AKTUALITATEA


| 2025-05-08 10:49:00

La dificultad para acceder a una vivienda no es un problema exclusivo de Donostia, pero es, sin duda, una de las ciudades que más lo sufre. El precio de la vivienda crece año tras año mientras el poder adquisitivo de las unidades convivenciales disminuye. La situación nos preocupa y desde EH Bildu la afrontamos con responsabilidad y dándole todo la prioridad posible.

Más allá de las dos leyes de vivienda en vigor, creemos que desde el municipalismo se deben fomentar y proponer políticas eficaces, es más, creemos que es responsabilidad de las instituciones hacerlo y, además, de manera urgente. En esa dirección, desde el grupo municipal de EH Bildu llevamos años poniendo sobre la mesa propuestas y medidas concretas; hoy, venimos con una propuesta integral para dar respuesta a la crisis habitacional que sufrimos en la ciudad.

Este jueves por la mañana, en un desayuno informativo con los medios de comunicación, EH Bildu ha compartido las medidas diseñadas para revertir la situación, ya que, tal y como ha señalado el portavoz del grupo municipal, Juan Karlos Izagirre, «lo que se ha hecho hasta ahora no ha traído la solución, más bien ha ahondado el problema. Se trata de revertir la situación y para ello está claro que hay que hacer las cosas de otra manera: es hora de cambiar la mirada», ha dicho en la comparecencia ofrecida junto a los concejales Ricardo Burutaran e Itziar Iturri.

¿Qué se ha hecho hasta ahora?

Por un lado, la principal apuesta de las últimas décadas ha sido construir más y más viviendas, pensando que al aumentar la oferta se controlarían los precios y la compra de vivienda se haría más accesible. Nada de eso ha ocurrido. A pesar de la gran cantidad de viviendas nuevas construidas, con un incremento del 45% en el número de viviendas en los últimos 40 años (65.000 en 1986 y 95.000 en 2025), los precios han aumentado y aumentado.

Y por otro, aunque se ha hecho vivienda protegida, se ha hecho muy poco. En este momento sólo el 4% del parque total de vivienda es vivienda protegida con calificación permanente. «Muy lejos de muchas capitales europeas y del objetivo que marca la Ley de Vivienda de 2023, que es el 20% para 2043. Y es previsible que de seguir como hasta ahora este porcentaje vaya disminuyendo, ya que por cada vivienda protegida que se haga se hacen 1,5 libres», ha precisado.

Otro dato destacable es que en los últimos 10 años el porcentaje de vivienda principal ha ido descendiendo, mientras que el número de viviendas sin uso principal ha pasado de 14.200 a 16.000 viviendas.

Entre lo realizado hasta la fecha, hay qué corregir. No se ha ejercido, salvo raras excepciones, el derecho de tanteo o retracto, permitiéndose especular con viviendas que inicialmente eran de protección pública. Asimismo, sin una visión de barrio vivo, se han construido nuevos barrios exclusivos para dormir, sin los equipamientos, servicios y actividades económicas necesarias y, en ocasiones, se proyectan nuevas actuaciones urbanísticas sin una labor previa con los vecinos de la zona. También se menciona que a las viviendas vacías no se les ha aplicado el canon que permite la Ley de Vivienda del Parlamento de Gasteiz de 2015, o que el tratamiento fiscal ha favorecido la compra pero no el alquiler.

También se han tomado medidas en la dirección correcta, por ejemplo, se han aprobado ayudas a la emancipación de jóvenes, pero hay condiciones que hacen que en muchos casos no se puedan aplicar en Donostia (el precio del alquiler supera el máximo previsto). El programa Alokabide también ha sido bien valorado, pero con resultados insuficientes. La imposición del recargo al IBI a las viviendas vacías también ha sido una decisión tomada en la buena dirección y se recuerda que esto se ha hecho gracias a EH Bildu en Donostia.

¿Cuál es la valoración?

Los resultados son evidentes y la valoración es que lo realizado ha sido insuficiente: es más difícil que nunca el acceso a la vivienda, la gentrificación es una realidad en varios barrios de la ciudad, la vivienda protegida está en mínimos y están prevaleciendo otros usos no residenciales (como especulación o inversión) y la presencia de grandes tenedores es cada vez mayor. En la actualidad, en Donostia hay 5.073 viviendas en manos de grandes tenedores (propietarios de 5 o más viviendas).

Sin renunciar a los instrumentos políticos y legales a nuestro alcance, debemos incidir con ambición y valentía. «Esto, sin duda, exigirá cambios en las políticas a aplicar y en las decisiones a tomar -ha previsto Izagirre-. También hará falta mucho trabajo interinstitucional y una previsión económica en función de las decisiones que se tomen».

