OPINION

EH Bildu

Construcción contemporánea del Sistema Vasco de Educación

2023-10-18

1. Para empezar, estamos en la recta final de un proceso de casi tres años. ¿Cuál es la base de este ejercicio?

 

Llevamos tiempo diciendo que este pueblo necesita acuerdos populares y pactos de estado. No estamos bien. Muchos de los índices de desarrollo de Euskal Herria nos dan motivos para la preocupación. Daremos un solo dato: en 2021 la venta de libros en euskara bajó cerca de un %10 y no hay explicación comercial, es decir, esa bajada es consecuencia de un contexto: la creación cultural vasca se está debilitando. En lo que respecta a la educación, vista la situación actual del sistema educativo y una vez realizada la prospección para los próximos años, sabemos que a no ser que haya un cambio disruptivo nos enfrentaremos a una situación preocupante.

Hay dos opciones: esperar a que EH Bildu gobierne por mayoría para hacer "nuestra" ley (como sucede en España, con leyes que cambian cada seis-ocho años como consecuencia de la alternancia) o apostar por una ley de conformidad popular. Esa segunda opción es la que estamos intentando sacar adelante. Dado que, como no se puede gobernar este pueblo con mayoría absoluta, estamos abocados a llegar a acuerdos en los temas cruciales relacionados con la creación de nuestro pueblo. Nosotros abogamos por ello con todas nuestras fuerzas. Por lo tanto, esta no es "nuestra" ley (proyecto de ley), sino una ley que puede trazar un suelo común.

Los retos que afronta el sistema educativo en los próximos años no pueden afrontarse sin el PNV ni sin EH Bildu; al igual que no se puede poner en marcha una nueva política lingüística sin el PNV ni sin EH Bildu. Hace falta más gente, por supuesto, pero teniendo en cuenta la sociología de nuestro pueblo estos dos ejes son fundamentales, nos guste o no. Por todo ello, nosotros estamos apostando por construir las bases de un acuerdo de país. El tiempo dirá si lo conseguimos, pero no será porque no lo hayamos puesto todo de nuestra parte.

 

2. ¿Por qué ahora? Hay quién dice que no necesitamos una nueva ley.

 

Hay tres megafactores que van a atravesar de arriba a abajo el sistema educativo y que nos dejaran ante una situación realmente compleja: el descenso de la tasa de natalidad (se prevé que en los próximos años se reducirá en un tercio el número de alumnos), la subida de la migración (la cual puede acrecentar la segregación y traer consigo el riesgo de la ruptura social) y la llegada de la digitalización, la cual traerá grandes cambios en la enseñanza. Motivos de sobra como para comenzar a cambiar el sistema. Un cambio de estas dimensiones exige un nuevo suelo legitimador y el diseño de nuevas herramientas y estrategias.

Diría que vamos tarde. Las dos anteriores legislaturas han sido años perdidos a la hora de diseñar nuevas herramientas y estrategias. Tenemos que decirlo una vez más: este Gobierno dirigido por Urkullu durante las últimas tres legislaturas no ha sabido prepararse para el futuro. Ahora, en el último momento, las condiciones no son las adecuadas para hacer las cosas con calma: las carencias que muestra la enseñanza del euskara, la competencia que crea la caída de la tasa de natalidad, así como, las consecuencias de la segregación, han tensionado mucho tanto el propio sistema como a la comunidad educativa.

 

3. ¿En qué fase está el movimiento de la educación vasca?

 

En nuestra opinión, es momento de abrir una nueva fase. Los factores que tenemos ante nosotros, los previamente mencionados, así lo requieren. Mantener el status quo actual no es una opción. La cuestión es dilucidar que paso adelante podemos dar como pueblo, que tipo de acuerdo es posible en cuanto respecta a la organización del sistema.

Venimos diciendo que es el momento de institucionalizar y poner en marcha la hipótesis de la confluencia. Es decir, que es momento de coger las mejores características de la tradición educativa de Euskal Herria y crear algo nuevo, para poder dar un salto en calidad educativa, equidad y euskaldunización.

