AKTUALITATEA


| 2021-12-01 12:29:00

Recientemente se ha inaugurado la primera fase de la ampliación del gran centro comercial de Garbera, a la espera de que en primavera se culmine la segunda. Responsables institucionales de PNV y PSE participaron en dicha inauguración y la primera teniente de alcalde, Nekane Arzallus, destacó la implicación de trabajadores municipales en el proyecto, recalcando que el nuevo Garbera es un "proyecto tractor para la economía". La empresa privada, por su parte, está llevando a cabo una gran campaña publicitaria denominada “Garbera Revolution”. Al mismo tiempo, en el otro lado de la ciudad, el Gobierno municipal sigue la tramitación del nuevo centro comercial de Belartza II. Es decir, la competencia del pequeño comercio local donostiarra sigue aumentando, con el apoyo total del Gobierno municipal, mientras cada vez cierran más comercios de barrio.

Estamos en un momento de crisis global, donde los hábitos de compra han cambiado debido, en gran medida, a decisiones políticas concretas. Por ello, mientras las grandes distribuidoras están multiplicando sus beneficios, es más necesario que nunca poner en valor la importancia del pequeño comercio en nuestra ciudad. Las instituciones deberían mandar un mensaje inequívoco a favor de este sector, elaborando una estrategia conjunta para posicionar el pequeño comercio en primera linea, no en segunda como hasta ahora.

En primer lugar, debemos destacar y potenciar las cualidades que indiscutiblemente ponen en valor al pequeño comercio frente a su competencia (los grandes centros comerciales, físicos u online): la dinamización y revitalización de barrios, la atención personalizada, la comodidad que genera la cercanía, el trato directo, la confianza, la exclusividad de dichos comercios, etc.

En segundo lugar, situar en primera línea al pequeño comercio supone alinearse con los grandes retos que tenemos ahora mismo como sociedad, porque lo cercano contamina infinitamente menos que las grandes distribuidoras globalizadas. Y, por su puesto, no tiene ningún sentido cerrar el Centro al uso del coche privado para emitir menos gases de efecto invernadero, mientras al mismo tiempo en la periferia se permite la ampliación de Garbera y Belartza II, donde la inmensa mayoría de las personas deben acceder en coche privado.

Y en tercer lugar, porque el futuro no está en lo global sino en lo local. Y es que lo local nunca ha dejado de ser importante, incluso cuando la globalización, la deslocalización y la especialización eran - supuestamente - la panacea que iba a resolver todos los problemas. Porque una calidad de vida digna siempre ha necesitado estar sustentada en una comunidad fuerte, con unas estructuras económicas enraizadas en el territorio y en la sociedad. Y ahora, cuando el dogma neoliberal hace aguas, en época de pandemia, en medio de una gran crisis de abastencimiento y de aumento de precios, apostar por lo local se vuelve, más que una opción, una necesidad. Por ello, fomentar el consumo local, la producción local y la distribución local será imprescindible para crear una nueva forma de economía a la medida de los retos a los que nos enfrentamos.

Por todo ello, para decir alto y claro a los gobernantes, y también al conjunto de la sociedad, que ha llegado la hora de tomar decisiones, EH Bildu de Donostia ha puesto en marcha una campaña que, bajo el slogan “Merkataritza Txikia Revolution” quiere llamar la atención sobre los beneficios del pequeño comercio. La militancia de EH Bildu repartirá hojas informativas en los barrios de la ciudad, haciendo especial énfasis en las zonas más afectadas por Garbera, como son Altza e Intxaurrondo.