AKTUALITATEA


| 2022-01-21 13:05:00

EH Bildu de Donostia quiere salir al paso del posicionamiento realizado por el alcalde Eneko Goia en una entrevista, en el contexto del día de San Sebastian, en la que afirmaba que “querer envejecer en tu propio barrio es un poco exquisito”.

Estas afirmaciones han generado una gran reacción social, sobre todo entre las centenares de personas, en su mayoría jóvenes, que han tenido que dejar sus barrios ante el aumento de los precios de la vivienda, así como entre aquellas personas que aún mantienen su vivienda pero que sufren mes a mes el aumento del precio del alquiler, y también entre las centenares de familias presionadas por los fondos buitre y, en general, por todas aquellas personas y colectivos que quieren una ciudad en la que se pueda vivir, trabajar y disfrutar.

No es para menos, ya que se trata de algo inédito que un alcalde ampare, de esta manera tan explícita, la expulsión de su propia población hacia las afueras. Lejos de lamentarse por la situación que atraviesan centenares de personas en Donostia, y lejos de levantar la voz contra las prácticas especulativas, Eneko Goia las entiende y justifica, y carga contra las propias personas afectadas, acusándolas de “exquisitas”, cuando no hacen sino reivindicar su derecho.

No hay noticias de otro alcalde, de cualquier localidad, que haya justificado tan claramente esta expulsión poblacional. Y lo ha hecho, además, poniéndose como ejemplo a seguir, evitando mencionar que él lleva toda su vida cobrando sueldos extraordinariamente altos y acumulado un patrimonio al que el 99% de la población a la que dirige sus críticas necesitaría varias vidas para alcanzar.

Pero más allá de estas declaraciones, lo realmente preocupante es que las políticas de vivienda de este Gobierno municipal van en la línea apuntada por el alcalde en la citada entrevista: Los barrios del centro pierden población año a año, sobre todo población joven, y ese espacio está siendo ocupado por pisos turísticos, fondos buitre, viviendas de lujo, viviendas vacías orientadas a la especulación, etc.

Desde que Eneko Goia es alcalde, la ciudad vive una avalancha de pisos turísticos, hoteles y similares. Según las cifras del propio gobierno, desde 2016 hasta ahora se han abierto 45 nuevos hoteles en Donostia, pasando de 7.652 plazas hoteleras en 2016 a 11.272 ( +47 %).

En cuanto a los pisos turísticos, se pueden contar por centenares los legalizados tras la decisión política de PNV y PSE de permitir pisos por encima de la primera planta.

Según el portal Idealista, el precio del alquiler ha vuelto a marcar en 2021 un nuevo récord histórico en Donostia, llegando a los 15,5 €/m² (+3,3% con respecto a 2020). El aumento acumulado del precio del alquiler durante el mandato de Eneko Goia es del 34%. En cuanto al precio de venta, ha marcado en septiembre de este año el récord histórico de 4.978 €/m2. Es decir, si en determinadas zonas de Donostia la vivienda siempre había sido cara, durante la alcaldía de Eneko Goia se ha convertido en un verdadero lujo en toda la ciudad.

En cuanto a la pérdida de población, si nos fijamos en el barrio de Gros, la realidad es que muchos vecinos y vecinas han tenido que irse de su barrio porque no tienen acceso a una vivienda digna. Los datos son claros: si ya es difícil comprar una vivienda en Donostia, es aún más difícil en Gros (un 18% más caro); el precio del alquiler es de unos 1.300 euros; en Gros no hay absolutamente ninguna vivienda protegida; y, como consecuencia de todo ello, el barrio pierde población año tras año (1.100 habitantes perdidos entre 2010 y 2019, y otros 177 en 2020). Paralelamente, cada vez hay más pisos turísticos en Gros (unos 300) y más hoteles (este mismo verano el Gobierno municipal ha dado luz verde a sendos grandes hoteles en los edificios de Corazón de María e Inmaculada).

La situación del problema de la vivienda en Donostia es alarmante y EH Bildu viene reclamando una nueva política de vivienda que sirva para inviertir las tendencias actuales. En concreto, hablamos de limitar los alquileres, de actuar sobre la vivienda vacía, de poner freno a la expansión hotelera y de pisos turísticos, etc. Pero ante las propuestas concretas que hace EH Bildu en este sentido, la respuesta del PNV y Eneko Goia siempre es la negativa.

Estamos ante políticas de viviendas neoliberales de manual: la vivienda es primero un objeto de negocio, y segundo, un derecho de la ciudadanía. Y así asistimos a la pérdida de población en determinados barrios -casualmente, los más turísticos-, como la Parte Vieja y Gros. La preocupación va en aumento y los hechos y las palabras de Eneko Goia no hacen más que avalar las prácticas más agresivas de los lobbys especuladores.