El crecimiento del sector del turismo en Donostia en los últimos años, y los efectos que está generando, han puesto el debate sobre la mesa y, por ende, la necesidad de una reflexión compartida.
EH Bildu cree que el turismo es un importante motor económico y además necesario: no olvidemos que supone al rededor del 14% del PIB de la ciudad, y hay 15.000 empleos vinculados a él. Es una actividad socieconómica de primer nivel y desde esa posición ha de servir como acicate para reducir las desigualdades y ha de fomentar una sociedad cohesionada e inclusiva. Precisamente por su gran potencial, el modelo no puede dar la espalda al bienestar de la ciudadanía. Eso está ocurriendo y las consecuencias las estamos comprobando.
Creemos que el equilibrio es posible, pero para ello hay que cambiar el modelo y sus objetivos. Más no es mejor. Hablamos de un modelo que cuide de las y los donostiarras y, a su vez, cuide de las personas que nos visitan. Queremos que los turistas disfruten de la experiencia y regresen satisfechos. Las piezas son complementarias. Hablamos de un modelo sostenible, responsable, amable.
Los datos recogidos por el último Plan Director de Turismo Sostenible 2023-2027 apuntala tales afirmaciones: el 67% estima que se ha tocado techo en cuanto al volumen de visitantes y un 52% de la población donostiarra se siente desplazada de sus lugares de ocio. La mayoría reconoce no acercarse ya a zonas saturadas como la Parte Vieja. Son datos que preocupan al propio sector.
El ciclo que se abre es una buena oportunidad para revertir el escenario actual y para ello EH Bildu tiene propuestas concretas. El punto de partida han de ser los y las donostiarras. Cualquier política, medida e iniciativa que se ponga en marcha no se hará a sus espaldas. Por eso, nos comprometemos a devolver el protagonismo a las personas y saldaremos la deuda con los barrios más saturados. Paradójicamente, las zonas con mayor presión turística son las que muestran carencias evidentes en equipamientos y servicios, como Gros o Parte Zaharra.
Para lograr un turismo sostenible es necesario aplicar una moratoria más ambiciosa, hace falta extender la moratoria a más barrios y más tiempo. ¿Y después qué? Hay que extender las zonas saturadas más allá de la Parte Vieja a otros puntos de la ciudad como Gros, Centro, Antiguo y Egia, y actualizar las ordenanzas pertinentes.
En este sentido, EH Bildu apuesta por recuperar la norma de la primera planta para los pisos turísticos y se compromete a contemplar, además de la saturación vertical (límite de pisos por edificio) también la horizontal, estableciendo una distancia mínima a mantener entre uno y otro.
Datos oficiales avalan, asimismo, los efectos que el crecimiento desmesurado de los pisos turísticos ha tenido sobre el precio de la vivienda y sus precios. No podemos dar la espalda a esta realidad.
Además, como ya se ha hecho en otras ciudades, consideramos que hay que regular los grupos guiados en la ciudad, estableciendo un límite de personas por grupo, unos horarios y unas directrices para que los y las guías turísticas puedan hacer bien su trabajo.
Tanto informes oficiales como la percepción popular nos apremian a tomar medidas, y EH Bildu está preparada para ello, en definitiva, está lista y dispuesta a gobernar el turismo. La ecuación es sencilla: la ciudad que ofrece la mejor experiencia a los visitantes es aquella ciudad que mejor cuida a sus habitantes.