En el siguiente diagrama (ver imagen) representamos la creación contemporánea del sistema educativo vasco: Euskal Herria es el marco: necesitamos una perspectiva nacional en todos los aspectos de la educación, y en cuanto respecta a la cooperación entre territorios vascos, es hora de dar un salto también en el ámbito educativo. Y esta fase de la creación tiene tres puntos cardinales: el triángulo de la construcción contemporánea del sistema educativo vasco.

Primero: el desarrollo de los centros educativos autónomos. Este es el punto de apoyo de la educación vasca: la base del cambio consiste en apostar por un modelo de centro educativo concreto, dado que ese modelo de centro educativo es la base que necesitamos para llevar a cabo los diferentes aspectos del cambio. ¿A que le llamamos centros educativos autónomos? Está dotado de tres características: 1/ tiene autonomía (suficiente capacidad para desarrollar autonomía) para desarrollar un liderazgo pedagógico, para organizarse a sí mismo y para gestionar la actividad educativa; 2/ tiene un proyecto educativo que se crea y se desarrolla con la participación de la comunidad; 3/ se adecua al valor público definido por ley. La trasformación pedagógica que tanto necesitamos exige este modelo de centro educativo.

Segundo: la enseñanza y estudio del euskara y los idiomas: una enseñanza y estudio de los idiomas que nos lleve a crear vascoparlantes plurilingües. Una didáctica de los idiomas que en un contexto plurilingüe y multicultural nos lleve a crear vascoparlantes plurilingües, teniendo en cuenta la situación de diglosia que vive nuestra lengua propia, el euskara.

Tercero: Hacer frente a la segregación por clase y género. Dar un salto en la inclusión y en la equidad, el sistema educativo tiene que asumir su responsabilidad en cuanto respecta a la cohesión social.

Hay tres megafactores que condicionaran profundamente este proceso de transformación: la reducción de la tasa de natalidad, la incrementación de la migración y la digitalización.

 

4. Vamos por partes: Centros educativos autónomos, ¿podrías profundizar un poco?

 

Pensamos que el debate "público-privado" que ha lastrado durante años la educación vasca tiene que convertirse en un debate sobre el modelo de centro educativo. Esta sería una nueva perspectiva para afrontar el mismo tema, más fructífera desde un punto de vista popular.

Los centros educativos autónomos serían los centros que ofrecerían el Servicio Vasco de Educación. La pregunta es: ¿Cómo se crean las condiciones para que los centros puedan hacer su propio recorrido, ganando autonomía, haciendo posible la participación comunitaria y estando siempre unidos al valor público? ¿Qué tipo de gobernanza del sistema necesitamos para ello y qué condiciones se deben crear que hay día de hoy no existen?

Pensamos que para todo ello necesitamos una nueva gobernanza del sistema: pasando de un sistema centralista y burocratizado a un sistema eficaz que estará al servicio de los proyectos educativos de los centros; que necesitamos mecanismos para avanzar en la equidad, dándole más al que más lo necesita; y que el que no cumpla su compromiso hacia lo que se ha definido previamente como "valor público", debe perder su derecho a ofrecer el Servicio Vasco de Educación.

Esta debe ser la clave la cuestión: se debe especificar claramente esa nueva gobernanza del sistema.

 

5. ¿La titularidad no va a afectar?

 

Sabemos que este punto de apoyo puede dificultar el equilibrio. Ez decir, no venimos a decir que la titularidad no tenga importancia. Claro que la tiene. Es innegable que la segregación se acentúa en los centros públicos, entre otras cosas, por razones estructurales. Y, al mismo tiempo, son evidentes las carencias de la administración educativa autonómica pública a la hora de afrontar las necesidades latentes en la enseñanza del euskara y de la transmisión vasca, o para desarrollar una autonomía efectiva de los centros educativos (el quinto título de la Ley de la Escuela Pública no ha tenido desarrollo alguno en las últimas tres décadas).

Por lo tanto, hay que definir un nuevo terreno de juego, el cual hemos denominado como Servicio Vasco de Educación, donde las reglas del juego serán claras y la administración cumplirá su función ejecutiva; del mismo modo, hay que poner en marcha una nueva gobernanza del sistema. Para ello necesitamos una nueva ley.

