AKTUALITATEA


| 2024-01-17 11:10:00

Transcurren los días y el albergue de La Sirena sigue sin abrir sus puertas porque este Gobierno Municipal sigue sin voluntad política para hacer las cosas de otra manera. La pasada semana pedíamos cambiar el protocolo (competencia exclusiva del gobierno local), adecuarlo y actualizarlo. Ha de ser más humano y más flexible con las previsiones de Euskalmet en las que se basa la apertura o el cierre de este servicio. Para los próximos días se preven igualmente bajas temperaturas y mientras la ciudad festeja su día grande, en Donostia hay gente obligada a dormir en la calle.

Las noches siguen siendo frías, es invierno. ¿Acaso hay que seguir esperando a que se pronostiquen heladas o temperaturas bajo cero en la costa para dar un techo a las más de 300 personas que pernoctan en la calle solo en nuestra ciudad? Recordamos la tendencia al alza: en Donostia han aumentado los casos un 81% en tan solo seis años (unas 180 personas en 2016; 326 en 2022), según datos del VI Estudio de Personas Sin Hogar del propio Gobierno Vasco.

Esta mañana, en una comparecencia conjunta, las concejalas de EH Bildu y Elkarrekin Donostia, Izar Hernando y Arantza González, han dado detalles de su propuesta y han conminado al Gobierno de PNV y PSE a activar los cambios que ven «urgentes y necesarios».

El protocolo del llamado Servicio de Puertas Abiertas (protocolo de invierno) es competencia exclusiva de la Junta de Gobierno Local. De hecho, Goia decidió en noviembre de forma unilateral incluir dos cambios en el protocolo que luego dió a conocer con mucho brillo a través de la prensa. «Es decir, los cambios son posibles y se pueden hacer de una forma sencilla».

Concretamente, determinó entregar a las personas sin hogar un saco de dormir, una esterilla y ropa térmica para el frío, además de guantes, gorro y mudas, y comida caliente (cosa que, por cierto, hasta ahora no han hecho, tal y como denuncian las organizaciónes del tercer sector). También estableció que, una vez activado el protocolo de invierno, esa noche el albergue de Ondarreta estará abierto de 22.00 a 8.30. Para garantizar que los usuarios tendrán una plaza, tendrán que recoger un ticket el primer día de la ola de frío, entre las 10.00 y las 13.00.

No obstante, y a pesar de las bajas temperaturas recientes, incluso con el mercurio en negativo, la realidad es la siguiente: La Sirena aún no ha abierto sus puertas ni una sola noche.

Ante este escenario, EH Bildu y Elkarrekin Donostia emplazamos a este equipo de Gobierno a que haga cambios sustanciales. En primer lugar, a que La Sirena permanezca abierta todo el invierno sin interrupciones, desde noviembre a abril. Meses en los que precisamente no se ofrece la posibilidad de hacer reservas externas (normalente por turismo) para, en teoría, dar cobertura en caso de necesidad.

La coyuntura actual nos empuja a ofrecer un servicio continuo e integral, no puntual. También exigimos prolongar su horario y que permanezca operativo de 20:30 a 8:30, como el resto de albergues municipales.

Derecho a un techo digno

Lo sustancial es que la decisión de cuándo y en qué condiciones se abre La Sirena está supeditado exclusivamente a la voluntad política. La ley establece un marco de mínimos; en el caso de Donostia Abegi Etxea en Intxaurrondo, Hestia en San Bartolomé y los pisos tutelados. Todos los demás recursos son voluntad política.

Nuestro modelo: si gobernáramos, se podrían habilitar los medios de un momento a otro, al igual que en pandemia. Los recursos están listos, los servicios licitados y los trabajadores sociales de guardia. ¿Por qué no se abre? Es un capricho del Gobierno Municipal, con una falta de empatía total.

La Ley de Vivienda recoge que todas las personas tienen derecho a un techo digno, y también el Ararteko en sus informes anuales desde que ha transcurrido la pandemia pide, entre otros al alcalde de Donostia, que mantenga los servicios públicos.

Cada vez hay más factores de riesgo para caer en la exclusión social. Los datos de natalidad y censo son similares, se mantienen estables en el tiempo y, sin embargo, cada vez hay más personas sin hogar. ¿Qué está ocurriendo? El pasado año, en Donostia, murieron 17 personas sin hogar, según ha reconocido la propia concejala de Acción Social.

La Estrategia Vasca de Personas sin Hogar no es vinculante y lleva sin actualizarse desde el año 2021. No existe voluntad política, y ese es un problema. Pedimos, primero, que se redacte uno nuevo y, dos, que sea de obligado cumplimiento.

Pedimos hechos y un cambio de mirada. Por eso, presentaremos de manera conjunta una moción de control que llevaremos al Pleno de enero, el día 25.