Eneko Goia lleva unas semanas alimentado el discurso de que va a limitar el número de hoteles en determinadas zonas de la ciudad. Pero, de momento, lo único que hay claro es que se van a sacar a concurso los «trabajos de redacción de la modificación del Plan General de ordenación urbana de Donostia para la regulación de los usos de hospedaje», que el presupuesto de licitación es de 108.000 euros y que el plazo de ejecución es de 24 meses a partir de que se formalice el contrato.
Cabe indicar que la modalidad de adjudicación elegida por el Gobierno demora entre 4 y 6 meses el procedimiento. No se entiende que se contrate externamente este estudio, cuando hay trabajadores en la plantilla con la capacitación técnica más que suficiente para hacer este trabajo, como han demostrado en múltiples ocasiones, y disponen de todos los datos a tiempo real.
Una decisión política de realizarlo con técnicos municipales reduciría los plazos sustancialmente. Lo cual no es una cuestión menor, ya que cuanto antes se haga, antes se podrá decretar la suspensión de nuevas licencias (se suspenden habitualmente tras la aprobación inicial de un cambio en el PGOU, como es el caso). Y es que hay que tener en cuenta que la suspensión cautelar de licencias se demoraría aún más de esos 4-6 meses necesarios para la adjudicación, ya que el trámite hasta llegar a la aprobación inicial supondría muchos meses más (presentación pública, redacción del borrador, informe medioambiental...). Estamos hablando de un año o año y medio. En cualquier caso, nada de lo que está anunciando Goia se va a producir en esta legislatura.
Es decir, todo ello demuestra que la verdadera voluntad de Goia es diferir la adopción de dichas medidas cautelares. Es más, se trata de una especie de «última llamada» a todos y todas las que quieran implantar un hotel en Donostia.
Por ello, pedimos al señor Goia que agilice todos los trámites para decretar ya la suspensión cautelar de licencias a hoteles y al resto de alojamientos turísticos en la ciudad. Demorarla en el tiempo, como pretende Goia, solo va a empeorar la situación.
Y es que el daño en la ciudad ya está hecho: Una consecuencia directa de la proliferación de alojamientos turísticos ha sido el desmesurado aumento de los precios de la vivienda. Hay ya muchos estudios, algunos realizados por este mismo Gobierno, que constatan la relación directa entre el aumento de los alojamientos turísticos y las subida de los precios. No hace falta subcontratar ningún estudio nuevo para ver cómo los precios siguen subiendo mes a mes, rompiendo récord tras récord.
Durante sus dos legislaturas como alcalde Goia ha permitido la apertura de más de 50 nuevos hoteles y otros tipos de alojamientos turísticos. Cuando llegó a la alcaldía había en la ciudad unas 8.000 plazas de alojamiento turístico disponibles y, recientemente, la concejala de turismo aseguraba que cuando concluyan todos los proyectos en marcha en 2024 habrá unas 20.000. Más del doble. Es decir, se ha impulsado un modelo de turistificación sin límite que está íntimamente ligado al continuo encarecimiento de los precios de compraventa y alquiler de viviendas, y a la consiguiente expulsión de cada vez más donostiarras a la periferia.
Y es que poner límite a los hoteles es una medida imprescindible que lleva ya años de retraso. En todo este tiempo EH Bildu ha propuesto pleno tras pleno medidas concretas para limitar la avalancha de hoteles en la ciudad, pero todas ellas han sido rechazadas por PNV y PSE.
Colegio María Inmaculada y Mariaren Bihotza
La suspensión cautelar de licencias podría afectar, entre otros, a los dos proyectos de hospedaje proyectados en el Colegio de María Inmaculada y al hotel de Mariaren Bihotza, ambos en Gros.
En cuanto el Colegio Inmaculada, en un primer momento los promotores proyectaron en este solar de uso de equipamiento privado crear un hotel, un supermercado, un parking de 317 plazas (90 en rotación y 227 plazas cerradas) y un centro de formación. Sin embargo, al día siguiente de que la comisión de Urbanismo diese luz verde al plan, cambiaron el centro de formación profesional por una residencia de estudiantes, que puede ejercer como hotel si los gestores así lo determinan. El Pleno aprobó finalmente lo solicitado por los promotores en julio de 2021 con los votos de PNV, PSE y PP y el rechazo de EH Bildu y Elkarrekin Donostia. Ahora, según informaciones publicadas, el Gobierno de Goia estaría negociando cambiar a uso residencial solo la parcela destinada en un principio a residencia de estudiantes (¿por qué no para la del hotel?).
Desde EH Bildu vemos necesario que el Gobierno de Eneko Goia negocie con los promotores para que no se haga ninguno de los dos alojamientos, ni el del proyecto original ni el de la residencia de estudiantes. Estamos a tiempo, ya que la suspensión cautelar de licencias alcanzaría a este cambio puntual del PGOU, si hay voluntad política para ello.
Ante la pérdida de población, sobre todo joven, lo último que necesita Gros son más hoteles: se necesitan viviendas de protección pública. Y, por ello, tampoco nos parece suficiente que la residencia de estudiantes se convierta en viviendas, ya que no van a ser de protección sino viviendas de venta libre, que seguramente saldrán al mercado a precios astronómicos.
En el caso de Mariaren Bihotza, en Sagues, el procedimiento está en una fase aún más inicial. El hecho de que ninguno de estos dos proyectos haya pedido aún la licencia permite al Gobierno municipal actuar, si hubiera voluntad política para ello.