplir con su obligado control para comprobar si se incrementa o no lo autorizado con el único fin de aumentar los beneficios». Y, en este sentido, cabe hacer una breve mención al caso de Ijentea, 2.

Donde la licencia contempla 26 viviendas y se están construyendo al menos 27. ¿Qué control existe sobre este tipo de promociones urbanísticas de grandes constructoras? ¿A dónde mira este Gobierno Municipal de PNV-PSE? Constatamos que al Gobierno Municipal le ha faltado una mirada integral para atajar el problema de vivienda, basándose, únicamente, en una construcción puntual de vivienda protegida. Tampoco ha habido un control sobre los bloques que no han podido explotarse turísticamente, resultando en promociones que han erosionado más aúun el mercado.

Otro elemento relevante a tener en cuenta es el efecto que tienen este tipo de promociones en algo que va a venir próximamente a Donostia: la limitación de los índices de referencia. «Cuando se fijen los índices se hará teniendo en cuenta un ámbito. ¿Qué ocurrirá si en esa zona existen viviendas a millón y medio de euros?», se ha preguntado.