Tanto los centros concertados como públicos tienen que hacer su propio camino hacia centros educativos autónomos: al contrario que hasta ahora, los centros concertados deben hacer suyo el valor público y los públicos deben desarrollar su autonomía, en las tres dimensiones mencionadas.

Por lo tanto, aquí hay una interpelación incómoda a los centros concertados. Y no metemos todos en el mismo saco, no. Sentimos cercano el proyecto del movimiento de las ikastolas, queremos decirlo de forma abierta y clara, y por lo tanto, no vemos la necesidad de profundizar en razones. Pero creemos que tenemos que tener claro que es hora de transformar todo el sistema, no de profundizar en la autorreferencialidad. Es hora de avanzar, no de resistir, si seguimos haciendo lo mismo que hasta ahora vamos a retroceder.

Por otro lado, he sido interpelado en redes a raíz del tema de la escuela popular de Andoain, Ondarreta. Si, conozco su situación. Lo repetimos de nuevo: la titularidad es una característica estructural que trae consigo la acumulación de la segregación en la escuela pública. Eso es un hecho. Otra cosa es decir que esa situación no se pueda mejorar si establecemos reglas del juego claras y las hacemos cumplir, o pensar que si todos los centros fuesen públicos no existiría la segregación.

Por lo tanto, aquí hay una interpelación incómoda a los centros concertados. Pensamos que la izquierda tiene que mantener un punto de vista crítico hacia la administración. Es más, que la perdida de este punto de vista crítico es perjudicial para el proyecto de izquierdas. Cojamos el ejemplo de la izquierda del siglo XXI que ha tenido responsabilidades gubernamentales y se ha mantenido fiel a sus principios. Cojamos a Pepe Mujica, por ejemplo, y escuchemos lo que dice sobre las dificultades que encontró el proceso transformados de Uruguay en la administración. Es necesario reflexionar sin complejos sobre lo que dice en el tercer capítulo de "Semillas al viento", libro-entrevista recientemente publicado por Gara. Es más, en ese mismo libro-entrevista, en otro fragmento posterior, menciona a Thomas Piketty para decir que tanto socialdemócratas como comunistas se quedaron anclados en la estatalización, dejando de lado los caminos de la cogestión y el cooperativismo, y que eso ha traído el problema de la burocratización, la cual ha lastrado el proceso transformador.

En nuestra opinión, en un plazo de diez años, el horizonte que podemos marcarnos como pueblo, en estos tres territorios, es la estabilización del Servicio Vasco de Educación. Es decir, desarrollar centros educativos autónomos y avanzar en la equidad del sistema.

 

6. ¿Pero, para esa transformación, no parte en desventaja la escuela pública?

 

Si y hace falta un plan estratégico para que la escuela pública se ponga a la par para ese proceso de transformación. En nuestra opinión ese plan necesita tres vértices: El primero, la propia transformación del sistema, para que sea posible dar un salto de calidad, lo cual creara las condiciones necesarias para que la escuela pública haga su camino hacia un centro educativo autónomo.

Dentro de esas condiciones necesarias, queremos recalcar dos como fundamentales: acabar con la alta temporalidad que hay entre trabajadores y Añadir recursos adecuados a las necesidades educativas. En este sentido, el descenso de la tasa de natalidad es un factor positivo, dado que si hay menos alumnos, en proporción, habrá más recursos. En el acuerdo sindical que se ha firmado entre LAB e Interinos se ha recogido el compromiso político para mantener los puestos de trabajo, lo cual daría opción a bajar los ratios e identificar nuevas necesidades educativas. También se ha firmado el compromiso de reducir la temporalidad al 5%.

El segundo: una planificación estratégica en contra de la segregación, tasada en el tiempo, y que se debe desarrollar en el marco de un amplio acuerdo de país.

Y el tercero: un plan de inversiones de equipamientos e infraestructuras de gran ambición.

