AKTUALITATEA


| 2020-02-20 12:11:00

El de la vivienda es el problema que más preocupa a la ciudadanía donostiarra. No es de extrañar, teniendo en cuenta que empujados por la ausencia de soluciones habitacionales son ya muy numerosos los y las donostiarras que son “expulsados” de sus barrios. Viéndose en la obligación de tener que trasladar sus domicilios a Astigarraga, Hernani, Andoain, Irun... u otros municipios de nuestro entorno más o menos próximo.

Para ilustrar todavía más esta grave situación, varios datos contrastados:

  • El precio de la vivienda en alquiler se ha incrementado a lo largo de los últimos años de forma exponencial en Donostia, rondando hoy en día los 1200 euros mensuales, según la fuente.

  • Los últimos datos que conocemos sobre el número de donostiarras demandantes de vivienda de alquiler (inscritos en las listas para las VPO de alquiler de Txomin-Enea) es de cerca de 9.400 personas. Este año solo se van a ofertar 162 viviendas. Las 146 viviendas protegidas que el Gobierno Vasco iba a construir para 2020 en Txomin-Enea también están paradas y las obras sin empezar. A ese ritmo harían falta 60 años para cubrir la demanda actual.

  • Según el INE, Gros ha perdido más de 1.000 habitantes en última década, y el Centro y la Parte Vieja alrededor del 6% de su población. Donostia ha ganado un 1% en el mismo periodo.

  • Pisos turísticos: Al final de la legislatura pasada había más de 1200 pisos turísticos en Donostia. El pasado lunes en Comisión, la concejala de Urbanismo cifraba en 128 los pisos turísticos abiertos en esta legislatura, uno cada dos días. Una hipotética proyección de cuatro años dejaría la cifra total por encima de 2000, es decir, esta legislatura Donostia perdería más de 800 viviendas donde viven familias para dedicarlas al turismo. Pero la inseguridad jurídica en la que se encuentra la normativa que regula los pisos turísticos puede crear un vacío legal que descontrole aún más la situación.

  • Hoteles: La moratoria para instalar hoteles en edificios residenciales acabará el 25 de marzo de 2021. El nuevo inicio del cambio del PGOU decretado por el Gobierno municipal y que se aprobará la semana que viene reduce a menos de un año el plazo para tramitarlo. La experiencia dice que es muy difícil que se complete toda la tramitación en tan pocos meses, por lo que es un escenario realista pensar que el 26 de marzo del año que viene el Gobierno se verá obligado a admitir las solicitudes que le lleguen.

  • Fondos buitre: la llegada a Donostia de Azora, que posee ahora 321 viviendas en Gros, Centro y Amara, sumadas a las 510 que tiene Blackstone en el Antiguo, aumenta a 831 las familias con la “Espada de Damocles” de la especulación sobre sus cabezas. Con esta situación, no se entiende que Eneko Goia se limite a hacer de Perogrullo: “Azora se compromete a no subir el precio mientras los contratos sigan el vigor”. Faltaría más, lo contrario sería ilegal. Lo que todo el mundo se teme es que según vayan venciendo los contratos los alquileres se van a disparar y algunas viviendas se van a dedicar a uso turísticos. El Gobierno municipal debe comprometerse con las personas afectadas a asesorarles y a defenderles ante estos especuladores profesionales.

  • Ley 3/2015, de 18 de junio, de Vivienda reconoce el derecho subjetivo de acceso a la ocupación legal de una vivienda digna y adecuada, posibilitando incluso la acción pública para exigir el cumplimiento de la misma ante los juzgados y tribunales. Lamentablemente, casi 5 años después la ley apenas se ha desarrollado. Por poner un ejemplo, todavía no se puede aplicar una medida eficaz para sacar las miles de casas vacías que hay en Donostia: la obligación forzosa a alquilar la vivienda si lleva dos años deshabitada.

Todos estos datos son muy preocupantes y demuestran que la política de vivienda de PNV y PSE no está dando resultados mientras el problema empeora cada día. A nuestro entender, hace falta una monitorización continua de estos datos, para tener una fotografía a tiempo real de la situación en que se encuentra el problema de la vivienda en Donostia y poder tomar las medidas más eficaces en cada momento.

Es por ello que EH Bildu viene insistiendo en la necesidad de poner en marcha un Observatorio de la Vivienda en Donostia. De hecho, en 2018 el pleno de la ciudad se pronunció por unanimidad a favor de dicha propuesta. Sin embargo, han pasado casi dos años de aquella aprobación y el Gobierno de Eneko Goia sigue sin cumplir el mandato del pleno. En la sesión del próximo jueves tendremos la oportunidad de conocer los motivos que esgrime el Gobierno para intentar justificar el retraso y para conocer qué piensan hacer para poner en vías de solución un tema crucial para la ciudad.

El Observatorio tendría que hacer un seguimiento directo del comportamiento de la vivienda, tanto en lo referente a la evolución del precio en sus distintas modalidades (alquiler y/o compra) como a la oferta, monitorizando las variaciones que se vayan produciendo y las repercusiones que tienen sobre el mercado las distintas acciones que se se vayan implementando por parte del Ayuntamiento.