Desde EH Bildu proponemos activar dos áreas y ambas tienen que ir de la mano. Habrá que construir nuevas viviendas, pero cumpliendo unas condiciones, por un lado; y afectar a las viviendas construidas, por el otro. Sobre esto último se ha pronunciado la concejala Itziar Iturri. «Las propuestas para incidir en las viviendas construidas no sólo son innovadoras, sino absolutamente necesarias para dar la vuelta a la situación. Yo soy vecina de la Parte Vieja, una zona absolutamente saturada. Como en Gros o en el Centro, no hay posibilidad de hacer viviendas nuevas y la protegida no existe. Hay muchas viviendas que tienen un uso distinto al residencial, y otras muchas están vacías».

«Queremos promover la reflexión y poner en marcha medidas sobre las dificultades y la gravedad de la situación en Donostia para el acceso a la vivienda». En este sentido se enmarca la petición de Pleno monográfico que acabamos de registrar el grupo municipal de EH Bildu. En él se recogen 21 medidas, algunas conocidas y otras nuevas, propuestas por primera vez.

Ricardo Burutaran ha desgranado estas medidas, centrándose en los detalles sobre las nuevas propuestas.

Respecto a la vivienda nueva:

- Se fomentarán y priorizarán los de Protección Pública, evitando en todo caso la artificialización de nuevos suelos, aprovechando para ello zonas degradadas.

- Se dará prioridad a los terrenos públicos, aprovechando el existente y realizando inversiones para la adquisición o compra de los suelos necesarios.

- Los porcentajes de vivienda protegida se elevarán a máximos.

- En las promociones se implicará a la ciudadanía y se promoverán modelos que garanticen barrios vivos.

- Como criterio general, además, no se venderán terrenos municipales para la construcción de vivienda libre si la previsión de VPP no alcanza al menos el 50% en las actuaciones urbanísticas a desarrollar.

- Cada nuevo desarrollo estará sujeto a un calendario de obligado cumplimiento que tendrá en cuenta los servicios, equipamientos, actividades económicas, accesibilidad y transporte urbano previstos. En caso de existir deficiencias previas en el ámbito, se revitalizará el lugar y se compensarán las deficiencias existentes.

- En el cálculo de la viabilidad económica se prestará especial atención a la diferencia entre el precio indicado para la venta libre y el precio final de venta. Y en su caso, se tomarán medidas y preveerán las acciones oportunas al respecto.

- La vivienda pública tasada se destinará preferentemente al alquiler, abriendo el acceso a toda la ciudadanía que cumplan los requisitos establecidos y paguen un precio en función del nivel de renta de la unidad convivencial. En todo caso, el precio del alquiler no podrá superar el 35% de los ingresos de la unidad convivencial.

- No se permitirán otros usos no residenciales en las viviendas y se habilitarán los bajos para actividades económicas, servicios y equipamientos.

- Junto con la cesión de terrenos a otra administración pública, se exigirá que se comprometa a ofrecer el mayor número de viviendas públicas en alquiler y se acordará un calendario de ejecución.

- En los casos de viviendas en alquiler de Etxegintza, se analizará periódicamente la situación de cada unidad convivencial y se ajustará el precio de alquiler pactado, tanto en promociones nuevas como antiguas.

En cuanto a las medidas a aplicar a la vivienda ya construida, tres son las líneas estratégicas de trabajo que, en caso de existir voluntad política, son factibles: destinar las casas vacías al mercado, destinar al uso residencial las viviendas que no se utilizan con ese fin, y, utilizando la fórmula de la calificación, otorgar la calificación de protegidas.

Debemos recordar, además, que en las instituciones, tanto en el Ayuntamiento de Donostia, como en la Diputación Foral de Gipuzkoa y en el Parlamento Vasco, existe una mayoría progresista que comparte que la vivienda no puede ser destinada a otro uso que no sea el de habitar, y que debemos aprovecharla para poder sacar adelante estas medidas. Estas son las principales medidas expuestas:

- Solicitamos que, con la caducidad de las licencias, se reduzca el número de viviendas de uso turístico existentes en la actualidad.

- Se promoverá el traslado de las actividades económicas existentes en las plantas primera y siguientes a las plantas bajas, de forma que los espacios liberados vuelvan al uso residencial.

- Se limitará el precio excesivo de los alquileres mediante el índice de precios de referencia.

- Se ofrecerá la máxima garantía a los propietarios y se estudiarán los beneficios fiscalmente.

- Mediante la fórmula de calificación, se condicionarán algunas licencias a la recalificación como vivienda protegida de titularidad privada, como rehabilitación de edificios, nuevos levantes, aumento de la densidad de viviendas, segregación de viviendas o cambio de locales a uso residencial. Recordamos que esta propuesta está recogida en el borrador de avance de la modificación del PGOU, que contempla la posibilidad de alcanzar 4.400 viviendas protegidas en los próximos años.