 

7. Vayamos al segundo vértice: La enseñanza y el estudio del euskara y los idiomas.

 

El planteamiento que se hace en el cuarto título del proyecto de ley consta de dos hechos 1/ La realidad ha superado el sistema de los modelos. El sistema de los modelos no es capaz de cumplir con los objetivos acordados en el Plan Educativo. Seamos conscientes de que muchos alumnos del modelo D tampoco consiguen el nivel B2 en euskara al final de la educación obligatoria. Es el propio paradigma de enseñanza y estudio de los idiomas el que está fallando, estamos ante un problema estructural.

Como tenemos la evidencia suficiente como para hacer esas dos afirmaciones, en esta ley se plantea un nuevo paradigma para la enseñanza de los idiomas, dejando atrás el paradigma de los modelos lingüísticos. En las jornadas del sábado tendremos tiempo para hablar de esto largo y tendido.

En cuanto respecta a la enseñanza de los idiomas, hay varias razones para descartar el sistema de modelos:

- El sistema de modelos es bilingüe, no considera terceras lenguas como idiomas de enseñanza. Además, trata la enseñanza y el estudio de los dos idiomas como algo aislado. A día de hoy, vivimos en un contexto plurilingüe y multicultural, con la tecnología de por medio. Eso pide repensar el tratamiento de los idiomas: necesitamos un nuevo paradigma, donde se haga un tratamiento integral de los idiomas, diseñando e implementando la enseñanza de diferentes idiomas de manera conjunta, con principios metodológicos y perspectivas didácticas idénticas, tomando en cuenta siempre, que uno de los tres idiomas, nuestro idioma propio, el euskara, está en una situación de diglosia.

- En que época se diseñó la tecnología analógica. La digitalización crea nuevas oportunidades para la enseñanza de los idiomas y los modelos lingüísticos son un impedimento para ello.

- Las nuevas metodologías han cambiado radicalmente el ejercicio educativo. Los modelos lingüísticos pertenecen a un tiempo donde el ejercicio educativo consistía en estar durante cinco horas en una mesa alrededor de libros de texto. Hoy a menudo se trabaja mediante proyectos, se aplican metodologías activas y se usa el espacio de otra manera. Todo ello ofrece nuevas oportunidades para la enseñanza de los idiomas y los modelos lingüísticos son un impedimento para ello.

- En los últimos 30 años las familias han optado de manera clara y natural a favor de la enseñanza con el euskara como eje vertebral. Hay un consenso social amplio a favor de la enseñanza que conlleva mayor conocimiento en ambos idiomas, por lo tanto a favor de superar el sistema de modelos.

Además, desde el punto de vista de la inclusión, también es necesario superar el sistema de modelos:

- El sistema de modelos es catalizador de la segregación, como bien explica Eva Silvan: la mayoría de alumnos de procedencia extranjera se agrupan en los modelos A y B.

- Con esta ley vamos a conformar el Servicio Vasco de Educación, en el que se unirán centros de diferente titularidad que, si queremos evitar una ruptura social, deberán alcanzar el mismo índice de complejidad (el proyecto de ley así lo recoge). Pues bien, los modelos lingüísticos constituyen una barrera evidente a la hora de implementar las políticas que exige este objetivo (por ejemplo, la distribución del alumnado mediante una doble lista).

Y, por último, mantener el sistema de modelos es también una barrera para la nueva configuración del sistema que propone la Ley: dificulta la fluidez, puesto que los modelos A y B se encuentran en muy buena medida en los centros privados, y por tanto (mantenimiento de modelos) establece un obstáculo estructural en el recorrido hacia el Servicio Educativo Vasco que constituirían centros iguales en derechos y obligaciones.

El debate fundamental sobre los modelos es que, si estamos de acuerdo con los objetivos, ¿qué debe determinar el tratamiento de las lenguas en los centros? ¿Criterios pedagógicos dirigidos al cumplimiento de estos objetivos o criterios ideológicos preestablecidos y minoritarios en este país?

