En primer lugar, conviene recordar que ‘Kaleko Afari Solidarioak’ es una iniciativa voluntaria que desde 2020 cumple en Donostia una tarea que corresponde a las instituciones públicas. Y esta labor la hacen ciudadanas y ciudadanos. Prohibir esta labor que hacen día tras día no es justo. Es más, resulta incluso inhumano cuando estas personas pasan hambre y necesitan que se les de de comer y, pese a eso, sobre la mesa no se pone una alternativa. «Hace mucho tiempo que desde EH Bildu trabajamos por dar una solución y en ello seguiremos en los próximos días y semanas», ha expresado el portavoz municipal de EH Bildu Juan Karlos Izagirre ante los medios.
En segundo lugar, en palabras del portavoz, «mezclar el reparto de alimentos y la seguridad no es adecuado, incluso es falso». Según ha agregado, «habilitar medidas en favor de la seguridad está bien, pero perseguir a las personas voluntarias que cumplen con esta función y a las personas que pasan hambre, no. Porque seguridad es también tener qué comer», ha defendido.
La decisión que ha tomado este Gobierno Municipal es la equivocada porque, entre otros motivos, alienta los discursos racistas y xenófobos de la derecha y de la ultraderecha. Porque con la prohibición lo que se transmite es que quienes protestan de una forma violenta han conseguido lo que buscaban y eso, desde EH Bildu, no lo vamos a permitir. «Ese discurso ha sido residual en Donostia y en Euskal Herria, y es responsabilidad de todos y de todas no alimentar ese mensaje, es responsabilidad de la sociedad que siga siendo residual como hasta ahora», ha pedido.
Desde EH Bildu estamos en contacto permanente con los y las voluntarias de ‘Kaleko Afari Solidarioak’, también con el Gobierno Municipal, a quien interpelamos e instamos a que ponga sobre la mesa una solución. Pero lo decimos alto y claro: la alternativa jamás podrá ser la prohibición. «La única vía posible es dar de comer a quienes no tiene qué comer, esa es la base de la seguridad de cualquier sociedad, y nuestra responsabilidad garantizar que esos mínimos se cumplen. Un techo donde dormir, alimentos y ropa para vestir es lo mínimo que necesita cualquier persona. Estas personas viven en Donostia y hay que atenderlas», ha concluído.