AKTUALITATEA


| 2021-05-17 13:01:00

Tras la aparición del primer socavón en junio de 2020, tanto desde ETS como desde el Gobierno municipal se puso mucho énfasis en informar de que estaban realizando estudios exhaustivos con georadar para ver si había más socavones y llegaron a asegurar que en la zona no había más. La aparición de un segundo socavón en noviembre, justo en medio de la calzada de la calle Zubieta, no supuso una revisión de los planes de ETS, asegurando que era una prolongación del primero.

Sin embargo, este tercero ha roto todo los esquemas hechos públicos por la Dirección de obra, por un lado, por la distancia con los otros dos pero, sobre todo, por su volumen. Estamos hablando de que, tras los 30 m³ vertidos el pasado viernes, en esta ocasión se han utilizado 132 m³ de mortero para taparlo, frente a los 20-30 m³ que se utilizaron en los primeros. Es decir, ese volumen equivale a un agujero de 10 m de largo por 10 m de ancho por 3 de alto. 16-17 camiones hormigonera.

Que las prospecciones de ETS no hayan sido capaces de detectar semejante socavón ha encendido todas las alarmas y, a día de hoy, nadie puede descartar que vayan saliendo más socavones, con lo que ello supone para la seguridad de las personas que viven o transitan por la zona, así como para los propios trabajadores.

La gravedad de la situación es manifiesta pero, sin embargo, hoy el alcalde de la ciudad ha vuelto a rehuir dar explicaciones sobre el tema. Tras recopilar los datos por nuestra cuenta, EH Bildu había registrado una interpelación con una serie de preguntas concretas sobre lo sucedido y sobre cómo se va a garantizar la seguridad. Esta interpelación debía haberse debatido hoy en la Comisión municipal de Espacio Público, pero PNV y PSE han sumado sus votos para evitar la comparecencia del alcalde, que ni siquiera ha acudido al salón de plenos, dejando a la concejala Pilar Arana el papel de portavoz.

Y en esta ocasión no se puede escudar en que no es competencia municipal, ya que el tercer socavón ha aparecido justo debajo de unas instalaciones municipales, que se mantienen cerradas sine die. Con el agravante de que ETS y el Gobierno municipal habían filtrado a varios medios locales que el socavón quedó sellado el pasado viernes día 7 de mayo y que las cabinas se abrirían para el pasado fin de semana. A estas alturas, 10 días después de la aparición del socavón, en la puerta de las cabinas de la Kontxa sigue la misma explicación: están cerradas por una avería. Esta es la única explicación que ha dado el Ayuntamiento sobre lo sucedido. Una explicación, a todas luces, falsa.

Y hay que señalar que, además de las peticiones de explicaciones que hemos realizado públicamente, EH Bildu también había pedido explicaciones de forma privada, y que esta petición tampoco ha sido atendida por el señor Goia.

Tenemos un alcalde que actúa de forma déspota. Su obligación es dar explicaciones sobre los asuntos que más preocupan a la ciudadanía donostiarra, pero lleva varios plenos sin tomar la palabra, se esconde frente a los problemas y, además, calla ante la constatación de que ETS ha provocado graves afecciones bajo la Kontxa. Y, además, se jacta de ello.