El título cuarto del proyecto de ley requiere algunas enmiendas y precisiones, pero en general ahí están las claves. Pero ahora nos han metido en el debate de modelos cuando deberíamos hacer otros debates. Por ejemplo, qué recursos necesitan los proyectos lingüísticos, qué dimensiones hay que trabajar a través de los proyectos lingüísticos, qué estrategias desarrollaremos, qué desarrollo le vamos a dar en los próximos diez años...

La irresponsabilidad del PSE es politizar este tema de forma perversa, a costa de unos pocos votos. Y que el del PNV se lo permita al PSE.

 

8. Y vayamos al tercer vértice y cerremos el círculo: la segregación.

 

En cuanto respecta a la segregación me gustaría decir dos cosas:

Primera: Los dos vértices superiores del triángulo están a la misma altura. Es decir, tanto en contra de la segregación como en favor de la euskaldunización, si en ambos no damos el salto a la vez, vamos a retroceder en ambos. Es decir, en los próximos años, si la segregación aumenta como consecuencia del aumento de las migraciones, se produce una ruptura social en muchos municipios: una ruptura social en nuestro país. Tendremos algunos centros con proyectos lingüísticos punteros, pero fuera de la escuela tendremos una ruptura social que imposibilite la construcción nacional. Y si no damos el salto en el uso y la enseñanza de las lenguas, además de retroceder en el uso del euskera y en la transmisión de la cultura vasca, los modelos lingüísticos serán catalizadores de la segregación.

Por lo tanto, no es uno u otro. Porque este esquema, además de ser reaccionario, no sería eficaz. Ambos son necesarios al mismo tiempo: en los dos debemos avanzar al mismo tiempo y sin perder más demora. Por ello, el mantenimiento de los modelos lingüísticos no es sólo perjudicial para el proceso de euskaldunización, sino también un gran obstáculo a la segregación, que carga el progreso que necesitamos como pueblo desde el punto de vista de la cohesión social.

Hemos hecho una propuesta que consideramos muy interesante en nuestras enmiendas: el Índice de Complejidad Lingüística. Su objetivo es definir la complejidad sociolingüística de los centros, de forma que posteriormente se puedan ofrecer a cada centro los recursos necesarios para alcanzar los objetivos establecidos en el Acuerdo Educativo. Este índice permitiría definir una tipología de proyectos lingüísticos en función de las características sociolingüísticas y socioeconómicas de los centros a través de contratos-programa para dar más a quien lo necesita.

Y segundo, ¿estamos dispuestos? ¿Realmente somos conscientes del reto que tenemos entre manos? ¿Estamos dispuestos a asumir las responsabilidades que le corresponden? Creemos que tenemos que responder con sinceridad intelectual y política a una pregunta: ¿estamos dispuestos a emprender este camino con todo lo que conlleva, asumiendo que como pueblo no tenemos otra oportunidad? ¿Que nos toca dar más que recibir y que no hay más remedio que actuar proactivamente y no de manera reactiva? ¿Estamos dispuestos a unirnos a un pacto popular contra la segregación si tenemos que evitar la ruptura social?

 

9. ¿Qué herramientas tiene que aportar esta ley?

 

En nuestra opinión son siete las herramientas principales que debe ofrecer la ley:

1. El Servicio Vasco de Educación, que aglutine a los centros educativos autónomos y establezca reglas de juego claras en la gobernanza del sistema. Aquí hay que hacer un planteamiento claro y el proyecto de Ley exige una mejora sustancial. El Servicio Vasco de Educación debe estar bien recogido en la Ley y responder a una pregunta: ¿qué pasa con los derechos cuando no se cumplen las obligaciones? La respuesta, en el caso de los centros concertados, es que pierden el concierto.

2. Consejos Educativos Municipales: en la gobernanza del sistema los ayuntamientos se convierten en agentes. Debemos tender a construir ecosistemas en los municipios, a poner la cooperación entre centros educativos por encima de la competencia. Tanto la planificación de la oferta escolar como la matriculación requerirán de intervención municipal. También intentar de unificar la educación no formal y la educación formal. Consideramos imprescindible, por ejemplo, unificar la oferta extraescolar, poner en marcha la colaboración entre los diferentes centros. Para ello, los Consejos Educativos Municipales son estratégicos.

3. Mecanismos para mejorar la equidad del sistema. Hay que dar más a quien lo necesita. La descentralización, la apuesta por los centros educativos autónomos, debe ser una vía de salto en equidad y calidad. Esto no quita responsabilidad al Gobierno, sino que lo añade. El Departamento de Educación proporcionará a cada centro educativo la cantidad necesaria. Los contratos-programa pueden ser un buen instrumento para ello.

4. Un nuevo enfoque de evaluación del sistema que posibilite la experimentación y la innovación continua derivada.

5. Nuevo marco y medidas estructurales para el mantenimiento de la segregación y la enseñanza del euskera.

6. Vías de análisis y experimentación de las posibilidades de confluencia entre centros.

7. Hacer posible la cooperación vasca (relación colaborativa con otros territorios vascos), situando en un marco nacional claro el desarrollo del sistema educativo vasco de los tres territorios en los próximos años.

 

10. Aun consiguiendo una buena ley, los megafactores que has mencionado harán que los próximos años sean muy complejos. ¿Cómo afectará la reducción de la tasa de natalidad y cómo podemos hacerle frente?

 

Como ya se ha indicado, la caída de la natalidad es la primera de ellas. Se prevé una reducción del 30% del número de alumnos en los próximos diez años. Esto introduce una gran tensión en el sistema y aumenta la competencia, retrasando las lógicas de cooperación.

Se deberá adecuar el mapa escolar, lo que incidirá en cada municipio. Hay que mantener el número de profesores, reduciendo ratios y recurriendo a nuevas necesidades educativas. Sin embargo, el mapa escolar debe adaptarse a esta nueva realidad demográfica.

De forma muy general, Kristau Eskola es de los tres tipos de centro el eslabón más débil del sistema, el que más sufre en la matriculación. Por lo tanto, en términos generales se puede prever la siguiente evolución: hay una tensión social a favor de la escuela pública que garantiza su lugar, las Ikastolas también mantienen sus raíces y hay una élite cristiana que tiene su propio público. En la nueva configuración del sistema habrá que producir un cambio de status que, como hemos dicho, deberá que dibujar un nuevo campo de juego, con nuevas reglas de juego, lo que es de suponer que afectara a la planificación escolar. Pero sólo con las tendencias actuales, creemos que las Kristau Eskolak perderán peso en el sistema y las escuelas públicas ganarán proporcionalmente.

En cualquier caso, será un proceso conflictivo si no se realiza con una visión de país fuerte. Exigirá que la planificación escolar se haga local, de forma compartida, con fuertes intervenciones comunitarias. El decreto de aprobación de Cataluña ha abierto el camino, por ejemplo. La de aquí se queda corta. El ejercicio de la planificación escolar hay que hacerlo pueblo a pueblo: queremos centros educativos autónomos, sí, pero ¿cómo y dónde? Pongamos criterios pedagógicos en el centro y fomentemos la lógica de cooperación entre los centros, dejando atrás la lógica competitiva.

Decir es sencillo, pero es un proceso muy complejo. Los instrumentos administrativos eficaces sí, pero sin procesos populares, es decir, sin una fuerte participación de la comunidad educativa, son una época conflictiva que viene en los próximos años.

Por eso necesitamos una ley clara, atrevida y que dibuje un horizonte transformador esperanzador. No es una opción quedarse a medio camino. Pero además habrá que activar las capacidades locales. Lo hemos dicho muchas veces: en la Kristau Eskola el primer sindicato es ELA, el sindicato con una retórica más radical. Supongamos que ELA lleva a la negociación colectiva la puesta en marcha de medidas efectivas contra la segregación en las Kristau Eskolak (son conocidas, están muy tasadas) o el abandono de Santillana y Anaya y el inicio del uso de Ikaselkar. ¿No tendría eso más capacidad transformadora material que cualquier medida administrativa?

Y en este sentido queremos hacer una reflexión: en los últimos años hemos hablado del tema con mucha gente, con mucha gente de otras culturas políticas. Hay una cultura política entre la administración y la ciudadanía que apenas ve nada. Por eso, exige a la administración todas las garantías. Otros, entre la administración y la ciudadanía, vemos a un pueblo intentando regenerarse. Es decir, una capacidad comunitaria y, por lo tanto, no buscamos únicamente garantías en la administración. He puesto el ejemplo de ELA, pero podríamos hablar de nosotros mismos, del trabajo que EH Bildu puede hacer a través de los Consejos Municipales de Educación.

En algunas de las valoraciones que he escuchado no se pone en valor, por ejemplo, el lugar que esta ley otorga a los ayuntamientos en la gobernanza del sistema. Ahí hay una política antineoliberal clara que fomenta la participación de la comunidad. Por cierto, ahí se ve, por ejemplo, la estela de EH Bildu en este proyecto de ley. El PNV hace dos años ni siquiera olía esto.

¿Por qué se ha conseguido no cerrar la pequeña escuela de Areta y no reducir el servicio de algunos ambulatorios? Pues bien, en el caso de la pequeña escuela de Areta, porque hay una comunidad adherida a la prestación del servicio público, que es sujeto de servicio público y no solo objeto. El desarrollo de la dimensión comunitaria de los centros es una de las vías más eficaces para mantener un servicio público de calidad.

 

11. Los tres procesos que ese recogen en el diagrama, en las condiciones mencionadas, son procesos realmente complejos. Una ley no será suficiente para solucionar estos retos…

 

Efectivamente, cada uno de estos tres procesos es muy complejo, no digamos cuando hay que hacer los tres a la vez. En primer lugar, hay que decir, una vez más, que no hemos sabido preparar el futuro, que hemos perdido mucho tiempo y que las condiciones actuales no son las mejores.

Por eso, efectivamente, necesitamos un proceso popular, pero para eso hace falta una ley clara. En los últimos meses hemos visto de parte de una gente del PNV una mirada excesivamente tecnocrática: "lo estamos haciendo, darnos tiempo". Nuestra respuesta es que si no se consigue poner en marcha todas las capacidades institucionales y comunitarias, el proceso no tendrá éxito en ninguno de los tres vértices, y los tres son necesarios. Por lo tanto, necesitamos una ley clara y un horizonte transformador compartido fuerte.

Si el Acuerdo Educativo fue el campamento base, la Ley de Educación debe ser un campamento base avanzado. Necesitamos una ley valiente y clara, y, asumiendo que necesitamos un acuerdo lo más amplio posible, no olvidemos que esto no se puede hacer sin el PNV ni sin EH Bildu, porque este proceso va a atravesar comunidades municipio a municipio. Por eso nos preocupa que el PSE quiera dejar fuera de la ley a EH Bildu y que el PNV esté dispuesto a darle todo lo que le pida.

 

 

12. ¿Y por último, que expectativas hay acerca del debate de la ley? ¿Cuál será la postura de EH Bildu?

 

No vamos a apoyar propuestas que supongan incertidumbre jurídica y confusión política sobre temas nucleares. Porque no sería una herramienta eficaz para la transformación a realizar. El ejercicio no puede ser posible dentro del marco de debate delimitado por los intereses coyunturales de este Gobierno de coalición. Necesitamos una Ley del tamaño de los retos del sistema educativo.

No vamos a parar, vamos a estar sentados en la mesa hasta el último momento, dispuestos a llegar a consensos, vamos a actuar en la lógica del acuerdo popular y vamos a apoyar la ley que necesitamos para hacer posible las transformaciones que el sistema educativo necesita.

Centraremos nuestras fuerzas en tres ámbitos: 1/ Hay que aclarar el desorden en torno a la enseñanza del euskera y de las lenguas, y hacer una propuesta clara; 2/ Hay que regular bien el Servicio Vasco de Educación y la pregunta siguiente tiene que dar tener una respuesta clara: ¿qué pasa con los derechos si no se cumplen las obligaciones? ; 3/ La ley requiere ambición nacional, no hay que olvidar que se aprobará en el momento en que se ponga sobre la mesa el debate del carácter plurinacional del Estado.